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sábado, 28 de octubre de 2023

Mis 7 peores juegos indies en Steam

 

A veces uno se compra algo en Steam sin pensarlo demasiado. Llegás por una recomendación externa, su aspecto visual o, simplemente, porque está muy barato y te ves tentado. A mí esto, en general, me termina saliendo moderadamente bien. Sin embargo, también me he llevado unos chascos enormes.



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Anti-recomendaciones y un toque de rant

En esta nota, una lista de videojuegos que compré baratos en Steam, los jugué por un par de horas, no me convencieron y los terminé abandonando. Algunos son decididamente pésimos. La mayoría sencillamente no fueron de mi interés y me aburrieron. Tengo el tiempo demasiado contado como para malgastarlo en gaming fastidioso.

Vean este post, si quieren, como una suerte de listado de anti- recomendaciones. Seleccioné siete títulos únicamente para que el post no fuera eterno y, también, porque son los que más decepcionaron.

Aproveché a incluir los valores actuales en pesos argentinos, para que vean cuánto se están ahorrando por no comprarlos. Claramente, estos valores vuelan a la mierda cuando se dolarice el servicio el próximo mes. 

En fin, empecemos.



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Crypt of the NecroDancer (2015, valor actual: 210$)

Sí: Crypt of the NecroDancer ES un buen juego. Sólo me hinché las pelotas porque es endemoniadamente difícil y no tenía ganas de estar sufriendo tanto. Mi vicio tiene que ser relajante, no (tan) frustrante.


Por si nunca lo escucharon nombrar, es un juego de ritmo roguelike bastante incondicional. Básicamente, tenés que moverte sí o sí al ritmo de la música de fondo o morís. Es bastante confuso al principio, pero cuando te acostumbras a la mecánica, termina siendo entretenido. De hecho, yo lo vicié bastante y me cansé sólo cuando no había manera de atravesar la segunda mazmorra.

El tema es que depende muchísimo de la suerte y no tuve paciencia. La forma en que luchás contra los enemigos aprendiendo sus patrones predecibles es interesante, pero a mí me gusta poder controlar a mi personaje con mayor fluidez y no limitarme a moverme o actuar según un ritmo. En resumen: no fue lo mío.

 

The Padre (2019, valor actual: 42$)

Esté sí es bien malazo. A veces, con ser un indie que se vea lindo no alcanza. Este juego es directamente injugable, no por tener mecánicas complicadas o gran complejidad, sino porque está super bugueado y es enteramente defectuoso.


Se trata de un videojuego de terror y aventura gráfica al estilo de los viejos clásicos. Recuerda deliberadamente a los primeros Alone in the Dark. Esta propuesta tiene una pata en el point and click y otra en el survival horror, con algo de combates que son súper frustrantes.

La historia comienza bien, pero no tarda en volverse confusa, acumulando objetos y salas por explorar sin tener claro qué progresos estamos haciendo. Las peleas y el diseño de enemigos tampoco son ni atractivos ni divertidos. Todo en The Padre es muy torpe y ejecutado pobremente. Pese a que quizás haya sido un diseño intencional, resulta exasperante.

Es uno de esos casos donde todo apuntaba a ser un juegazo indie, con divertidas referencias al género y una exploración a la vieja usanza, pero falla tanto en lo visual como en lo técnico. Nada de lo que hace lo hace bien, y aunque podría haberlo terminado de jugar, sólo me habría generado más enojos.

 

Arcade Paradise (2022, valor actual: 1400$)

Mi rant continúa con Arcade Paradise, una suerte de walking simulator que promete convertir el negocio de lavandería familiar en un paraíso de fichines.


El juego comienza bastante copado y nunca evoluciona realmente. Le falta mucha profundidad y los minijuegos que presenta son medio un desastre. Me gustaba la idea general del título, aunque con frecuencia terminaba grindeando minijuegos que no disfrutaba en absoluto sólo para conseguir el impulso de popularidad necesario para progresar.

