Después de que “La
invención de Morel” me voló la cabeza, decidí seguir leyendo más obras de
Bioy Casares. Eso me llevó a comprar “El sueño de los héroes” (1954), una novela extrañamente hermosa
que su amigo Borges calificó como "la
historia más linda del mundo".
Mucho se ha escrito sobre esta
obra, textos críticos y análisis extensísimos de las temáticas que explora, o
de su novedosa forma de incorporar lo
fantástico. Mi motivación es, únicamente, delinear algunas cuestiones que
me parecieron interesantes e invitar al lector a que le dé una oportunidad a
una de las obras fundamentales de la literatura argentina del siglo XX.
►
“El sueño de los
héroes” en formato PDF y para
descargar: http://goo.gl/xFd9Km
En la novela, Bioy Casares vuelve
a sus tópicos del tiempo y la memoria que hicieron de “La invención de Morel” una experiencia de lectura tan fascinante.
En este caso, es el año 1927 y Emilio Gauna, un mecánico de clase
media-baja en Buenos Aires, acaba de ganar 1000$ en las carreras. Como es joven
y no tiene responsabilidades (ni familia) decide quemar la plata con sus
amigotes durante tres días en el carnaval. Pero en la tercera noche algo le
sucede, una suerte de revelación o iluminación que no va a poder recordar al
día siguiente.
#SpoilerAlert: aunque
no pienso develar (del todo) el sorprendente final, a partir de este momento es posible que se revelen partes fundamentales
de la trama.
Esta tercera novela de Bioy Casares es mucho menos fantástica que Morel y más
sobre crecer, asumir responsabilidades y
desafiar al destino. En el curso de su narrativa, a lo largo de tres años,
vemos como Gauna deja sus vicios y la mala junta para casarse (un rol que nunca
terminar por aceptar del todo) y así convertirse en una persona respetable. Pero
eso no le impide seguir investigando el extraño suceso que guarda en algún
lugar recóndito de su memoria.
Lo que más me gustó de “El sueño de los héroes” es que todo
cobra muchísimo sentido en las últimas páginas. De hecho, con algo más de
doscientas páginas, el elemento fantástico apenas se deja entrever en las
últimas diez. Lo que podría haber sido una historia normal, convencional, llena
de casualidades, acaba siendo un extracto de hechos ineludibles en los que el
Destino hace caer las piezas como fichas de dominó.
Por momentos la narrativa se
vuelve muy slice-of-life, relatando
los hechos cotidianos, del día a día, del protagonista, y el misterioso evento
pasa a un segundo plano.
Pero en realidad cada momento, cada capítulo, tiene su
intención, su porqué, su peso en la trama. Y el final (¡oh, el final!) me
pareció perfecto, tan perfecto que me enojé conmigo mismo por no verlo venir. Sorprendente, aunque increíblemente esperable.
Tres años después del “suceso” (en 1930)
Gauna vuelve a ganar dinero en las carreras e intenta reconstruir los tres días
de fiesta de 1927, en una tentativa de recuperar su iluminación, yendo contra
su misma esposa que le aconsejaba “dejarlo ir”.
¿Por qué sus amigos no querían recordar nada sobre aquella noche? ¿Quizás el soñó todo, o es un demente? ¿Alguien
está conspirando contra Emilio Gauna? Lo genial es que
Bioy Casares plantea todas estas posibilidades y las deja abiertas para que el lector cree sus hipótesis.
La reconstrucción de su viaje es
el punto de inflexión donde todo comienza a hacerse evidente. Bioy Casares, con
una maestría en la escritura y una gran habilidad para crear tensión, nos va
llenando los vacíos que existieron en el primer viaje de 1927. Y el viaje es maravilloso. Aunque “El
sueño de los héroes” no posee un ritmo vertiginoso, o una trama que enganché
completamente y en todo momento, sí se destaca por un estudio de personajes
fino, sutil. Una conversión y un fatal retorno.
