Segunda parte de una tríada
de posts que considero de los más ambiciosos.
Es un intento de recopilar un TOP 20 de las grandes series de TV de mi
vida. Aquellas que recuerdo con cariño, que me parecen brillantes, que
cambiaron mi forma de entender la televisión.
En esta nota voy a cubrir los
puestos 20 al 11. En realidad las
posiciones son más de carácter organizativo. Hay muy poca diferencia entre
el puesto 18 y el 17, o entre el 15 y el 14. Estas diez series me parecen todas
geniales por diversos motivos y las recomiendo personalmente.
Vuelvo a repetir que no incluyo animé (que
va a formar parte de otra lista) ni
dibujos animados (con dos inevitables excepciones).
Sin más preámbulo,
comencemos.
(#20) “Lost” (2004-2010)
La forma en la que la gente
reaccionaba ante Lost es
probablemente más fascinante que el show en sí. (Lo
he mencionado en otros posts). Personalmente he formado parte de foros,
charlas y debates sobre lo que significaban ciertos elementos de la serie o de
lo que podría llegar a pasar. Este “Efecto
Lost” revolucionó a la televisión, que hasta ese momento no
había tenido un producto que movilizara tanto a las masas a nivel social.
Internet se llenaba de fan-theories y
páginas de análisis.
El plan de J.J. Abrams de generar más preguntas que respuestas tuvo sus
frutos, y por eso no puedo dejar de incluir esta serie en el TOP. No es la
mejor serie de la historia, pero merece
ser llamada una de las series más innovadoras y vanguardistas de la
historia.
Me parece que las temporadas 5 y 6
fueron incoherentes e inconexas, y
que dejaron demasiados cabos sueltos. Odié el final y siempre me
pareció una bofetada hacia los espectadores. Pero no puedo dejar de admitir
que me cautivó con esa perpetua
atmósfera de misterio y sus conexiones con la cultura humana (desde la
literatura hasta la música, pasando por la ciencia, la religión y la
filosofía).
Banco muchas de las decisiones de LOST
(como su perspectiva de la raza, al utilizar actores de, prácticamente, todas
las nacionalidades) y creo que fueron pioneros en la utilización
de técnicas narrativas como el flashback, las perspectivas temporales, los
viajes en el tiempo, los universos paralelos y, por supuesto, los
flash-forward.
Creo que es una serie que todo el
mundo debería ver por el efecto global
que produjo sobre la forma de hacer televisión. Y si quedan dudas sobre los
puntos del argumento no resueltos, siempre vamos a tener Lostpedia (que los mismos
productores chequeaban durante la emisión de la serie para no confundirse) y Cracked,
que responde a varias preguntas que quedaron en el tintero.
(#19) “True Detective” (2014 – Actualidad)
Admito que es una entrada un tanto
engañosa, porque True Detective recién terminó su primera temporada el año
pasado. Pero el efecto que tuvo en mí (y aparentemente en el mundo entero) hizo
que me fuera inexcusable no incluir esta serie en el Top.
Nada dominaba más las
conversaciones culturales en Internet que los comentarios de cada episodio de
True Detective a principio de año. El show, de solo ocho capítulos, dejó una
marca intachable en sus espectadores.
Presentando narrativas
alternativas con 17 años de diferencia, relata la historia de dos detectives de
homicidio (Woody Harrelson y un insuperable Matthew McConaughey) en busca de un
asesino serial. La historia se convirtió en algo más que un policial
procedimental, transformándose en un interesantísimo estudio de la psicología
humana, de la filosofía y brindando escenas tan memorables como las mejores
películas de Hollywood (esto último gracias al director Cary Fukunaga).
Desde el primer episodio se notó
que True Detective (escrito exclusivamente por su creador, Nic Pizzolatto) era
algo diferente. Brillantemente filmada, cuidadosamente estructurada, con
muchísima atención al detalle y con un final impecable.
Hay que ver qué va a pasar con la
segunda temporada, ya que se confirmó que el formato de True Detective va a ser
de antología: cada temporada va a contar una historia diferente con un elenco
de personas distinto.
