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miércoles, 11 de mayo de 2022

La Torre Oscura VII (2004): el Ka es una rueda

 

Todo lo bueno llega a su fin, Lector Constante, y ni siquiera Stephen King puede escribir una historia que dure para siempre. Acompáñenme, porque en esta nota reseño el último capítulo de la Torre Oscura.



 

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Un compromiso de 7 años

Soy un gran fan de Stephen King desde que tenía 13 años y, de hecho, es el escritor que más he leído en toda mi vida (si bien todavía me faltan muchísimos libros suyos). La saga de la Torre Oscura siempre fue un gran pendiente en mi vida y, en 2016, comencé mi propia aventura épica con el primer libro: El Pistolero (1982).

Si bien aquella primera aventura de Roland no me voló del todo la cabeza, a partir de la segunda obra (La llegada de los tres, de 1987) ya estaba súper enganchado. Durante los próximos siete años leí un libro más de la saga, cada vez obsesionándome más con el universo interconectado de King.

Yo mismo me sorprendí por este enorme compromiso que asumí con King y su Torre Oscura. Además de la saga original de Harry Potter (y su pésimo octavo libro), no he leído otras hazañas literarias tan largas porque en general me gusta variar en autores y géneros.

La serie de La Torre Oscura es un conjunto de libros increíblemente variados en longitud, género y escala. Es western, terror, ciencia ficción, acción y fantasía… a veces todo eso junto. Fueron textos escritos a lo largo de más de 20 años por un joven con un futuro incierto y finalizados por un anciano que miraba hacia atrás una carrera brillante.

En el medio King vive sus experiencias con el alcohol, epifanías con el número 19, un accidente que casi lo deja sin vida y transcurre toda una vida de adulto. A lo largo de esta travesía deja parte de sí mismo… simbólica y literalmente hablando.



Esta séptima entrega es una obra extremadamente triste, en comparación con los anteriores que tenían un equilibrio mayor entre humor, aventura y acción. Pero su conclusión es poderosa y deja mucha tela para cortar.

Sí admito que me generó sentimientos encontrados. Contiene ejemplos de una excelente escritura, un final polémico y una ejecución a veces desconcertantemente y, en ocasiones, decepcionante. Esta combinación de puntos altos y bajos –repartidos en sus 900 páginas– hace que sea un libro complicado de querer.

Pero vayamos por parte. A continuación, me lanzo a los lugares más profundos de la Tierra de los Spoilers, desarrollando mis propias apreciaciones sobre el final. No sigan si no terminaron la saga. Han sido advertidos.


El fin de un viaje épico

Para muchos fans, el volumen final de La Torre Oscura se siente algo apresurado, incluso con su duración extrema. King comenzó la saga a finales de los años ´70 como algo cercano a un western psicodélico y fantástico. Se convirtió en algo mucho más grande a lo largo de las décadas, refractando y reflejando muchas de sus relatos más famosos a través de un prisma casi infinito de realidades alternativas.

Así, los fanáticos acérrimos se encontraron con algo parecido al fanservice, con elementos y personajes de varias otras novelas de King apareciendo en el libro final. Si hay algo que logró el autor con esta saga es que ahora quiero leer todas las demás obras que se interconectan con La Torre Oscura, particularmente The Stand, Insomnia y El Talismán, por mencionar tres casos.

El penúltimo libro, La canción de Susannah, fue poco emocionante, y la entrega final comienza con el ka-tet dividido en diferentes pueblos y épocas y Susannah/Mia/Odetta en 1999 dando a luz a Mordred (y a punto de ser devorada por vampiros bailarines en el Dixie Pig de Nueva York).

Algunos lectores no estaban exactamente contentos con la dirección que tomó repentinamente la serie luego del cuarto libro. No es un tren descarrillado como la última temporada de Game of Thrones. Aun así, algunos quedaron muy decepcionadas con la forma en que concluye todo.



La cantidad de cosas que ocurren en el séptimo libro son tan abrumadoras que, tranquilamente, podría haberse dividido en, al menos, dos volúmenes. Ciertamente tenemos momentos alucinantes, como el excelente cruce con el demonio Dandelo (quien tranquilamente podría ser un pariente lejano de Pennywise).

