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martes, 21 de mayo de 2013

La verdadera finalidad del arte


Hace poco hablaba del Deus Ex Machina y mencionaba a Matrix. Hoy lo recuerdo nuevamente pero desde otro punto de vista: el simbólico. Gran parte de la historia original (hablo de la primera entrega) tiene que ver con Morpheo enseñándole a Neo la verdad sobre el mundo.

Él, al tragarse la pastilla roja, abre los ojos por primera vez y entiende lo que realmente somos: alimento para las máquinas, un simple paquete, un producto, una pila. Neo se adentra en el agujero de conejo para conocer los verdaderos misterios de la humanidad.

Me pareció una idea acorde para el tema de este post. Cuando nuestras acciones llegan a ser habituales se transforman en automáticas. Nuestros hábitos se refugian en un medio tan inconsciente como automático. ¿Cuántos de nosotros recordamos lo que es estar enamorado?

 Yendo un poco más lejos, ¿cuantos podemos reconstruir lo que se siente dar un primer paso (literal), tocar una cuchara por primera vez o empezar a hablar?



Al examinar las leyes con las que percibimos, no es muy difícil darse cuenta que vemos al mundo en piloto automático, igual que lo hacía Neo al comienzo de la película. Las leyes de nuestro discurso cotidiano, con sus frases inacabadas y sus palabras pronunciadas a medias, se explican por este proceso de desautomatización.

Me refiero a un proceso cuya expresión ideal es el álgebra, donde cada objeto ha sido reemplazado por un mero símbolo. Dicho objeto pasa justo al lado nuestro, pero como dentro de un paquete; sabemos que existe a través del lugar que ocupa, pero no vemos más que su superficie.

Cuando la vida compleja de tanta gente se desenvuelve inconscientemente, es como si esa vida no hubiese existido. La automatización devora los objetos, los hábitos, las acciones de cada día. Para dar sensación de vida, para sentir los objetos, para percibir que “la piedra es piedra”, y lo que se siente al sostener una cuchara por primera vez, existe eso que se llama arte.


En este punto creo que es importante aclarar: esta gran filosofía no se me ocurrió a mí, sino al padre del formalismo ruso: don Viktor Shklovsky. En su libro, “El arte como artificio”, sienta las bases de esta teoría que ahora les resumo.

Para Shklovsky, la verdadera finalidad del arte es dar una sensación del objeto como visión y no como reconocimiento, una idea que me fascinó cuando la leí. El arte, en todas sus formas, es un medio de experimentar el devenir de ese objeto. El trabajo que realiza el escritor se propone “brindar una obra que presente la realidad de manera novedosa, a partir de relaciones que no son las habituales”.

A través de este pequeño proceso de “extrañamiento” (darle un giro a lo que conocemos como realidad) procura que el lector desautomatice su percepción de la realidad. Así, la lengua utilizada en los textos literarios sería una lengua intensificada, que se desvía de los usos cotidianos y referenciales, y que estaría elaborada intencionalmente para lograr cierto efecto.



Por eso creo yo que la gente que se relaciona de alguna manera con el arte (escribe, dibuja, sabe mucho de música o cine, baila o actúa, etc.) tiene un poder de observación mayor. Detecta cosas que el común de la gente no, ergo: es muchísimo más interesante.


Uno de los medios para liberar al objeto del automatismo perceptivo, según el autor, es el aplicado por Tolstoi en muchas de sus obras: la singularización. Este consiste en no llamar al objeto por su nombre sino en describirlo como si lo viera por primera vez y en tratar cada acontecimiento como si ocurriera por primera vez.

Por ejemplo, podríamos singularizar la noción de látigo como: “(…) desnudar a la gente que ha violado la ley, hacerlos caer y azotar las nalgas desnudas”.

León Tolstói (el famoso autor ruso de obras como “Guerra y Paz” y “Anna Karenina”) utiliza constantemente este método de la singularización también en “Jolstomer” donde el punto de vista es el de un caballo y los objetos son individualizados por la percepción otorgada por el animal, no por la nuestra.

Estoy seguro a  Shklovsky la filosofía detrás de Matrix (más allá de ser un producto puramente comercial) le habría parecido fantástica. Él, como Neo, no habría dudado ni un segundo en ingerir la pastilla roja y dejar –de una vez por todas– el mundo de los sueños.

Si esta nota les gustó, la próxima… ¡les va a encantar! =)

¡No se olviden de dejar un comentario antes de irse!

13 comentarios:

  1. Grande Lu... bien ahi..
    Aunque, prefiero el bisftec !!
    saludos.

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  2. Esta claro que hay gente que tiene mas sensibilidad que otra para percibir, y a priori es mas interesante, pero no olvides lo peligroso que es salirse de lo "comun".
    Por otro lado esta el adquirir u opinar porque es moda, aunque no entiendas o no te guste, y aqui englobo a la mayoria de la gente que rodea el arte.

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    1. Jaja... bueno, en Argentina se nos conoce por ser "opinólogos"... hablamos mucho sin saber!! jaja =)

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  3. Hola Luciano! Un gusto pasar por acá! Muy interesante tu post.
    Cuando cursé Introducción a la Literatura también me gusto el enfoque de Shklovsky.
    Cuanto más miradas tengamos acerca de algo, mejor comprenderemos el objeto de análisis. Aunque nunca lo logremos del todo...porque siempre hay algo nuevo por descubrir, depende de quién mira...
    Mi blog esta abandonado hace tiempo! Gracias por pasar! Gracias a tu visita me volví a encontrar en él y a las cosas que me pasaban cuando las publiqué!! Saludos!!!

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    1. Gracias por el comentario!! =)

      Te invito a seguir recorriendo el blog, si sos bastante lectora (como yo) seguro vas a encontrar cosas interesantes. Saludos!

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  4. Mmmmmm.....delirante. Me gusto

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  5. Me encanto! Me sirve muchisimo para el final que tengo que dar mañana!
    Aguanten los blogs...
    Es mas, me diste ganas de empezar uno propio!
    Saluditos y gracias por esta entrada.
    :*

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    1. ¡No me hago responsable del resultado de tu final basándote en la info del blog! Jaja.
      La idea fue delirar un poco las ideas de Shklovski y la filosofía de Matrix, pero es todo en un ambiente informal, para charlar entre café y café. =)

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  6. Genial ! Me gustó mucho la nota, tanto porque es un texto que estoy leyendo en una de las materias de la U y a la vez porque me siento identificado con esa visión. Nunca dejar de sorprenderse por todo lo que ocurre día a día, segundo a segundo en la vida.

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    1. Uf, ¡qué nota vieja! Pero sigue siendo relevante, ja.
      Abrazo y gracias por comentar.

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