(#18) “Sherlock” (2010 – Actualidad)
Benedict Cumberbatch es el perceptivo y fast-talking, socialmente inadaptado y
ambiguamente psicópata detective Sherlock Holmes, en una
de las mejores versiones modernas que vi. El laburo que hace este muchacho
en “Sherlock” es irreprochable, y su química con el Dr. John Watson (Martin
Freeman) es uno de los puntos más fuertes de esta serie que va por su
tercera temporada.
Hay que decir que “Sherlock” es una cosa rara. Me encanta como trabaja con las nuevas tecnologías, como toma sus
referencias del clásico
de Arthur Conan Doyle pero logrando ser una entidad bien diferenciada. Por más que uno conozca las historias en
las cuales se basa el episodio, es imposible descubrir todos los giros
argumentales que toma la historia. Cada temporada cuenta con 3 episodios de 1
hora y media de duración, por lo que resulta
una amalgama estrambótica entre películas y episodios televisivos.
Realmente cada
temporada ha sido mejor que la anterior, dan ganas de volver a ver los
episodios para captar todos los detalles. Cumberbatch y Freeman podrían divertirme aunque pasen una hora entera leyendo la
guía telefónica. Es una serie en crecimiento, célebremente aclamada y que
siempre nos recuerda por
qué los clásicos se mantienen atemporales.
(#17) “Dexter” (2006 – 2013)
Michael C. Hall compone a un personaje
cautivante, un brillante
antihéroe. Su actuación es eléctrica, brindando una timidez inherente que
combina a la perfección con la incomodidad social que sufre Dexter.
Lo que me encanta de esta serie es
que son temporadas cortas (de 12
episodios) y con arcos argumentales bien diferenciados, como una suerte de
antología. Pero en todas vemos el crecimiento de los personajes, y cada una nos lleva por caminos de oscuridad
diferentes.
En sus mejores momentos
(temporadas 2, 4, 7, por ejemplo), “Dexter”
es la serie mejor escrita y con el mayor
nivel de adictividad de todas. Es cierto que tuvo sus altibajos, temporadas
que no brillaron por su excelencia, un final que no termina de convencer, pero
supo cómo hacernos sentir simpatía por el villano protagonista. Como
espectadores, somos cómplices de sus
asesinatos a sangre frío, los aplaudimos y los celebramos.
Dexter es, en esencia, una serie sobre
un asesino serial que mata a otros asesinos seriales. Es sangrienta (artísticamente sangrienta... no como en
“El
juego del miedo”), es dura, es sorprendente, pero también tiene un alto
contenido emocional y mucho estudio psicológico del personaje (que se hace muy
evidente gracias a sus geniales monólogos).
Más allá de que no me convenció un final anticlimático, y algunas temporadas son mejores que otras, tiene una premisa
interesante y grandes actuaciones. Es entretenida, llena de suspenso, y nos lleva
directo adentro de la mente de un asesino serial, sus pensamientos, sus
motivaciones, sus batallas internas.
(#16) “Buffy” (1997 – 2011)
Si hay una serie que quiero volver
a ver es “Buffy”, que significó muchísimo para mí durante mi adolescencia.
Gracias a esta genialidad de Joss Whedon
me volví adicto a las series y comencé a seguirlas semana a semana.
Emergiendo de las cenizas de una
fallida película de 1992, fue la serie
que puso a Joss Whedon en el mapa y nos mostró los beneficios de un rol femenino
protagónico fuerte. La carta ganadora fue que el cast secundario, que
acompañaba a Sarah Michelle Gellar,
era tan interesante como ella, y a veces más. Willow, Anya, Xander, Giles,
Spike, Angel, etc.
En Buffy, las tramas alcanzaron un nivel estilístico importante. En mi caso,
fue la primera vez que vi capítulos donde los personajes no hablaban, o que
eran todos musicales. El creador nunca se conformó con una fórmula exitosa,
sino que fue tomando nuevos riesgos con
cada temporada.