Otros puntos destacados son la batalla en Algul Siento (el sitio donde los breakers eran retenidos), la muerte de Eddie, el rescate de King (léase: la dolorosa muerte de Jake), la batalla contra Mordred y la misma llegada a la Torre para el enfrentamiento final contra el Rey Carmesí. Pero en el medio también hay un montón de páginas con un relleno que a veces no termina de sumar.

El final fue muy divisivo y puedo entender por qué. Sin embargo, creo que si el desenlace te hace enojar es porque no captaste el verdadero mensaje de toda la serie. Te puede gustar más o menos, pero estuvo meticulosamente planeado y tiene coherencia absoluta con todo lo que venía ocurriendo en los libros previamente.

Nunca frases como “el Ka es una rueda” o lo que dice Randall Flagg, el Hombre de Negro, en aquel primer libro (“Muerte… pero no para ti, pistolero”) tienen tanto sentido como en los momentos finales de La Torre Oscura VII.

Un aspecto curioso de la saga –si bien no del todo extraño– es que ya en el quinto libro (Los Lobos del Calla) King se empezaba a meter mucho más como un narrador que rompe la cuarta pared. Por supuesto que esto apoya toda la metatextualidad del relato. En La Torre Oscura VII, King se divierte mucho con todo esto, incluso burlándose del concepto de Deus Ex Machina.



Hay varios momentos en los que el autor arroja un hueso a los personajes para sacarlos de una situación difícil, como cuando salva a todos de Dandelo. De hecho, Susannah hasta llega a encontrar una nota del mismo autor que dice: "NO TE PREOCUPES; ¡AQUÍ VIENE EL DEUS EX MACHINA!".


¿Qué ocurre en el final de La Torre Oscura?

A excepción del primer libro –que es el más raro del montón– en todos los demás Roland y su ka-tet tienen una carrera con el tiempo para lograr una tarea particular, más allá de que su objetivo central sea llegar a la Torre Oscura.

Por ejemplo, en Las Tierras Baldías (quizás mi favorito), Jake debe ser traído de regreso a Mid-World con una llave perfecta en el momento adecuado. Más tarde, después de que Jake es secuestrado, Roland y Acho deben seguir a un villano a través de varias trampas explosivas antes de que pierdan su olor. Finalmente, el ka-tet tiene que escapar de Lud, una ciudad a punto de ser destruida.

En el sexto (Canción de Susannah, que es también de los más flojos de la saga), uno de los hilos principales de la trama es ir a rescatar a Susannah de Mia, entre otras varias tareas secundarias.

La séptima y última entrega no es la excepción. En primer lugar, el Ka-Tet tiene que liberar a Thunderclap antes de que se rompa el Rayo, y luego deben salvar al mismo Stephen King de ser atropellado y asesinado por una camioneta.

En los primeros cuatro volúmenes, la Torre es un lugar imposiblemente distante, probablemente mítico, que ni siquiera Roland está seguro de que realmente exista. También se da a entender que la ha estado buscando durante más de cien años. Le toma al Ka-Tet hasta el tercer volumen encontrar un camino que podría llevarlos en la dirección correcta e incluso entonces, se sugiere que tomará muchos años de peligrosos viajes.



Desde Los lobos de Calla en adelante, Roland y compañía dejan en evidencia que, al menos, se está acercando a la Torre, si bien ésta aún conserva su estado casi legendario. Hacia el final del volumen VII, llegando a Odd's Lane, tanto Roland como nosotros –Lectores Constantes– nos sorprendemos al ver que la distancia que los separa es de apenas unos pocos kilómetros.

¿Qué ocurre finalmente al llegar? Básicamente, la Torre lo devuelve al momento en el desierto en el que se encontraba persiguiendo al Hombre de Negro. La última frase de este libro es la primera de El Pistolero.

La única diferencia en este nuevo loop es que Roland comienza un viaje por el desierto con el Cuerno de Eld (que no se había molestado en recuperar del cuerpo de Cuthbert en el cuarto libro, Mago y Cristal). La presencia del cuerno es simbólica, por supuesto.

En el transcurso de la saga, Roland aprendió algunos valores de la familia, el amor y la pérdida. Esto se traslada a su nuevo viaje, donde ahora sí se tomó el tiempo para regresar y recuperar el Cuerno. Esto también sugiere que, con cada nueva búsqueda que emprenda, Roland crecerá un poco más como persona.


