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martes, 18 de octubre de 2022

Cine y TV en 2022: el año de las precuelas

 

Better Call Saul se fue con una nota altísima y, rápidamente, House of the Dragon y The Rings of Power llegaron para tapar el hueco y demostrar que hay potencial en las precuelas. Un breve análisis de las precuelas de TV y cine en 2022.

 



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Cuando la precuela supera a la original

A lo largo de mi vida, la noticia de que una obra de ficción que amaba tendría una precuela solía llenarme de decepción. ¿Por qué tendría que interesarme por los eventos previos de todo lo que ya se ha visto?

No ayudó que mis años de adolescencia y temprana adultez hayan estado representados por malas precuelas. Sólo en el cine me vienen a la mente los primeros episodios de Star Wars, The Scorpion King (2002), Underworld: Rise of the Lycans (2009), la poco recordable trilogía de El Hobbit y X-Men Origins: Wolverine (2009).

El mayor problema que tuve con las precuelas antes de 2022 fue saber exactamente a dónde conducirían. Tomemos Better Call Saul, por ejemplo. Breaking Bad es una de las mejores series de todos los tiempos. Sin embargo, la revelación de que un spin-off ambientado antes de los eventos del ascenso de Walter White estaba en camino no despertó nada dentro de mí.



Pensé que, como ya sabía adónde me llevaría el viaje de Saul, nada valdría realmente la pena. ¡Qué equivocado estaba! Better Call Saul es un serión con identidad propia que quizás hasta logró superar al producto original.

 

Las obras de Tolkien y George R. Martin

Afortunadamente, parece que la maldición se terminó… al menos en el terreno de la pantalla chica.

La genialidad del escritor Vince Gilligan parece ser la excepción que confirma la regla. Sin embargo, The Rings Of Power y House of the Dragon están demostrando que las precuelas aún pueden sorprender y ser sólidas. Y, por supuesto, ninguno de los proyectos me llenaba de entusiasmo cuando escuché por primera vez sobre ellos.

Mi escepticismo era especialmente fuerte con HotD debido a la horrenda forma en la que terminó Game of Thrones. La temporada final no sólo no es buena, sino que además desarma y masacra todo lo que se fue construyendo antes.

Naturalmente, estuve viendo House of the Dragon porque ya estaba enganchado con la franquicia. Gracias a todos los Dios Antiguos, el espectáculo ha sido absolutamente fantástico hasta ahora.

La forma en que se vuelven a contar historias que se basan en rumores de los libros es fascinante, sin mencionar que nos brinda una mejor visión del retorcido pasado de los Targaryen (algo que se mencionó constantemente en GoT).



HotD no es perfecta. Creo que tiene un serio problema de ritmo. Los saltos temporales no siempre convencen porque son a costa del desarrollo de personajes. Hay episodios que terminan con momentos increíbles sólo para mostrarte un capítulo siguiente que ocurre varios meses o años después. Está claro que están apurando los eventos para llegar a la Danza de Dragones, pero a mí me habría gustado otro tipo de acercamiento.

Mientras mis lunes están ocupados por House of the Dragon, los viernes eran para The Rings of Power, que acaba de terminar su primera temporada.

En este caso está sucediendo lo contrario: la serie se movió muy despacio y quedó claro que están jugando al largo plazo. Los más puristas en general la han estado defenestrando por alejarse tanto del material fuente, aunque yo que no soy lector de los libros de Tolkien– le encuentro su atractivo como una adaptación más libre.

Especialmente considerando lo apestosas que fueron las películas de El Hobbit, nos podría haber ido mucho peor. The Rings of Power tiene lugar mucho antes de que los Hobbits viajaran a Mordor.



Amazon Studios parece haber logrado un equilibrio en el que hay suficientes cosas divertidas para los fanáticos acérrimos de Tolkien y para el espectador más casual. Me debo una reseña más detallada para poder explayarme.