Cuando llegó su última temporada
(la séptima) Whedon ya había reinventado
la televisión sobrenatural. Es cierto que ya había series del estilo (como
“Twin Peaks” o “The X-Files”) pero Buffy supo tomar un montón de ideas
bizarras, mezclarlas todas juntas y sacar
un producto inteligente.
(#15) “Family Guy” (1999 – Actualidad)
¡La serie ideal para reír con amigos o solo! Humor ácido, políticamente incorrecto, lisérgico y desubicado, pero
siempre original. “Family Guy” logró
generar todo un culto de seguidores, sobrevivió
a la cancelación y, a
diferencia de Los Simpson que murieron en su décima temporada, sigue siendo
bueno como siempre.
El verdadero barómetro de la
popularidad de una serie lo marca su
cancelación, y en este sentido “Family Guy” fue un ejemplo claro. La
cantidad de feroces acusaciones que recibió Fox prácticamente la obligó a
ponerlo al aire de nuevo.
Lo que me encanta de esta comedia
de Seth McFarlane es que todos sus
protagonistas son graciosos, y nunca sabés en qué momento va a saltar una
escena absolutamente incoherente que te
haga descotillar de la risa. Nadie se salva de la burla en esta serie
plagada de referencias culturales y chistes sobre el sexo, la raza, la
política, la religión, etc. Es como que los creadores hacen realmente lo que se
les antoja, y por eso la disfruto tanto. Es un producto muy cuidado en cuanto a
lo estético, las voces son fenomenales y cada
episodio desborda originalidad.
(#14) “Prison Break” (2005 – 2009)
No es fácil hacer una serie sobre
un par de fugitivos que te enganche, no digo en cada capítulo, ¡sino en cada
bloque!
Cada una de sus cuatro temporadas tiene un enfoque muy diferente, pero
para mí son todos excelentes. Algunos disfrutarán más la primera, pero creo que
cada una tiene su encanto. No solo la trama es genial, sino que además cada
actor aporta muchísimo a la serie. Wentworth
Miller es el mejor Michael, sus expresiones faciales lo hacen
verdaderamente indescifrable. Robert
Knepper encarna a T-Bag, un pedófilo homicida que uno ama odiar. Por
supuesto lo tenemos también a Alexander Mahone (William Fichtner) el
punto más fuerte de la historia, que es el villano de la segunda temporada
y luego termina uniéndose al grupo.
Más allá de que es, básicamente,
un thriller, “Prison Break” trabaja muy bien con el tema del amor entre
hermanos, y las cosas que uno llegaría a hacer para proteger a su familia y
amigos. A su vez explora las complicaciones de la vida tras las rejas.
¿Vieron alguna vez una película de acción que te mantiene al filo de
la silla durante dos horas? (“El fugitivo”, por
ejemplo, o “La roca”) Imaginen ahora que mantienen esa secreción de adrenalina
durante las 80 horas que dura “Prison Break” (repartidas en 4 temporadas). Es
una serie única del creador Paul
Scheuring que no pretende ser compleja, sino brindar un entretenimiento
seguro y sostenido. Tremenda serie.
(#13) “Los Simuladores” (2002 – 2003)
Esta es la única entrada de un producto argentino a mi TOP-20. La televisión local argentina nos tiene acostumbrados a productos muy
ligeros que evidencian poca creatividad y casi nula calidad. Los productores
parecen estar más preocupados por las
mediciones del rating que por la originalidad de sus producciones.
Pero dentro de este contexto, en
el 2002 nos encontramos con una joyita. En materia de televisión argentina, nada puede superar a este producto de
Damian Szifron (que recientemente
nos voló la cabeza a todos con “Relatos Salvajes”, su última película), toda
una irrupción de frescura en la televisión de aquel año.
La historia, altamente creativa,
nos mostraba las aventuras de un grupo de personas que “resolvían todo tipo de problemas” a través de métodos de actuación y simulación. Cuando a esta
premisa le sumamos mucho humor (del argentino que popularizaron Casero o Capusotto), temas realistas (con los que uno se puede identificar),
grandes cameos y destacadas actuaciones de los protagonistas, algo de acción y
eventos históricos reales, el resultado es el
producto argentino más sobresaliente de todos.