La Torre Oscura: New Game+

Uno de los temas más repetidos de La Torre Oscura es la naturaleza cíclica del destino; cómo las cosas tienen una forma de repetirse. Los libros hacen numerosas referencias a esta idea (“el Ka es una rueda”).

Por eso no es del todo sorprendente que el “destino” de Roland de encontrar y escalar la Torre resulte en un reinicio de su viaje. La idea de que Roland es una especie de campeón eterno, cuyo destino es, literalmente, dar vueltas y vueltas en defensa de la torre no solo es poéticamente conmovedora, sino que también se vuelve evidente si se retoman las numerosas pistas dejadas en las entregas anteriores.

Está claro que Stephen King no conocía el final de su obra cuando la comenzó a escribir, por eso es loable que haya podido ir aprovechando las semillas que sembró en los primeros libros.

En junio de 1999 (el número 19 es un leit motiv en La Torre Oscura), una camioneta se estrelló contra King cuando caminaba contra el tráfico una tarde. Sobrevivió, a pesar de las lesiones en la cadera, la pierna y la cabeza, pero se dio cuenta de que podría no haberlo hecho.



Hasta entonces llevaba cuatro libros con espacios de varios años entre uno y otro. Luego del accidente, escribió los últimos tres libros de La Torre Oscura en rápida sucesión. Los 21 años anteriores habían visto salir solo cuatro de los libros. Ahora, los últimos tres libros salieron todos prácticamente en un año.

El desenlace logra disparar una serie de interrogantes fascinantes. ¿Cuántas veces ha llegado Roland a la Torre? ¿Cómo fue su primer viaje? ¿Qué ha aprendido subconscientemente con cada viaje sucesivo? ¿Y cuál es el verdadero significado del Cuerno de Eld?

El final es confuso, pero no quedan dudas de que fue una elección deliberada hecha por Stephen King para permitir que el lector decida por sí mismo. Siempre estuvo más interesado en el recorrido que en el destino final, y acá queda en evidencia.

En todo caso, cualquier cosa que Roland haya hecho mal esta vez durante el ciclo, no fue tan malo como las cosas que hizo mal todas las veces anteriores que llegó a su destino.

A decir verdad, cualquier otro final habría resultado desastroso para el fandom de King. No hay forma de que Stephen King pudiera haber encontrado una revelación adecuada una vez que Roland llegó a la Torre. Ninguna otra cosa se hubiera sentido como una recompensa adecuada para una serie de tantas décadas.


Apreciaciones finales

King describe esta saga como “una forma de unificar tantas de mis historias anteriores como sea posible bajo el arco de una súper historia”. Y para los fans más acérrimos, este relato épico ha hecho precisamente eso.

La Torre Oscura es referenciada –directa o indirectamente– en al menos 15 de sus otros libros. El escenario de Mundo Medio siempre ha ocupado un lugar preponderante en el universo literario de King, un lugar que convive con ciudades como Derry y Castle Rock.

Mi propia búsqueda para llegar a la Torre no decepcionó. Es más: con sus más y sus menos, diría que leer la saga de La Torre Oscura fue una de las mejores experiencias de mi vida. Digo gracias.



Apenas terminé el séptimo libro me sumergí en todo tipo de podcasts, análisis literarios y fan-theories en Internet para comenzar a repensar la historia… y estoy seguro de que voy a encarar otras obras de King que tienen relación directa o indirecta con esta saga.

Roland es uno de los mejores antihéroes trágicos que conocí. Tiene tantos defectos como cicatrices. Ha sacrificado todo por la torre: amigos, familia… incluso a su propia madre. Este libro está lejos de ser perfecto, Dios sabe que King no impresiona a sus lectores todo el tiempo. Pero como dice el propio autor: la diversión está en el viaje. No creo que haya habido una manera más perfecta de terminar esta saga.

El Ka es una rueda. Días largos y noches placenteras, amigos. Sí, digan verdad, díganla cada uno de ustedes.

 

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=>> Otros posts sobre LA TORRE OSCURA en el blog: “El Pistolero (1982)”; “La Llegada de los Tres (1987)”; “Las Tierras Baldías (1991)”; “Mago y Cristal (1997)”; “Los Lobos del Calla (2003)”; “Canción de Sussanah (2004)”; “Los comics de La Torre Oscura (2007)”.

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