“Marvel Knights” fue, literalmente, la salvación de
Marvel Comics allá por 1998, cuando la empresa estaba al borde de la
bancarrota. Resultó inevitable que, años más tarde, el sello editorial también
incluyera a su jugador estrella: Spiderman. Cuando me encontré con este comic
de Mark Millar a un precio histórico (sólo 100 pesitos, la versión de la
editorial Salvat), me tuve que hacer con una copia.
***
Marvel
Knights: la salvación de Marvel
Mi próxima nota va a ser un análisis detallado de Avengers: Endgame, que ya
fui a ver y tiene mucha tela para cortar. Para estar en tono, hoy quiero
hablar del sello que le salvó la vida al estudio. Sin él, quizás ni siquiera
habríamos tenido el Universo Cinematográfico de Marvel.
Un poco de contexto histórico. A mediados de los
´90 Marvel la estaba pasando muy mal. Sus ventas venían flojas y las cuentas no
cerraban por ningún lado. Los derechos para versiones cinematográficas de Spiderman (y todos sus personajes
relacionados) habían pasado a Sony. Los X-Men
eran de Fox. Nadie estaba interesado en las historietas en papel de estos
personajes.
Cuando la empresa realmente estaba tocando fondo,
en una movida desesperada le encargó a Joe
Quesada y Jimmy Palmiotti que
eligieran a un equipo creativo para tomar algunos de los personajes que menos
vendían y relanzarlos. Les dieron control creativo absoluto para hacer lo que
quisieran con ellos.
Empezaron con cuatro comics de personajes
secundarios: Daredevil, Inhumans, Punisher y Pantera Negra.
Quesada eligió a guionistas y artistas independientes para cada uno de ellos,
personas que no tenían miedo a experimentar con el medio.
La idea no era crear un universo alejado del canon marvelita,
sino aprovecharse de los personajes (y de sus continuidades) sin cambiar su
fundamento, para narrar historias más modernas y adultas que tuvieran una
impronta propia. El sello comenzó a llamarse Marvel Knights y fue un éxito arrasador.
Se dice que estos artistas independientes –estos Caballeros
Marvel de brillante armadura– fueron ubicados en el ático de la sede de Nueva
York. Desde su base de operaciones, tenían libertad para dibujar su rincón del
Universo Marvel sin restricciones.
Quesada y Palmiotti acompañaron esa movida
independiente de sus títulos con un buen marketing, promociones y reuniones con
cineastas para discutir potenciales adaptaciones (que nunca llegaron a
concretarse en ese momento).
Pero el sello se fue haciendo un hueco en la
cultura pop mientras iba ganando prestigio.
Spiderman: Entre
los muertos
En esta circunstancia es donde entra Mark Millar.
Es el año 2004 y Marvel
ahora ya es una empresa muy diferente. Está por estrenarse Spider-Man 2 de Sam Raimi. En el comic principal de Spider-Man, la
tía May ya sabía de la identidad de Peter, quien además estaba casado con Mary
Jane. Gwen Stacy había muerto y él no era un integrante de los Avengers. Su trabajo
era enseñar en el colegio de primaria donde creció.
Mark Millar tomó la posta para Marvel Knights: Spiderman porque quería estar en el ahora distinguido
sello de “Marvel Knights”. Su plan era poder trabajar en un tono más comprometido
y dramático. El héroe arácnido le permitiría jugar un poco con ese enfoque sin complicar
su continuidad.
La serie limitada tuvo 22 tomos, donde los primeros
doce se corresponden con un mismo hilo argumental en tres partes: “Down Among
The Dead Men” (tomos #1 a #4), “Venomous” (tomos #5 a #8) y “The Last Stand”
(tomos #9 a #12).
El argumento va por este lado: luego de un
enfrentamiento con su némesis, el Green
Goblin, Spiderman logra ponerlo entre rejas. Pero un rival desconocido
descubre su identidad y rapta a la tía May. Peter comienza una búsqueda
frenética para salvarla y, al mismo tiempo, investigar a toda su galería de
villanos con el objetivo de encontrar a aquel que lo está amenazando.
Acción y
pochoclo
Se trata de un relato pochoclero, a modo de
thriller, que me recordó muchísimo a Batman:
Hush, historia que ya reseñé
en el blog.
El comic está bien, si bien no es perfecto. Cumple
en ser entretenido, como una peli de
acción a lo Michael Bay quizás, o
incluso como lo que hoy es el MCU. Millar logra meterte de lleno en la historia
y que te preocupes por el destino de Spidey, quien realmente está viviendo los
peores días de su vida.
Como en todo gran evento (y, de nuevo, en un estilo
similar a lo que hizo Jeph Loeb en Hush)
tenemos a todo un desfile de villanos que se van enfrentando a Spiderman en
distintos puntos: Dr. Octopus, el Duende Verde, Venom, Vulture, Electro y un
gran etcétera.
También hay pequeñas participaciones de otros
héroes como los Avengers, algunos X-Men y hasta los 4 fantásticos.
El espíritu del cómic no es el de contar un relato
profundo y existencial. Tampoco le da algún giro realmente importante a los
personajes conocidos. Es un thriller de acción hecho y derecho, completo con un
enemigo invisible que siempre está un paso adelante y un misterio que –en mi
opinión- no se resuelve tan satisfactoriamente pero te mantiene en tensión.
¿Quién conoce la identidad de Spiderman y por qué
lo está hostigando?
Disfruté de Spiderman:
Entre los muertos porque nuestro héroe la pasa bastante mal, recibe una
buena cantidad de palizas pero le sigue metiendo para adelante. Las situaciones
en las que se ve inmerso son tremendas.
La trama también le da un rol importante a los
personajes femeninos. La tía May tiene participaciones fundamentales al igual
que Mary Jane y su ex Black Cat, que
son personajes activos en la historia. J.
Jonah Jameson se roba algunos buenos momentos con una subtrama, aunque su
resolución fue un poco sonsa.
Otro aspecto curioso del comic es que, en un
momento dado, el creador intenta brindar una explicación (tanto para Spiderman
como para todo el Universo Marvel en general) respecto a por qué los
superhéroes siempre pelean contra los mismo villanos… y como los villanos
parecen estar “configurados” para combatir siempre a los mismos héroes.
La explicación es… rara, por decir algo, pero le
mete un condimento diferente a una historia un tanto convencional.
En el aspecto técnico, los números están dibujados
por el matrimonio de Terry y Rachel Dodson. El arte me gustó mucho. Se ve
moderna y fluida, con dibujos de trazos tan limpios como dinámicos. Quizás todo
es demasiado “brillante” para el tono oscuro de la historia, pero a mí me
convenció.
***
Conclusión
Spiderman: Entre
los muertos es un buen comic de iniciación si nunca leíste nada del
superhéroe arácnido. Yo lo encontré en tapa dura y a un gran precio de
promoción, por lo que ni lo dudé. Si bien en historietas soy más
seguidor de DC, me divirtió “cambiarme de bando” por un ratito.
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=>> Otros posts sobre COMICS en el blog: “Superman
Red Son: un comic de Mark Millar”; “The
Infinity Gauntlet: un comic de Jim Starlin”; “Los
comics de La Torre Oscura de Marvel”; “Marvel
y las gemas del infinito”; “Old
Man Logan, un cómic de Mark Millar”.
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