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miércoles, 24 de agosto de 2022

Reseña de Wonder Boy: The Dragon's Trap (2017)

 

Originalmente concebido para la Sega Master System en 1989, Wonder Boy III: The Dragon's Trap recibió una remake magnífica en 2017 que incorpora visuales en HD y otras novedades. Reseña de este buen metroidvania ochentoso.

 



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De Master System a HD

Wonder Boy III es conocido en Japón como Monster World II: Dragon no Wana pero, en realidad, es el cuarto juego de la serie Wonder Boy. Un quilombo hermoso como sólo los orientales saben armar.

La historia comienza justo tras el final de Wonder Boy: Monster Land. Meka Dragon maldice a su asesino, nuestro héroe Wonder Boy, y lo convierte en Lizard-Man. Ahora tiene que recuperar su forma humana, obteniendo otras transformaciones en el proceso.

No conocí el juego original porque nunca tuve una Master System (mi infancia fue la Sega Genesis). La remake de 2017 llegó gratis a la Epic Games Store y le di una probabita porque suelo disfrutar las remakes de plataformeros clásicos.




Admito que al principio no me terminaba de convencer y estuve cerca de abandonarlo. Me parecía demasiado tosco y muy básica. Es sólo hasta terminar la primera sección –cuando The Dragon's Trap abandona el formato basado en escenarios (de los juegos anteriores) en favor de un enfoque de itinerancia libre– que realmente se pone interesante.

La verdad que me tomó por sorpresa, porque no esperaba que el juego terminara siendo un metroidvania muy divertido y desafiante.

 

The Dragon´s Trap: un salto tecnológico

Lo primero que hay que decir es que esta versión moderna se ve increíble. El estilo artístico está inspirado en los cómics, la animación y los videojuegos franco-belgas, en lugar del animé directamente. Fue el resultado de una colaboración entre el estudio francés Lizardcube y el creador original Ryuichi Nishizawa.

Con su salida, en 2017, recibió elogios de la crítica por el arte HD y música remezclada. Es tan fiel a la jugabilidad original que puede cambiarse entre imágenes/música/efectos de sonido antiguos y nuevos con solo presionar un botón.

Poder alternar rápidamente entre los gráficos y el sonido de la nueva versión con el original es impresionante, prácticamente una demostración de cuán lejos ha llegado la tecnología de los videojuegos desde la Master System, especialmente cuando podés hacerlo literalmente en cualquier momento del juego.



The Dragon's Trap también ofrece la opción de jugar como Wonder Girl, una versión femenina alternativa de la protagonista.

 

Lizard-Man es el Yamcha del equipo

La premisa principal del juego es que el héroe se transforma en varios monstruos y trata de encontrar una cura. Acá es donde aparece el aspecto metroidvania, porque cada dragón derrotado nos otorga una nueva forma, lo que permite acceder a más áreas o tener diferentes tipos de stats y habilidades.

La primera forma (Lizard-Man) es la única forma que realmente no necesitamos volver a utilizar después de obtener otra. Es más débil que el resto estadísticamente y el material promocional para la nueva versión de 2017 hasta lo muestra que fue golpeado en más de una ocasión. En otras palabras, es el Yamcha del equipo.

Hay un gran hub central (The Village) que se presenta como una sola área grande, dividida en muchas habitaciones, pasillos y espacios abiertos diferentes, con enemigos que respawnean en la mayoría de las áreas.

El progreso en el juego está impulsado por el descubrimiento de habilidades que nos permiten sortear obstáculos y desbloquear nuevas áreas, mientras que también sirven para comprar un arma lo suficientemente poderosa como para destruir ciertas paredes o hacer más daño a los enemigos.

The Dragon's Trap contiene algunos elementos RPG leves, como equipos que aumentan las stats o brindan upgrades. También es posible encontrar corazones ocultos en cada rincón que nos mejoren el max HP. Ya saben, lo tradicional de este tipo de experiencias.



A pesar de la apertura del juego, la progresión suele ser bastante lineal, con las áreas más difíciles separadas por barreras naturales como estantes altos, puertas cerradas con llave u otros obstáculos que solo pueden sortearse encontrando objetos o armas específicas.

Sin embargo, como todo buen metroidvania, también existen varias formas de sequence breaking que los jugadores expertos han encontrado para acceder a ciertas áreas antes de que se “suponga” que el jugador debe hacerlo.

 

Gráficos modernos, mecánicas viejas

En total a mí me llevó unas 6-7 horas completar el juego, si bien no lo hice al 100%. Además de ciertas mecánicas de anti-frustración incorporadas en esta versión moderna, The Dragon's Trap agrega seis mazmorras secretas llamadas The Unknown, una para cada una de las diferentes formas posibles

The Unknown contiene monstruos más fuertes y desafíos de plataformas más difíciles que en el juego original, y no podés cambiar de forma en el interior (incluso si se usa la Espada de Tasmania). Superar una mazmorra brinda una Charm Stone. Juntar las seis brindar el true ending del juego.

No suelen verse muchos remakes que reciban este tipo de tratamiento. Para un juego de Master System relativamente oscuro, se puso una cantidad fenomenal de detalles y cuidado tanto en las imágenes como en la banda sonora.

El juego ciertamente adolece de algunas de las mecánicas obsoletas de videojuegos que aún se conservan. Por ejemplo, encontrar elementos puede ser ridículamente difícil debido a las puertas ocultas y secciones que son casi imposibles de encontrar sin una guía. 



Otro problema es la falta de un fast-travel. No hay una forma rápida de viajar alrededor del mundo, por lo que tendés a dar marcha atrás con bastante frecuencia. Los jefes se sienten un poco tontos para los estándares actuales.

Sin embargo, este aspecto old-school puede llegar a ser seductor si uno quiere sentir que verdaderamente está jugando una experiencia de 8-bit con visuales modernas. Yo lo disfruté bastante por la cantidad de secretos que posee, los buenos controles y el entretenimiento que ofrece en general.

 

Palabras finales

La dificultad The Dragon's Trap está en el lado bajo. De hecho, la única dificultad real es encontrar a dónde ir a continuación, que se soluciona rápido con un pequeño vistazo a una guía.

Más allá de esto, es divertido explorar el mundo, encontrar nuevos equipos y probar las diferentes formas en las que se transforma el protagonista. Desafortunadamente, también hay un par de momentos frustrantes, especialmente al principio cuando no contamos con demasiadas habilidades.

Todos los remakes deberían usar a Wonder Boy III: The Dragon's Trap como modelo. Me encantaron los diseños de personajes y todos los pequeños secretos escondidos a lo largo de los niveles. Es cortito y encantador para los amantes de los plataformeros retro.




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