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viernes, 28 de septiembre de 2018

Sunset Boulevard y la decadencia del cine mudo


Sunset Boulevard es una calle de 39 km que atraviesa Hollywood y Beverly Hills en su camino hacia el Océano Pacífico. Asociada históricamente con la industria del cine –muchos estudios y casas de celebridades se ubican allí– es también el título y escenario de la excelente sátira de Billy Wilder al séptimo arte. Hoy, 68 años más tarde, sigue siendo un clásico absoluto y extremadamente contemporáneo.




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El crepúsculo de los dioses

Estamos el año 2018 y Sunset Boulevard continúa siendo la mejor película hecha en Hollywood sobre Hollywood.

Se siente especialmente actual en épocas donde la Academia se plantea polémicos cambios en su ceremonia, la serie de acusados por abusos en Hollywood continúa en alza y las producciones buscan la manera de ser más inclusivas para adaptarse a los cambios sociales.

Si bien el director de origen austríaco ha hecho grandes películas (Double Indemnity es uno de los mejores policiales negros de la historia del cine, por ejemplo), ésta es la película por la que probablemente sea más recordado.

El título original se refiere a la famosa avenida, pero esconde, simultáneamente, un doble sentido. “Sunset” en inglés significa ocaso o crepúsculo. Sugiere decadencia, que justamente es el tema principal de la película. De hecho, en Latinoamérica se la conoció como “El ocaso de una vida” o “El ocaso de una estrella”.


La historia está narrada bajo la perspectiva de Joe Gillis (William Holden), un joven escritor de segunda mano que, escapando de sus deudas, se refugia accidentalmente en la mansión de Norma Desmond (Gloria Swanson), antigua estrella del cine mudo.

Desmond es amargada, delirante y depresiva. Vive totalmente fuera de la realidad, encerrada en su enorme mansión y acompañada únicamente por su fiel mayordomo Max (Erich von Stroheim). Cree, falsamente, que sus fans todavía la están esperando y que está a tiempo de tener un gran regreso. La llegada de Joe Gillis reaviva la chispa de su pasión y las ganas de reaparecer ante el mundo cinematográfico.

Contexto y elogios

Sunset Boulevard fue nominada a 11 premios de la Academia, una proeza que sólo habían conseguido unas pocas películas por esa época. Se llevó tres estatuillas a su casa: dirección de arte, música y mejor guión. Perdió el premio a Mejor Película contra All About Eve.

Se encuentra en el puesto #16 del American Film Institute de las mejores películas norteamericanas y dos de sus frases forman parte del panteón de las más icónicas del cine: "All right, Mr. DeMille, I'm ready for my close-up" (en la perturbadora escena final) y este célebre diálogo:

«Joe Gillis: You're Norma Desmond. You used to be in silent pictures. You used to be big.
Norma Desmond: I am big. It's the pictures that got small.»

Desde sus inicios (a principios de los 1900) el cine ha sufrido únicamente dos grandes cambios tecnológicos que modificaron sustancialmente su esencia.

El último sucedió en los años ´90, con la aparición del CGI. Fue por esa época donde el uso de efectos por computadora explotó hasta convertirse en algo cotidiano, reemplazando –casi en su totalidad– a los efectos prácticos, animatronics, marionetas y otros efectos más artesanales como el stop-motion.

Hoy no sólo una inmensurable cantidad de películas norteamericanas utilizan CGI, sino que además Hollywood se apoya prácticamente en los efectos por computadora.

Pero el primer cambio ocurrió mucho antes, a principios de los años ´30. Fue la transición del cine mudo a las películas con sonido, que modificaron todo el negocio cinematográfico.


Tendemos a creer que el cine era todavía un bebé cuando llegó el sonido, pero lo cierto es que la sociedad ya había tenía sus dos buenas décadas de cine mudo. Algunas de sus estrellas eran de las personas más famosas del mundo.

La llegada del sonido al cine es, probablemente, el cambio más significativo en toda su historia. Claro que tuvimos la transición al cine con color, pero eso no dejó a ningún actor sin laburo. Muchísimos actores mudos, sin embargo, vieron un fin prematuro a su carrera con la aparición del sonido. De pronto la dicción, locución y acento eran importantes. La actuación dejó de centrarse en gestos y expresiones faciales: la comunicación era verbal, siendo el diálogo la herramienta narrativa por excelencia.

En Sunset Boulevard, Norma Desmond en un momento critica esta nueva modalidad: “We didn't need dialogue. We had faces!”. Era como si los actores hubieran sido entrenados para jugar al tenis y ahora los mandaran a un partido de rugby. Algunos pocos se adaptaron al cambio, la mayoría desapareció del medio.

Veinte años más tarde llegó la década de los ´50 (que considero una de mis épocas favoritas para el cine). Había pasado suficiente tiempo como para que Hollywood comenzara a reflexionar sobre esta transformación. Singin' in the Rain (1952) tomó la temática de esta transición en tono de comedia musical.


