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martes, 12 de noviembre de 2024

“Muchas vidas, muchos maestros”, un libro de Brian Weiss


Un punto de encuentro entre ciencia y metafísica. “Muchas vidas, muchos maestros” nos habla de un psiquiatra, su paciente y la terapia de regresión que cambió sus vidas. Reseña del popular libro de Brian Weiss.

 



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De crisis existenciales y otras yerbas

Disclaimer: los que me conocen saben que éste no es el tipo de literatura que suelo consumir. Soy un hombre más bien escéptico y, mi costado más ingenieril-racional-analítico, siempre requirió de datos verificables para regir mi vida.

Dicho esto, admito también que me he vuelto más ¿místico? ¿espiritual? ¿creyente? en los últimos años. No sabía absolutamente nada sobre Brian Weiss y sus ideas hasta que una amiga rosarina me lo comentó. Para ella, este libro cambió su vida en formas tan impresionantes como inesperadas. Me generó curiosidad y quise leerlo.

El libro es cortito y se lee súper rápido. Me acompañó a algunos viajes por Tandil y la playita que tuve durante el mes de octubre. Después terminó volviendo a Rosario, donde debía estar.



La lectura fluye con facilidad. La primera aclaración que hay que hacer con Muchas vidas, muchos maestros es que, si bien tiene capítulos y una estructura parecida a la de una novela, no es un libro de ficción ni busca serlo. Tampoco mantiene el ritmo de una novela tradicional. No hay conflicto, tensión en aumento o un clímax sorprendente.

Esto no significa que no haya momentos de sorpresa a lo largo del texto. Todo lo contrario. Es sólo que es más “descriptivo” que “narrativo”. Vamos viendo las diferentes terapias de Brian Weiss con su paciente Catherine y las cosas que ella fue revelando durante su hipnosis.

 

Recuerdos que alivian

Retrocedo un poquito. Muchas vidas, muchos maestros nos introduce a Catherine, una joven que busca ayuda para tratar su ansiedad, miedos y traumas profundos. Durante las sesiones de terapia regresiva (hipnosis), ella comienza a recordar eventos de vidas pasadas, describiendo con detalles sus experiencias en distintas épocas y lugares.

A través de estos recuerdos, Catherine encuentra alivio y sanación a sus traumas, ya que empieza a comprender que sus miedos actuales tienen raíces en eventos de vidas pasadas.

Lo importante acá es que, durante el proceso hipnótico, también comienzan a emerger los “maestros”, entidades espirituales que hablan a través de ella y transmiten mensajes de sabiduría sobre el propósito de la vida, el crecimiento espiritual y el amor.

Estos “maestros” no dicen cosas muy distintas a lo que profesaban Jesús o Buda, pero de existir realmente, terminarían por confirmar algunas cuestiones que el hombre se ha preguntado por años: ¿hay vida después de la muerte? ¿Existe la reencarnación? ¿Somos, en verdad, “seres espirituales” experimentando pequeños momentos de vidas humanas? 

Para Weiss, la respuesta es un rotundo “sí”.


Elegir creer

Admito que no estoy tan seguro de la veracidad de todos estos hechos. Con empezar a hilar un poquito más fino, ya te das cuenta de que el libro no está exento de polémica y tiene lo que algunos podrían considerar “plotholes” (o agujeros narrativos).

Por mencionar un primer ejemplo que salta a la vista, al hacer una regresión bajo hipnosis, el Dr. Weiss afirma que Catherine puede ver "vívidamente" que "el año es 1863 a. C.". Sin embargo, esta fecha no pudo haber existido en ese momento, entonces, ¿cómo pudo Catherine haberla visto?

Las críticas más duras sobre este libro indican que el Dr. Weiss ha llevado a cabo su investigación sin protocolos científicos ni revisión por pares. Desacreditan su libro como una obra de ficción más cercana a un cuento de hadas.

La realidad es que el libro combina aspectos de terapia psicológica y espiritualidad, explorando temas como la reencarnación y el destino, y plantea una perspectiva de la vida que va más allá de la muerte física, centrada en el aprendizaje y la evolución del alma.


Sea esto 100% cierto o no, me parece que queda en cada uno. Y para mí es más lindo, poético y reparador, pensar en que es verdad, ¿no? Hay un poquito de efecto tranquilizador en eso. #ElijoCreer. Lo valioso, me parece, es aprovechar las enseñanzas que uno saca de la lectura.

