Everhood: la reconstrucción de Undertale

 

Este surrealista videojuego de 2021 parece un rip-off del genial Undertale, pero tiene mucha más complejidad de la que aparenta. Reseña de Everhood, un indie que mezcla un sistema de combate rítmico con exploración RPG.

 

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Momentos divinos de la verdad

El título completo de este indie de 2021 es Everhood: An Ineffable Tale of the Inexpressible Divine Moments of Truth. Se trata de un Adventure-RPG poco convencional que tiene lugar en un mundo inexpresable lleno de divertidas batallas musicales y encuentros tan extraños como deliciosos. En pocas palabras: un delirio místico.

Después de llegar a un acuerdo con una voz misteriosa, el juego te pone en control de la marioneta de madera llamada Red, cuyo brazo acaba de ser robado por el Blue Thief bajo las órdenes del codicioso Gold Pig.

Haciendo equipo con Blue Thief –después de que Gold Pig también le robara a él las piernas– Red viaja a través del reino extraño y desconectado de Everhood, topándose con un elenco de personajes coloridos y participando en batallas musicales en su viaje para llegar a la guarida de Gold Pig y recuperar su brazo.

El juego se divide entre la exploración al estilo RPG (pequeños puzzles, recuperar ítems, charlar con los NPC´s) y el sistema de combate rítmico, que es lo más original que tiene. A diferencia de los juegos de ritmo clásicos, donde uno tiene que tocar cada nota que aparece, Everhood requiere todo lo contrario: que evites que las notas lleguen hacia tu personaje.

Everhood no hace demasiado para esconder las influencias de Undertale. Sin embargo, la influencia brilla más en cómo vuelve a examinar los mismos tropos de videojuegos que Undertale criticó y los redefine para que funcionen en un nuevo contexto. Ya volveremos sobre este punto.

 

Una aventura en tres actos

La aventura lleva unas 6-7 horas si uno no busca completarlo al 100%. Se divide en dos actos muy marcados, y un tercero bastante (más cortito) a modo de epílogo. En este sentido me recordó un poco a Inscryption, porque cada acto mete un giro de 180° en la dirección y mecánicas de juego.

En particular, yo disfruté muchísimo del primer acto por todas las novedades que presenta. Las primeras 3 horitas se sienten muy frescas, siempre cambiantes y muy atrapantes. Si bien las batallas rítmicas se mantienen, ocasionalmente encontramos variaciones como minijuegos variados, carreras de kartings o campañas tipo D&D que renuevan el interés.

Por el contrario, el segundo acto está menos logrado. Se agrega una nueva forma de batallar contra los enemigos que no me terminó de convencer. Todo se torna muy repetitivo y me empezó a dar un toque de paja. Igualmente tiene sus momentos.

El punto principal de la segunda parte, luego de derrotar a Gold Pig en el primer acto, involucra a Red matando a todo lo que se nos cruza. Incluso tampoco se salvan cosas como checkpoints, puertas a las diferentes áreas y el cursor del mouse.

A diferencia de Undertale, cuya ruta de genocidio se consideraba malvada, en realidad esto es algo bueno, ya que todos los personajes están atrapados por su inmortalidad y hace mucho tiempo que perdieron toda dirección y significado en sus vidas.

No quiero meterme mucho en la historia porque tiene sus vueltas y vale la pena experimentarla por uno mismo.

Sí me gustaría aclarar que Everhood puede ser tan fácil o difícil como uno lo decida porque tiene 6 niveles de dificultad disponibles. Pueden cambiarse en cualquier punto del juego. Son: modo historia, fácil, normal (la dificultad que elegí yo), difícil, experto y CRAZY. Hay un séptimo nivel (modo insane) que solo se puede jugar después de obtener el New Game +.

 

La reconstrucción de Undertale

Hablemos del elefante en la sala (una frase que suena mucho mejor en inglés, definitivamente). La inspiración acá ni siquiera se esconde: algunos temas básicos y muchos de los trucos de Undertale están todo ahí.

La llegada de Undertale en 2015 rompió con varios moldes dentro del mundo gamer. Este pequeño RPG indie presentaba mecánicas de combate innovadoras, diálogos muy graciosos, una oscura mitología y un soundtrack impresionante.