Fiel a la trama realista que
plantea, el autor ubica al relato en diferentes arrabales porteños: los barrios
de Saavedra, Villa Luro y Barracas —durante las noches de carnaval,
en clubes y bares—. Utiliza modismos argentinos, pero no alcanza el nivel de
lunfardo de otras obras (como
“Los siete locos, de Roberto Arlt). Él mismo comentó que el argumento es
una excusa para poner en evidencia la vida de los jóvenes en Buenos Aires.
Aquel fue el tema central en su escritura. En efecto, la “obra condensa personajes masculinos no terminados, como adolescentes
empedernidos que buscan reconstruir lo perdido” (como describe la
periodista Silvia Hopenhayn).
El manejo del lenguaje, por
ejemplo, es magistral. Personajes absolutamente opuestos, como el doctor Valerga y el Brujo Taboada, hablan de maneras muy
disímiles. Lo mismo sucede con los chicos del barrio, que tienen su propia
jerga.
Temáticas exploradas
Personalmente creo que la trama
tiene como tema central, no una localización, ni un argumento, sino una emoción en particular: el desencanto.
Nunca se puede pasar en la vida por el mismo punto, todas las experiencias nos
enseñan cosas, pero quedan en el pasado.
Uno debe aprender a seguir hacia
adelante y no vivir de la nostalgia, o de la memoria de cosas perdidas. Emilio
Gauna, en sus monólogos internos, batalla contra esta idea de tener que crecer,
evolucionar.
El desencanto está
indisolublemente asociado al paso de la
adolescencia a la madurez (que acarrea empezar a asumir responsabilidades,
sobrevivir a las rupturas amorosas, cambiar las amistades, etc.) y a la inevitabilidad del destino. A lo
largo de 3 años en la vida de Emilio Gauna, Bioy Casares presenta toda una
amalgama de emociones y transformaciones que lo llevan a cambiar la amistad por
el amor en la juventud. Más si le sumamos el aspecto fantástico, que advierte
al lector de lo peligroso que es intentar repetir el pasado, no por volver a
sufrir los mismos errores, sino por el riesgo que supone la exposición a
situaciones evitadas anteriormente.
Estoy empezando a creer que Bioy
Casares es uno de esos escritores que permanecen imperturbables ante el dolor de
sus más queridos personajes. (Algo parecido a George Martin y su Game of
Thrones, ¿capaz?) Al igual que en “La
invención de Morel”, Gauna es empujado a un desenlace del que nunca puede
escapar. Es excelente como retrata el estudio interior de su protagonista, su
deseo incontrolado de llegar al final, de su
impulso irrefrenable, del deseo incontrolado de llegar al final de una
situación que lo supera.
La idea del destino también se
entrelaza con el tópico del tiempo, tema recurrentemente de Bioy Casares (y
característica que comparte con Borges). Aunque no lo sabemos hasta el
final, a Gauna se le concede una segunda oportunidad, por motivos extraños, que
altera el tiempo cronológico. Durante
los años 1927 a 1930 está viviendo de tiempo prestado y tiene la
responsabilidad de corregir el curso, escapar del destino, aprovechar esta
oportunidad de la mejor manera posible.
Gauna encuentra en el carnaval de
1927 la primera culminación de su vida, pero una espesa bruma etílica cubre los
acontecimientos de esos tres días. El primer capítulo ya permite vislumbrar los
indicios de lo fantástico en el relato; el narrador omite la explicación
racional de lo sucedido en ese tiempo.
Esta omisión por parte de un narrador (claramente)
omnisciente es la pauta que confirma que lo que sucedió en los bosques de
Palermo esa noche, realmente no tiene explicación (por ende, no puede ser
narrado). A partir de este quiebre de la normalidad del relato, pasamos
a ser cómplices del protagonista y también víctimas de la trama.