 

Las enseñanzas de los Grandes Maestros

¿Cuáles son esas enseñanzas de los Grandes Maestros? Como dije, nada que no haya enseñado Jesús antes. Aunque sí son cuestiones que creo muy significativas (y que comparto).

Primero y principal, indican que el amor es el principio universal y la fuerza que guía el crecimiento espiritual. Un tema no menor: el perdón hacia los demás y hacia uno mismo son fundamentales para liberar las cargas emocionales y trascender el ego.

Los Maestros también insisten en la necesidad de vivir en el presente, ya que es el único momento en el que realmente se puede hacer algo. El pasado y el futuro solo nos desvían de lo que estamos llamados a aprender aquí y ahora.

Las otras enseñanzas ya son un poco menos convencionales, aunque bellas de todas formas. Por ejemplo, según los Maestros, las almas reencarnan en múltiples vidas para aprender lecciones importantes y evolucionar espiritualmente. La muerte no es el fin, sino una transición hacia otro plano de existencia.



Por este motivo, debemos aprender a desapegarnos del miedo a la muerte. Esto puede ayudar a reducir el miedo a la muerte y permitir vivir con más plenitud, sin el peso de preocupaciones innecesarias.

Por último, los seres humanos estamos espiritualmente conectados. Las relaciones con familiares, amigos y parejas suelen estar predestinadas, y muchas de ellas se han formado en vidas anteriores. Estas conexiones permiten trabajar en temas kármicos y aprendizajes pendientes.

 

¿Quién fue Catherine en vidas pasadas?

Uno de los aspectos más fascinante de Muchas vidas, muchos maestros es que Catherine recuerda varias de sus vidas pasadas a lo largo de sus sesiones de hipnosis con Brian Weiss.

A través de estos recuerdos, ella revive experiencias en distintas épocas y lugares, y Weiss documenta cómo algunas de esas vidas parecen estar relacionadas con sus temores y ansiedades actuales.

Por ejemplo, Catherine describe haber sido una mujer joven en Egipto, adonde experimentó un evento traumático al ver a su hija morir en un río. En otra vida recuerda haber sido una mujer en la Roma antigua, en una comunidad muy cerrada. También fue un hombre, posiblemente un soldado, que muere en un combate violento.

Catherine revive traumas que explican algunas de sus fobias y conflictos internos. Las experiencias, además de ayudarla a sanar emocionalmente, le permiten entender que los desafíos que enfrenta en la vida actual tienen una conexión con sus aprendizajes de vidas anteriores.

Por otra parte, el libro está profundamente conectado con la vida personal del autor. Al inicio, Weiss es un psiquiatra escéptico y racionalista, formado en una tradición médica convencional. Antes de su experiencia con Catherine, no creía en la reencarnación ni en temas espirituales, y su enfoque en terapia estaba estrictamente basado en métodos científicos.



La historia con Catherine transforma su vida en varios aspectos. A pesar del riesgo de dañar su reputación, decidió publicar el libro y comenzar a hablar de sus hallazgos en conferencias y talleres. De hecho, publicó muchos libros más que funcionan como precuelas y secuelas. Esto lo llevó a convertirse en una figura controversial (si bien influyente) en el campo de la psiquiatría y la espiritualidad.

 

Palabras finales

Independientemente de la opinión sobre la reencarnación que pueda tener cada uno, Muchas vidas, muchos maestros es una lectura hermosa. Me dejó sintiéndome abierto a las posibilidades y más en paz sobre el sufrimiento humano.

Si hay algo que me llevo es reforzar que no tengo todas las respuestas y que no estoy destinado a tenerlas tampoco, lo cual es un alivio y un concepto bienvenido. Particularmente en este año donde estoy viviendo unos vaivenes emocionales fuertes que me han puesto todo en jaque (chicos, necesito terapia).

No creo en Dios. Dejé de hacerlo hace muchos años y por un motivo específico que me sucedió a los 15 años. Pero sí me gusta pensar en que “hay algo más”. No sé qué. Y creo que está bien no saber qué.

El libro reforzó mi creencia, cada vez más intensa, de que tenemos que abrirnos a medida que avanzamos en la vida, aprender ciertas lecciones de compasión y humildad, aplicarlas y compartirlas con los demás.



No sentí que tenía que creer literalmente todo lo que estaba escrito para dejarme llevar y experimentar una sensación más profunda de conexión, menos juicio y más compasión por los demás y por mí mismo.

Al final del día, el mensaje esperanzador que recibí de la obra de Brian Weiss fue algo así: "Estamos bien. Incluso en medio de todo este quilombo hermoso que es la vida… estamos bien".

 

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