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miércoles, 23 de abril de 2014

Gabriel García Márquez y el Realismo Mágico


Si vivís en un táper es posible que no te hayas enterado de la muerte de Gabriel García Márquez el pasado 17 de abril. Sin embargo, ni siendo un náufrago en una isla podés no haber escuchado sobre este autor. 

Nacido en Colombia, no cabe duda que es uno de los autores más importantes e influyentes de Latinoamérica, ya sea por ser el precursor del Realismo Mágico, por su novela “Cien años de soledad”, su premio Nobel a la Literatura (1982) o sus pequeñas obras de lectura obligatoria en la secundaria.

Sus obras tratan, fundamentalmente, las temáticas de la soledad y los ciclos eternos. Se ambientan en repúblicas bananeras (básicamente, cualquier país tropical ya sea ficcional o no) y tienen un contexto socio-político de guerras civiles y disputas políticas. Aunque “Cien años de soledad” (1967) es su obra más aclamada y estudiada (quizás por ser tan poderosamente profunda e incomprensible), siempre me pareció que “Crónica de una muerte anunciada” (1981) es su novela más fascinante.


Ya comenté una vez (en un post que generó controversia) que no terminé de leer “Cien años…”, llegué a la mitad y dije “BASTA”. Odio aburrirme leyendo, y no creo que uno deba leer algo que no lo atrapa si es por ocio. Quizás algún día la retome… pero hay tantas cosas fabulosas para leer (incluso dentro de este mismo autor) que me parece casi un sacrilegio dedicarle tiempo a algo tan sodomífero.

“Crónica de una muerte anunciada” es, por otro parte, maravillosa. La primera línea revela el final (un hombre, Santiago Nasar, será asesinado) y las siguientes despliegan una narrativa impecable. Esta crónica policial (tan compacta como violenta) nos va llevando por todas las series de eventos desafortunados que desencadenaron en la muerte del protagonista. “El amor en tiempos de cólera”, “Relato de un náufrago”, “El coronel no tiene quién le escriba” y “Del amor y otros demonios” son también lecturas muy recomendables.

La obra completa de Márquez entra en un género de difícil definición. El Realismo Mágico definitivamente no es Ciencia Ficción, pero tampoco Fantasía, y sin embargo… cosas extrañas suceden. Se trata de un género con raíces en el surrealismo (piensen en Kafka y su metamorfosis), donde los límites entre la ficción y la realidad suelen ser difusos.

Para ponerlo en claro: se trata de una historia que ocurre en un lugar ordinario, quizás hasta contemporáneo, pero que incorpora elementos extraordinarios, espirituales o imposibles que son, muchas veces, concebidos como “normales” (o naturales). 

El narrador (o el escritor) nunca se preocupa por explicar porque esas cosas suceden en particular. Por eso también, este tipo de literatura tiende a ser alegórica, a tener narraciones cargadas de simbolismo.

Este movimiento (o tendencia) no se basa en un rompimiento radical con la realidad (como sí el surrealismo) sino en un enriquecimiento de los posibles enfoques de esta, sin llegar a la fantasía completa. El concepto se refiere a la literatura narrativa en especial y no a la poesía. Se trata, como muchas veces suele suceder, de una reacción

El Realismo Mágico apareció en Latinoamérica como una reformulación del exotismo que los latinoamericanos cultivaron tanto para los europeos como para los habitantes de las ciudades.

Aunque su verdadero origen es europeo, fue el cubano Alejo Carpentier en la década del 60 quien lo adoptó para crear lo real maravilloso americano. Ya hablaremos de este fascinante autor en otro post.


Lo peculiar (y lo genial) de Carpentier fue insertar lo “maravilloso” de Andre Bretón (el fundador del surrealismo) dentro del estilo barroco –despreciado por los neoclásicos, los románticos y los realistas– no solo como escuela sino como constante cultural. Para Carpentier, de hecho, las culturas precolombinas fueron todas barrocas: el mestizaje criollo engendra barroquismo y así desembocamos en lo real maravilloso.

Cada país ha tenido su máximo exponente literario: el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, el colombiano Gabriel García Márquez, Juan Rulfo y Laura Esquivel en México o Pablo Neruda en Chile. Curiosamente, Argentina no se caracteriza por una fuerte tendencia de este movimiento. Jorge Luis Borges fue vinculado con éste movimiento, pero él lo negó completamente. Prácticamente toda la literatura de Haruki Murakami cae dentro de esta categoría (a excepción, sin dudas, de “Tokio Blues”).
Con el tiempo, el género terminó influenciando al cine y hoy hay autores que se los considera prototipos: David Lynch, a mi parecer, estaría a la cabeza. Su serie “Twin Peaks” es un clarísimo ejemplo de Realismo Mágico, y también lo son Inland Empire y Mulholland Drive. Otras cintas (Lost Highway, por ejemplo) ya son más complicadas de definir. Guillermo del Toro y su “Laberinto del Fauno”, Tim Burton y “Big Fish” o Woody Allen con “Midnight in Paris” son también referencias a tomar, aunque tienen una fuerte dosis de fantasía también. Lo que sí es seguro es que historias como “Life of Pi” y “El curioso caso de Benjamin Button” (cuento y película de la cual hablaré en otro post) son buenos ejemplos para considerar.