 

Hay precuelas y precuelas…

Si bien los tres programas que mencioné cambiaron firmemente mi postura sobre las precuelas, no todo 2022 ha sido sobresaliente en este aspecto. Obi-Wan resultó ser tan genérica como olvidable… la franquicia de Star Wars realmente está complicada con sus historias pese a tener muchísima mitología previa con qué trabajar. Aún no arranqué Star Wars: Andor, que parece estar un poco más pasable.

De todas formas, casi se siente como si alguien hubiera descifrado el código de la precuela y otros estuvieran descubriendo lentamente la fórmula ganadora. En el cine ocurrió hace unos años con las adaptaciones de videojuegos, que siempre fueron desastrosas hasta la llegada de películas como Detective Pikachu y Sonic the Hedgehog

Aun así, siempre hay una de cal para cada una de arena. Las precuelas nos están invadiendo y continúan siendo un hit or miss. En serio, ¿quién pidió cosas como Orphan: First Kill, Minions: The Rise of Gru o Lightyear?

Ni hablar de Fantastic Beasts: The Secrets Of Dumbledore. De por sí J.K. Rowling se convirtió en una personalidad nefasta en el último tiempo. Pero, además, las precuelas de Animales Fantásticos han ido de mal en peor y ya ni siquiera valen el esfuerzo.



El caso de Prey como precuela

Afortunadamente, por cada precuela berreta tenemos cosas como Prey, que sin querer terminan siendo de lo mejor del año. La película es muy sencilla en su argumento, pero se las ingenia para hacer mucho con muy poco, tanto narrativa como estilísticamente hablando. Me sumó mucho también que haya estado filmada 100% en exteriores (en Canadá), lo que brinda una inmersión adicional.

La acción no está al nivel de John Wick ni de la original de John Mctiernan, aunque es súper efectiva. Hay varios momentos muy copados, algunos one-shots emocionantes y una buena dosis de sangre y tripas que justifican la calificación “R”.

Otro factor clave es que Prey, a pesar de ser una precuela, apenas tiene referencias o guiños a sus predecesoras. Quizás el fanservice más importante sea el de la pistola antigua (que conecta con Predator 2) y alguna que otra frase clásica de la original de 1987.




Palabras finales

La tendencia de interminables continuaciones de series y películas no es reciente. Desde los años ´70 (y el nacimiento de las exitosas blockbusters como Tiburón o Star Wars), las precuelas han sido un elemento básico para alegría de algunos fans y el detrimento de otros. De hecho, el dominio del mercado de gran presupuesto siempre ha sido polémico, y algunos argumentan que son adiciones flojas e innecesarias a historias ya completadas.

La ventaja que tienen sobre las secuelas es que son intrínsecamente más seguras de producir para los estudios porque pueden distanciarse del final de sus obras originales sin importar cuán buenas o malas hayan sido.

Al final del día, las precuelas contribuyen a la monopolización de la industria de la misma manera que las secuelas porque parece que el dinero y la atención de Hollywood se dirigen cada vez más a las mismas marcas y universos.



¿Cuándo fue la última vez que una película o serie original obtuvo la misma popularidad que Marvel o Game of Thrones? El cinéfilo promedio parece estar cada vez más limitado en sus opciones, ya que cada año las mismas IP dominan las taquillas y los espacios de cine. Una lástima.

Al menos HotD y The Rings of Power vienen siendo más que decentes. Y veremos qué pasa con la reciente The Winchesters, que ya sacó sus primeros episodios. Siendo un fan tan acérrimo de Supernatural… yo tengo mis serias dudas.

 

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=>> Otros posts sobre SERIES DE TV en el blog: “Análisis de Game of Thrones (Temporada 8)”; “Análisis del final de Breaking Bad”; “Mis 10 series favoritas de la década”; “5 series recomendadas de Amazon Prime”; “¿Betty o Verónica? El triángulo amoroso en la ficción”.

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1 comentario:

  1. Buena nota Lu.. De acuerdo en casi todo, pero son lentas.. muy lentas.. En un solo capitulo de cualquiera de las anteriores hay mas accion que en todo lo visto hasta ahora en las dos.. Es lo que hay..

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