El formato fue exportado a todo el mundo,
y hoy en día existen “Los Simulares” chilenos, mexicanos, españoles ¡y hasta rusos! Los
cuatro protagonistas se convirtieron en nuevos
héroes urbanos, bien porteños, seguros, solemnes, y siempre esbozando
una confiable sonrisa al final de cada episodio.
Los “unitarios” argentinos suelen
ser de calidad (no puedo decir lo mismo de las telenovelas). “Tiempo Final” me pareció excelente, y
también contamos con algunas brillantes como “Tumberos”, “Todos contra
Juan” y “Epitafios”. Todos
destilaban creatividad en sus guiones, calidad de la dirección y actuaciones formidables.
Pero el insuperable es, sin duda, “Los
Simuladores”. Un unitario de solamente dos temporadas que es absolutamente maravilloso.
(#12) “The Walking Dead” (2010 – Actualidad)
¿Por
qué nos encantan las historias de zombies? Ciertamente es un tema que da
para todo un post, pero la realidad es que nos apasionan. Cualquier fan de George Romero sabe que nunca antes
había existido una serie de TV sobre zombies, mucho menos una como The Walking Dead.
No es un show de explosiones
sangrientas de terror gore, sino una excusa para mostrar un escenario apocalíptico
donde los sobrevivientes deben aprender
a convivir bajo un nuevo orden, con reglas sociales diferentes. Esta no es
una serie que se adhiera a la estructura narrativa convencional.
Algo que me encanta de The Walking Dead (que está por comenzar
su quinta temporada) es que supo
crecer con cada año, no solo en presupuesto, sino también a nivel
argumental, tocando temas cada vez más complejos y reciclándose a sí mismo para no volverse repetitivo.
AMC es un canal que sabe lo que hace.
Sus dramas adultos (Breaking
Bad, Mad Men) siempre tienen
algo distinto para aportar al género, y trabajan con niveles de profundidad
intensos. Por supuesto, “The Walking Dead” tiene sangre, zombies, muertes
horribles, batallas increíbles, giros argumentales y todos los clichés del
género. Pero mantiene un nivel artístico
impecable, que se suma a niveles de adictividad insuperables.
(#11) “Scrubs” (2001 – 2010)
¡Adoro Scrubs! Excelentes personajes
(todos, definitivamente todos), divertidas escenas, insuperables diálogos (¡Dr. Cox!) y un inesperado impacto emocional al final de cada episodio. Siempre odié
las series de médicos (ER Emergencias, House, Grey´s Anatomy) pero Scrubs va
por otro lado. Sí, son doctores trabajando en un hospital, pero la serie se
enfoca en los pormenores del día a día y en el crecimiento personal de cada
protagonista.
Cuando la vi por primera vez (la
pasaban por el canal Sony) me pareció
brillante la idea de hacer una sitcom de médicos sin la sangre, sin las
familias llorando, sin los gritos. El guión te hace reír, llorar, sufrir y
sentir felicidad junto a los protagonistas. La serie siempre se esfuerza más
por ser fantasiosa (a veces surrealista) y permitir
que el absurdo domine las historias.
Me encantaba Dr. Cox, me hacían morir
de risa los ataques de “puteadas alemanas” de Elliot y JD y Turk son
el mejor bromance que vi en televisión.
(¿Mencioné que me encantaba Dr. Cox?).
Friends era buena, pero Scrubs estaba a otro nivel, definitivamente.
Había otros dos grandes puntos
fuertes en Scrubs. El primero fue la música, que representó para mí un nuevo descubrimiento de gustos y talentos.
La música en una serie es un punto fundamental para mí, y la de Scrubs no tenía
comparación. Gracias a Scrubs
conocí Five for Fighting, The Replacements, Colin Hay, Lazlo
Bane y Howie Day, entre tantos
otros.