Dos años antes estuvo el film de Billy Wilder, una fina ironía con la que retrató los excesos del mundo de Hollywood y la decadencia del cine mudo. El narcisismo, el doloroso paso del tiempo y el desesperado intento de recuperar algún tipo de esplendor perdido se concentran todos en el personaje trastornado de Norma Desmond.

La rebeldía de Wilder

Billy Wilder ya era un director exitoso por aquella época, lo que fue un factor esencial para poder salirse con la suya con esta película que, básicamente, le pega durísimo a Hollywood. Pero la película es mucho más que eso, porque el realizador se las ingenió para brindarle una autenticidad especial.

Por ejemplo, en lugar de crear un estudio de cine ficticio en el que tenga lugar la historia, convenció a los estudios Paramount (adonde dirigía físicamente su película) que lo dejaran usar el mismo nombre y el lugar, creando una metatextual narración.

Al mismo tiempo, el legendario director Cecil B. DeMille tiene un rol fundamental en la trama, otro famoso director de cine mudo (Erich von Stroheim) actúa de mayordomo, la estrella de cine Buster Keaton tiene un cameo muy divertido y la columnista Hedda Hopper actúa de sí misma.

La misma actriz principal, Gloria Swanson, es una elección de elenco interesante. Igual que su personaje de Norma Desmond, la actriz fue una estrella del cine mudo, con un estilo de vida extravagante, una mansión en el mismo boulevard y buscando un camino de regreso a Hollywood. Puro arte imitando a la vida real.

¡Hay una escena en la que Norma y Joe hasta miran una película de cine mudo en la que actúa una joven Gloria Swanson!


Queen Kelly, de 1929.


Out with the old…

Norma Desmond y Joe Gillis representan los estados viejo/tradicional y nuevo/moderno de Hollywood. Norma es exagerada y melodramática. En su vida cotidiana se comporta como uno de sus personajes de la ficción muda. Joe, mientras tanto, es más centrado y quiere escribir un guión interesante que represente los nuevos valores del cine. Mientras que ella mira siempre hacia atrás, él sólo tiene ojos para observar al frente: el futuro, el progreso.

Double Indemnity es la película esencial del género negro y posee todos los elementos que lo definieron: el estilo, la narración en off, la femme-fatale, el anti-héroe de moralidad gris, los diálogos afilados, las temáticas oscuras, etc. Sin embargo, Sunset Boulevard es también otro exponente importante del género.

Para empezar, la trama (narrada a modo de flashback) comienza con un muerto en la pileta de la mansión Desmond. No sabemos quién es el muerto o qué sucedió exactamente. El look and feel de la película y la narración del protagonista están muy en sintonía con los clásicos elementos del film noir.


El cine negro fue otro de los movimientos progresistas que fueran dejando obsoleta a la ficción muda. Se apoya fuertemente en voces en off y diálogos rápidos y filosos que habrían sido imposibles de reproducir por el cine mudo.

El simbolismo de los autos

Notemos también cómo los vehículos –indudables avances tecnológicos de la época– representan un simbolismo curioso en Sunset Boulevard.

Todo el conflicto se dispara porque Joe no puede pagar las deudas de su auto. La agencia lo está persiguiendo y en su escape encuentra el gran y vacío garage de Normad Desmond, lugar ideal donde introducir su auto (pueden interpretar la metáfora como quieran).


Lo cierto es que, en la película, los autos representan la virilidad masculina. Estar sin vehículo en una ciudad como Los Ángeles es peor que ser impotente sexual. Más adelante, Paramount Pictures se interesa en Norma sólo por su automóvil vintage, otra actitud que simboliza la obsesión de Hollywood por las apariencias.

Conclusión

Sunset Boulevard ha sido llamada la película más terrorífica de Hollywood sobre Hollywood. Ciertamente tiene algunos elementos pertenecientes al horror: una mansión vieja y críptica (llena de metafóricos fantasmas), una mujer delirante que va descendiendo progresivamente hacia la locura total y hasta un chimpancé muerto y enterrado en el patio.

Han existido películas sobre hacer películas (cine dentro de cine) desde los orígenes del séptimo arte. Esta historia, sin embargo, es especial por ser una certera y atroz representación de cómo Hollywood sepulta y destruye a sus propios legados.

El contexto específico quizás haya cambiado con los años, pero las ideas generales expuestas en Sunset Boulevard se mantienen muy vivas y contemporáneas todavía hoy. Quizás, incluso, mucho más que en aquellos años ´50.


Billy Wilder se propuso contar un relato de lo que sucedía en el momento. Y accidentalmente, como quien no quiere la cosa, terminó creando un clásico atemporal.

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4 comentarios:

  1. La vi hace un tiempo, tendría que volver a repasarla antes de leer todo tu post.
    Este finde que llueve (y no tiene pinta que pare) puede andar eh

    Abrazo fiera!

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  2. Obra maestra de uno de los mas grandes.
    Y buen artículo por cierto ;)

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