Páginas

viernes, 9 de febrero de 2024

Les Luthiers y más tropiezos de Mastropiero

 

El año 2023 se destacó por una cantidad notable de teatro en mi vida. Uno de los momentos más memorables fue ver la obra "Más Tropiezos de Mastropiero", el impresionante espectáculo que marcó la despedida de Les Luthiers. En este texto les comparto mis impresiones sobre la obra.



 

***

 

Les Luthiers: maestros del humor

Cuando pienso en los mejores comediantes de todos los tiempos, mi mente me lleva directamente a Jerry Seinfeld o a los Monty Python. Pero si tengo que decidir cuál creo que es el mejor grupo de comedia musical, la respuesta es indudable: Les Luthiers.

Los conocí de chico. Tendría no más de 12 o 13 años (era 1998-1999) cuando, con mi hermano Tomás encontramos unos viejos cassettes de “Mastropiero que nunca”, su obra de 1978.  Pese a que no podía ver lo que ocurría (porque era sólo audio), me enamoré profundamente.

¡Los escuchábamos una y otra vez! Pronto empezamos a alquilar los VHS de los shows y, con la llegada de Internet y Youtube, me los terminé descargando a todos. Y me obsesioné, chicos. Al punto que hoy me sé los gags de memoria. Y los cito una y otra vez frente a un público que se me queda mirando.


Desde sus comienzos en 1967 –hace más de 50 años– Les Luthiers es una estampa del humor argentino inteligente y uno de los orgullos más grandes de nuestro (endemoniado) país. Son queridos por todos los países de habla hispana.

A excepción de algunas de sus primeras obras de los años ´70, el grupo nunca ha recibido críticas negativas de sus presentaciones. Nunca. Algo absolutamente impensable.

 

Un nuevo elenco y la Gira Despedida

Tuve la suerte de poder verlos varias veces cuando Daniel Rabinovich y Marcos Mundstock todavía vivían. Primero fue en el estadio Ruca-Che de Neuquén. Luego en Bahía Blanca cuando trajeron Chist!, que era una antología de alguno de sus mejores sketches.

Me considero un fan absoluto de Les Luthiers y esperaba con ansias poder reencontrarme con ellos en el teatro. Por eso, cuando llegó la noticia de que harían su Gira Despedida, saqué entradas apenas salieron en venta para mi ciudad, Bahía Blanca.

El elenco, formado en 2019, tuvo que hacer algunos cambios debido a la partida de Rabinovich, Mundstock y Carlos Nuñez (quién dejó el grupo de forma voluntaria). Afortunadamente, terminó formándose por algunos nuevos que ya venían reemplazando a los actores desde hace años: Roberto Antier, Tomás Mayer-Wolf, Martín O’Connor y Horacio “Tato” Turano. Carlos López Puccio y Jorge Maronna permanecieron.


El espectáculo, estrenado el 18 de noviembre de 2022, tiene la salvedad de ser casi completamente nuevo. Hay tres sketches rescatados del repertorio histórico (como la clásica Aria agraria o Rhapsody in balls) y once obritas nuevas que se entrelazan en una suerte de narrativa para darle cierre a la biografía de Johann Sebastian Mastropiero.

Este hecho me entusiasmó muchísimo porque Les Luthiers venía reciclando clásicos y no había creado nada original desde Lutherapia en 2008. Y, por supuesto, su nuevo show no decepcionó en absoluto.

 

Mastropiero y sus diálogos con la cultura

El espectáculo comienza con un programa ficticio llamado “Diálogos con la cultura”. Allí se presenta a un peculiar compositor –tan desastroso e ingenuo, como cómico– que no es nada más que el más célebre personaje de Les Luthiers, Johann Sebastian Mastropiero (interpretado por Martín O´ Connor).

Habría dado muchísimo por ver ese papel en Rabinovich, pero tengo que decir que al menos O´Connor se la recontra banca. Esta es la primera vez que vemos realmente al personaje en escena, ya que sólo se venía mencionando su extraña vida y enigmática obra musical.

El entrevistador es un Roberto Antier sólido que, a medida que va desarrollando la entrevista, queda cada vez más perplejo con la estupidez de Mastropiero. Una estupidez que, en un brillante giro argumental final (que hasta me hizo lagrimear un poco), termina dándose vuelta en el último minuto.


Yo estaba sentado… pero no podía evitar querer ponerme de pie. Eventualmente lo terminé haciendo cuando todos en el público nos dejamos llevar por las emociones.

La cuestión es que el presentador de este pretencioso (y pedorro) programa cultural choca constantemente con las inesperadas respuestas de Mastropiero, quien parece ser incapaz de captar una indirecta o metáfora. Todo lo contesta de manera literal y absurda, llevándonos a los típicos gags de Les Luthiers con juegos de palabras.

Con este contexto de la entrevista –que recuerda bastante a otros presentaciones como la de Radio Tertulia en Todo por que rías– se van sucediendo los diferentes sketches que son, realmente, uno mejor que otro. Todo es un fabuloso desfile de ironía (muchos guiños a la política), sutiles parodias y algo de crítica social, siempre con un humor sano e ingenioso.