También tiene una enorme cantidad de errores y fallos más pequeños que dificultan el disfrute, desde problemas con la interfaz de usuario hasta hitboxes bugueados. Amo los fichines, pero este juego no les hizo justicia. La verdad, para el olvido.

 

Wizorb (2012, valor actual: 130$)

Otro que prometió un montón y me decepcionó. Amo los indies que mezclan uno o más géneros (y que lo hacen bien, obvio). Yoku´s Island Express lo hace magistralmente bien –por mencionar un caso de ejemplo– juntando las mecánicas del pinball con un metroidvania.


Lamentablemente, no puedo decir lo mismo de Wizorb, que se presenta como un Arkanoid con elementos de RPG. Es un concepto innovador que, por desgracia, no hace nada único en términos de diseño de niveles o mecánicas de juego interesantes. Me aburrí rapidísimo.

Fue divertido durante la primera hora. Luego se volvió tedioso. Dice tener elementos de RPG, aunque en realidad no es tan así, a menos que realmente te guste dar todo tu dinero a la gente del pueblo. ¡A otra cosa!

 

Garden Story (2021, valor actual: 89$)

Garden Story es un buen ejemplo de un indie que toma prestadas muchas mecánicas de otros juegos (Stardew Valley es el más fácil de señalar), aunque nunca encuentra una manera de hacer que se fusionen adecuadamente. Junto con una historia y un mundo poco interesantes, no hay nada que lo haga destacar del resto.


Es un juego decente, visualmente muy bello… y con muchas decisiones de diseño frustrantes. Por ejemplo, podés moverte 360 ​​grados, pero solo mirar (y atacar) de una de cuatro maneras, y no es posible cambiar la forma en que mirás mientras cargás un ataque.

Tampoco podés guardar la partida a menos que duermas, y no podés dormir si no estás "cansado", y para algunos eventos tenés que esperar hasta el día siguiente para ello. ¿¡A quién se le ocurre!?

Podría seguir un rato diciendo que el juego te ofrece demasiadas armas y elementos sin una buena forma de cambiar rápidamente, o que el combate no evoluciona… pero se entiende la idea. La jugabilidad es bastante floja de papeles. Al menos tiene buena música y un bonito estilo artístico.

 

Factorio (2020, valor actual: 2500$)

Odio los juegos de crafteo. Los ODIO. Simplemente no son lo mío. A ver, puedo aguantar un cachito dentro de un juego más grande, como ocurre en el DoTA, The Last of Us o el hermoso Stacklands. Pero no me des un Minecraft, Valheim o Terraria, porque corto menos diez.


Así y todo, le di una chance a Factorio. Primero porque me lo recomendó un compa de laburo. Segundo porque los pibes del grupo querían probarlo. Y lo jugamos una buena cantidad de horas… pero… paja…

Factorio es un juego en el que construís y mantenés fábricas. Los que logran entrar en ese mambo, dicen que se te mete bajo tu piel y roba tu tiempo como un vampiro. Para mí fue llevadero por un par de horas y luego ya necesitaba otra cosa.

 

Kero Blaster (2015, valor actual: 130$)

Me dejé para el final el peorcito (y también el que me inspiró esta nota). Kero Blaster prometía ser un plataformero que homenajeaba a los clásicos de Apogee. Desafortunadamente, está rotísimo.


El personaje se controla como un astronauta con un palo metido en el culo: increíblemente rígido. El juego también es súper irrespetuoso con el tiempo del jugador. Por ejemplo, tenés que reiniciar todo el nivel si perdés.

Lo más curioso es que Kero Blaster es de los mismos desarrolladores que Cave Story, uno de los indies más reconocidos y celebrados. Lo debo haber jugado hasta la mitad y me cansé porque tiene controles deficientes y un sistema de guardado frustrante. El diseño de niveles tampoco ayuda; se siente plano en muchas áreas. Digamos que no es una clase magistral de cómo hacer un buen indie. DESINSTALAR.

 

Estos son mis 7 peores juegos indies en Steam. ¿Cuáles son los tuyos? Contame tus anti-recomendaciones en los comentarios.

 

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