El segundo gran acierto fue desechar las risas pregrabadas y los
“cuartos de tres paredes” tan utilizados. Esto me hizo ver que el cast era
realmente gracioso. Hoy es algo convencional que vemos en otros shows (The Office, Arrested Development, Modern
Family) pero por esa época era una ruptura de la tradición. Scrubs fue la
primera serie (si mi mente no me falla) que aplicó esta nueva modalidad.
Las risas pregrabadas son una
forma sencilla de insultar al espectador, de decirle: “ahí tenés que reírte, en esa parte”. No me terminan de convencer.
Muchas series serían dolorasamente incómodas sin esa ayuda mágica. Si no me
creen, vean este video de The Big Bang
Theory que muestra una escena sin el laugh track:
Quiero hacer un último comentario
sobre el final de la serie (en la temporada 8). Es uno de los mejores que vi hasta ahora. De alguna forma, Scrubs
siempre subo como marcar todas las cosas que me habían sucedido en mi vida.
Apliqué varias lecciones a diferentes aspectos de mi vida, de la secundaria, de
la universidad y ahora de adulto. Y el final fue como una despedida muy emotiva
de una serie que significó mucho, y que estoy pensando volver a ver completa. ¡Excelente y sin desperdicio!
► HASTA ACÁ LLEGO POR HOY.
Estas son las 10 primeras series que incluyo en mi TOP 20. Para mí son todas de
lo mejor, lo más original, lo más innovador que he visto en la televisión, y
las recomiendo ampliamente. ¿Qué otra
serie agregarían? ¡Dejen sus comentarios!
PROXIMAMENTE: Grandes series de mi vida, puestos 11 al 1.
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TELEVISIÓN en el BLOG: “Las
mejores series canceladas en su primera temporada”; “Tras
las huellas de Scooby-Doo”; “Breaking
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dimensión desconocida” y “La
originalidad del cine en tela de juicio”.
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Ahhh! Me hiciste recordar muchas series, comparto tu opinión sobre Lost, decepcionó el final y dejó muchos cabos sueltos, pero fue una buena serie. Family Guy: excelente!!! Los simuladores me encantó, realmente. En tu lista hay deudas personales, pero ya te he dicho anteriormente que no veo mucha tele. Gracias por tu reseña, me dieron ganas de ver algunas. Saludos
ResponderEliminar¡Esperemos que esas "deudas personales" aparezcan en los puestos del 10 al 1!
EliminarSherlock es de mía favoritas, los actores son muy buenos y aunque hay que esperar mucho entre temporada y temporada mere la pena con creces! (Y es comprensible porque es como rodar 3 películas). Buffy... Que decir de Buffy? Es una serie que marcó mi infancia y tengo muchas ganas de volver a verla. Scrubs nunca la he seguido, han sido capítulos sueltos los que he visto pero la verdad es que no me convence demasiado, no está mal pero tiene algo que no me hace disfrutarla tanto como debería.
ResponderEliminarSherlock es increíble, pero no la pude poner más arriba en el TOP todavía. Supongo que es porque la serie todavía está creciendo y en emisión. Viene mejorando temporada a temporada, ¡pero se hace desear tanto! (Te juro que preferiría un capítulo al mes, jaja).
EliminarBuffy me marcó también, tremenda serie.
¡Me encanta Scrubs! :D
ResponderEliminarYou and me, both.
EliminarMuy buen resumen de lo que sucedió con Lost. También muy bueno lo que dijiste acerca de Family Guy y Los Simpson, ¡apoyo esa moción con toda violencia!, aunque no se si murieron en la 10, que mutaron para peor (para mucho peor) seguro.
ResponderEliminarBrindo por la inclusión de Los Simuladores en tu lista.
Y me diste ganas de ver True Detective y la de Sherlock.
Muy buen laburo, esperaremos las próximas 10 y te meto presión: ¿Breaking Bad nº1?
Abrazo!
Mirá Sherlock y True Detective. Es el momento de hacerlo porque están recién comenzando (Sherlock arranca la 4ta temp el año que viene, y True Detective la segunda).
EliminarBreaking Bad entra en el top 10... es todo lo que puedo decir, jaja.