El problema es que Emilio nunca
llega a entender que el destino le concedió otra vuelta. Él interpreta que es
su chance de consagrarse como héroe, para dejar de ser cobarde. Escapa a la
primera culminación de su vida; el tiempo (para él) se detiene. Pera a pesar de
los intentos del brujo Taboada y su hija Clara, Emilio Gauna acaba retomando el
rumbo trágico.
La adaptación al cine
El relato fue llevado al cine en 1997, con la dirección de Sergio Renán y guión de Jorge Goldemberg. Germán Palacios (un
soberbio Emilio Gauna), Soledad Villamil (Clara), Lito Cruz (doctor Valerga) y
Fabián Vena son algunos de los a los protagonistas de la historia.
El director supo captar la esencia
de la obra, donde el elemento mágico se introduce en un espacio del suburbio,
en un universo de personajes arquetípicos del folklore urbano. A su vez, está
bien logrado el efecto de ensueño a lo largo de la historia, y el juego entre lo
real y la fantasía, entre lo real y lo
simbólico.
La película es muy fiel al relato,
aunque menos sutil, y está muy buena. Si tienen oportunidad de verla, está
completa en Youtube. Pronto voy a escribir la crítica cinéfila de esta
adaptación.
Palabras finales
“La vacilación —dice Todorov— es la primera condición de lo fantástico”,
porque lo más importante de este tipo de relatos es que el lector dude de los
acontecimientos, y es lo que me pasó al terminar esta magistral novela. Un laberinto magnífico, fatal, heroico.
“El
sueño de los héroes” maneja un lenguaje exquisito, nos muestra una
llamativa transformación del personaje y sorprende con una narrativa que es una
especie de Odisea porteña.
Otra obra de Bioy Casares que no
me decepcionó para nada.
► ¿Leyeron “El sueño de los
héroes”? ¿Son de leer literatura
argentina? ¡Dejen sus comentarios en el blog, así lo debatimos.
"En el futuro, el destino corre como un río.
En el futuro está todo, porque todo es posible.
Allí usted murió la semana pasada y allí está viviendo para siempre."
(Adolfo Bioy Casares, “El sueño de los héroes”)
………………………………………………………………………………………………….
=>> Otras posts sobre
literatura argentina: “La
invención de Morel” (una novela de Adolfo
Bioy Casares), “Una
espada para Manuel”, “Los
siete locos” (una novela de Roberto
Arlt) y “El
lado oscuro de Oliverio Girondo”.
………………………………………………………………………………………………….
► Podés seguir las nuevas
notas y novedades (además de humor y críticas de cine) en mi fan-page: http://www.facebook.com/sivoriluciano.
Si te gustó, ¡compartilo o dejá un
comentario!
Esta novela no la leí, así que tampoco leí tu reseña entera.
ResponderEliminarAunque de Bioy algunas otras si, como La Invención de Morel y, la que más me gustó y te recomiendo mucho: Diario de la Guerra del Cerdo.
Me agendo esta y la sumo a "pendientes".
Abrazo, ¡nos seguimos leyendo!
Sí che, tengo que leer "Diario de la guerra...", pero ya me prestaron "Dormir al Sol" que va a ser lo próximo que lea de A.B.C
Eliminar¡Saludos!
Qué flor de novela! Fue lo primero que leí de Bioy y me encantó. Tu análisis me pareció muy interesante, y me hiciste recordar algo que pensé una vez, que esta novela creo que es la única que conozco que gana por knock out jajaja
ResponderEliminarPor cierto, también leí Dormir al sol, y no me pareció tan buena, pero supongo que es porque para cuando la leí ya tenía varias lecturas del estilo encima, aunque admito que la idea "científica" es original.
¡Gracias! Justamente me prestaron "Dormir al sol", la voy a estar arrancando cuando termine las tres que tengo en proceso, jaja.
EliminarMi blog se llama así en homenaje a esta novela maravillosa. Viva Bioy.
ResponderEliminarwww.serabc68.blogspot.com
Estuve recorriendo el blog. ¡Me lo agendo!
EliminarCuales son las voces narradoras??
Eliminar