Con Undertale yo la flashié mal. Me recontra enganché con la historia, lo jugué en sus tres caminos posibles (las rutas neutrales, pacifista y genocida) y pasé días enteros leyendo sobre el lore, las teorías de fans y los muchos secretos que esconde.

Everhood es... decente. No se acerca al mismo nivel de pulido. Pero al menos acá tenemos un sistema de juego bastante original con algunas melodías muy buenas. La historia y la metanarrativa es donde me parece que falla. Disfruté de la mayoría de las batallas guitar-hero-bullet-hell, pero el diálogo me aburría un poco.

Everhood no tiene personajes memorables como la obra de Toby Fox, que los construía lentamente, con conclusiones que se sentían ganadas. Acá la mayoría solo tiene unas pocas líneas de diálogo extravagantes y yo no pude ni recordar la mayoría de sus nombres.

De todas formas, Everhood tiene su mérito y hace un trabajo respetable al tratar de reconstruir algunas de las cosas en las que se basa Undertale. Por ejemplo, Undertale criticaba al jugador por tratar a los monstruos como enemigos desechables, e intentar un Genocide Run es el bad ending. De hecho, en Everhood, ir por la ruta pacifista le da al jugador un mal final.

Everhood responde a esto dando la vuelta a toda la dinámica de la Ruta Genocida. Espera que simpatices con todos los personajes nombrados y los veas como más que enemigos desechables, pero matarlos sigue siendo un acto heroico, ya que todos los personajes están atrapados en la inmortalidad y se les impide entrar en el ciclo de la reencarnación, volviéndose locos lentamente desde los millones de años que han pasado atrapados

Y, a diferencia de Undertale, acá no tenés que matar a todos los personajes o pasar horas buscando encuentros aleatorios, lo que significa que la experiencia es más amigable para el jugador.

Otra diferencia notable (mini spoiler por acá) es que Undertale señala que reiniciar después de alcanzar el Golden Ending arrancará a todos los personajes de su final feliz y los devolverá al principio. Everhood también reconoce sutilmente que comenzar un New Game Plus enviará a todos los personajes al principio y los alejará del final, pero lo presenta como algo bueno.

Una vez que todos los personajes han muerto, son enviados a una cámara que se asemeja a un mandala budista atendido por un sabio, lo que implica que ellos reencarnarán después de que termine el juego. Se supone que los personajes de New Game Plus son ellos mismos reencarnados, lo que significa que comenzar un nuevo juego es simplemente una parte natural del ciclo de vida y muerte.

 

Palabras finales

Más allá de las comparaciones (que suelen ser odiosas, pero en este caso inevitables), Everhood funciona como un loco viaje de LSD en el que te ponés a pensar en la inmortalidad. El humor y personajes son indudablemente similares a Undertale (por ejemplo, el Professor Orange es una burda copia de Papyrus, con su fijación en ponerle trampas al jugador)… aunque lo suficientemente diferentes como para tener identidad propia.

Me daba mucha risa que todo tratara de matarte. Tu primer oponente real en el juego después de Frog (que funciona como el tutorial) es… ¡un cajero automático asesino! (el ATM en realidad significa: Automated Terror Machine).

Más adelante, las cosas que pueden atacarte incluyen un tacho de basura, una cuerda para saltar, el túnel de una mina (que en realidad está embrujado por un fantasma), el cursor del mouse y el mismísimo Sol.

Otro aspecto muy copado es cuando las batallas cambian las perspectivas y la interfaz para volverte las cosas más complicadas: rotar la pantalla, estirar visualmente el campo de juego, cambiar los colores, invertir los controles, oscurecer la pantalla por un segundo, ataques que ondean entre carriles y distorsiones estáticas, entre otras cosas.

Comienza sintiéndose muy copia de Undertale y, afortunadamente, gradualmente encuentra su ritmo (pun intended). Lejos de ser perfecto, Everhood es una experiencia única y súper entretenida. Tiene una gran banda sonora, controles sólidos y es increíblemente creativo con sus mecánicas de juego, especialmente durante la primera mitad de la historia.

Lo que lo aleja de ser algo mejor es que su argumento es un poco desordenado y se estira más de lo necesario (tiene más finales falsos que Return of the King).

 

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