Radio Tertulia, un clásico de Les Luthiers


Tal como era de prever, “Más Tropiezos de Mastropiero” exhibe la extraordinaria habilidad del grupo para parodiar una amplia gama de géneros y estilos musicales. Desde villancicos que confunden tradiciones, hasta el cantar marchoso del ejército, pasando por el tango, jazz, blues y rock, esta obra ofrece un entretenimiento que enfatiza la inclusión continua de instrumentos informales de asombrosa manufactura y, obviamente, impecable afinación.

Cada uno tendrá sus sketches favoritos. A mí me gustaron mucho Don Ciccio, el bolero de protesta Ella me engañó, la marcha semifúnebre Partitura invaluable y La clase de música, que es espectacular por cómo la descose Tomás Mayer-Wolf. En este último, vemos cómo se revierte la relación del maestro de música clásica (Antier) y el joven rebelde (Tomás Mayer-Wolf) hacia un furioso elogio al rock a cuatro manos sobre el piano. Es impresionante.

Otro gran acierto es Days of Doris, que se burla del lenguaje inclusivo, la identidad de género y lo “políticamente correcto”. Me reí mucho con ese sketch.


Palabras finales

Les Luthiers se retiran de manera definitiva. No solo finalmente dan un rostro al enigmático compositor y plagiador Günther Frager (¡ya era hora!), sino que sus integrantes retribuyen el cariño de su leal audiencia, que los ha acompañado durante más de medio siglo, con un espectáculo que supera las dos horas de duración.

Dos horas (y algo más) que pasan volando, dejando el deseo de que el espectáculo hubiera sido aún más extenso.

También es justo decir que la materialización de Johann Sebastian Mastropiero (si bien funciona como hilo narrativo) culmina toda una era sobre un personaje etéreo, un ser mítico que pierde sus atributos legendarios que eran antes narrados para convertirlos en los de un hombre común y corriente.

No es mi intención spoilear el final del espectáculo en esta nota porque es buenísimo. Sólo mencionar que resulta súper adecuado para los tiempos que vivimos. El grupo siempre demostró, con su propio ejemplo, que el entretenimiento puede alcanzar niveles de excelencia, y que la cultura no solo puede, sino que debería, ser sinónimo de diversión.



Más tropiezos de Mastropiero es el desenlace perfecto. Les Luthiers –geniales como siempre y más inolvidables que nunca– le pusieron un broche de oro a una carrera brillante de 55 años. No puedo esperar a que salga la versión digital de este show para volverlo a ver… y a emocionarme.

 

***

=>> Otras notas sobre TEATRO y LES LUTHIERS en el blog: “Plástico cruel y mis experiencias teatrales en 2023”; “TOP 10 sketches preferidos de Les Luthiers”; “Les Luthiers hacen Chist! en Bahía Blanca”; “Las nueve musas griegas de la ficción”; “Los 10 criterios de valoración de un espectador crítico”; “Del texto a la vida: mi primera obra de teatro publicada”. <<==

***

 Podés seguir las novedades en mi fan-page: http://www.facebook.com/sivoriluciano. Si te gustó, podés invitarme un cafecito.

5 comentarios:

  1. Podría haber una comparación con Monthy Pyton, que también tenía una faceta musical, aunque eran más actorales.
    Está muy bien ese segmento radial. Me he quedado con el deseo de ver esa telenovela, grabada entre Temperley y Hurlingham. Interesante hasta donde llega el humor políticamente incorrecto.

    Siempre tuve la idea de que, a su estilo, Mastropiero era un genial compositor.

    Muy buena entrada.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Obviamente... Mastropiero era lo más. Parte del chiste era ese, ja.
      ¡Gracias por pasar!

      Eliminar
  2. Decir Les Luthier es decir Argentina en su esencia cultural más acabada. Eres un privilegiado al haber asistido a esta presentación... 55... se escribe rápido. Lo importante es que se trata de un legado histórico.
    Gracias por dejarnos estos videos que trataré de verlos con la calma que requieren.
    Un saludo desde Brasil y, en lo que puedas, léete este cuento que te dejo al final.Es un poco largo, pero sé que lo leeras de un envión.
    https://tigrero-literario.blogspot.com/2024/01/la-propiedad-cuento.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué lindo país Brasil! Gracias por el cuento, ya me lo agendé para leer.
      Les Luthiers es puro amor. Me alegro que compartas ese cariño.
      ¡Saludos!

      Eliminar
  3. Uh! Ahora yo tampoco puedo esperar! No sabía que habían hecho eso con Martín O´ Connor.
    Lo último que fuia ver de ellos en el Gran Rex fue Chist! y todavía estaba Mundstock, no me acuerdo en qué año, pero fue genial ver en vivo varios de los sketch que ya conocía de haber visto tantas veces sus videos.
    Los llevo siempre conmigo.

    Abrazos, crack

    ResponderEliminar