En el Realismo Mágico que cultivó Márquez vemos la literatura histórica implícita, con representaciones de mitos y leyendas que por lo general son latinoamericanas. Esta es una de sus características principales. La temática de la eterna recurrencia es otra: el tiempo es percibido como cíclico, no como lineal, según tradiciones disociadas de la racionalidad moderna.  Siempre me pareció un híbrido interesante porque los hechos son realistas pero tienen una connotación fantástica, ya que algunos no tienen explicación, o son muy improbables que ocurran. En “Life of Pi”, por ejemplo, tenemos elementos mágicos (como la isla carnívora) pero también otros elementos ordinarios que aparecen como fantásticos (las algas bioluminiscentes). El tiempo también aparece distorsionado para que el presente se repita o se parezca al pasado. En términos de espacio, la mayoría se ubica en los niveles más duros y crudos de la pobreza y marginalidad social, espacios donde la concepción mágica puede hacerse presente.



Me pareció interesante la idea de caracterizar el Realismo Mágico y aprovechar a homenajear a Gabriel García Márquez en un mismo post. No hay demasiada discusión: el colombiano tiene un puesto asegurado entre los mejores autores de la literatura latinoamericana. Su extensa obra (más de 40 publicaciones) incluye novelas, crónicas y relatos cortos. Aunque se había retirado de la escritura, su muerte lo convirtió en un nuevo best-seller, y seguramente sigamos leyendo su obra por muchos (muchos años). ¡Hasta la próxima!

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=>> Otras notas relacionadas con el realismo mágico en el BLOG: El lápiz del carpintero” (de Manuel Rivas); Un cuento de Navidad” (de Charles Dickens) y “La borra del café” (de Mario Benedetti).

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12 comentarios:

  1. Me parece extraño que no te haya gustado "Cien años de soledad", pero no podría juzgarte porque a mi no me gustó El Quijote, por ejemplo. El mérito de García Márquez es indiscutible, yo crecí con su prosa y estoy de acuerdo con tu visión sobre Crónica de una muerte anunciada ". Fue un creador genial, asombroso....

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    1. A mí tmb me parece extraño. Pero lo leí en una época de mi vida donde estaba interesado mucho en lo policial, ponele (15/16 años) y recuerdo que me pareció un bodrio. Tendría que volver a darle una oportunidad ahora que soy un poco menos ingenuo, no? Pero es como que la primera impresión a uno lo marca...

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  2. Estupenda crónica Luciano. Yo le daría una segunda oportunidad a cien años y releería algún otro de ese tiempo, es revelador cómo nuestra concepción del mismo libro cambia tanto que definitivamente estamos leyendo uno diferente. Saludos.

    PTB

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    1. Ja. Cada vez que comento este tema genero controversia!
      Gracias por el aporte y el comentario!
      PTB es un gran espacio de difusión, y les agradezco siempre la buena disposición.

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  3. Magnifica e interesante publicación. Gracias por ello. Un saludo.

    "...Me pareció interesante la idea de caracterizar el Realismo Mágico y aprovechar a homenajear a Gabriel García Márquez en un mismo post. No hay demasiada discusión: el colombiano tiene un puesto asegurado entre los mejores autores de la literatura latinoamericana..."

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  4. Muchas gracias por compartir tu punto de vista e ilustrar el tema del Realismo Mágico. Estoy de acuerdo con todo, hasta con tu percepción acerca de la obra Cien Años de Soledad. Tampoco lo terminé. Sin embargo la parte que leí me encantó y marcó un momento en mi vida como lectora.

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    1. Cada vez que saco el tema de "me aburrí con Cien Años" genero amores y odios, jaja. Gracias por tu aporte al blog, espero verte por acá seguido! =)

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  5. Luciano. Algo similar me pareció la primera vez que leí Cien años de soledad del gran Gabo, pero fue porque era un joven y me ganaba el ansia, la novela tiene esos pasajes de pesadez, pero muy justificables, ahora lo entiendo; para cualquier lector latino, la historia nos atrapa porque es así como hemos vivido la mayoría. Los hechos violentos por causa de gobernantes corruptos, y dominio extranjero, son parte recurrente de nuestro magro desarrollo. En México ahora vuelve el PRI, y con ellos retrocedemos a la barbarie de gobernantes déspotas y muy cerrados. De esto nos habla García Márquez en sus novelas, en todas ellas describe algo de esa situación, nunca, como buen periodista que fue, pudo alejarse de esa ideas primarias; por eso era asediado por los gobernantes, en especial por Fidel Castro con quien mantuvo amistad, sospecho que más para influir y sacar prisioneros de la isla. Mera especulación. Mi felicitación porque es un buen aporte tu comentario. Saludos desde San José del Cabo.

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    1. Leónidas, lo que decís es muy cierto y por eso siempre me planteé la posibilidad de releerlo (aunque me he encontrado con cosas más fascinantes y lo sigo posponiendo). Importantísimo tu aporte, y te lo agradezco. Espero que puedas seguir recorriendo estas páginas.

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