Esta película funciona principalmente como una comedia, nunca como una obra de terror. Reseña de The Blackening, una parodia de terror algo desperdiciada. Y, de paso, un listadito de otras parodias que sí banco.
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Reseña de “The Blackening”
The Blackening es una película de comedia de terror de 2023 dirigida por Tim Story y basada en el cortometraje del mismo grupo de improvisación de comedia “3Peat”. La premisa es divertida, al menos inicialmente. Uno de los clichés del cine de terror es que el negro siempre es el primero en morir. ¿Pero qué pasa cuando todo el cast es afroamericano?
La historia es conocida: los planes de un grupo de amigos afroamericanos de celebrar el 19 de junio (Día de la Emancipación) en una alejada, tenebrosa y definitivamente peligrosa cabaña en el bosque fracasan cuando son atacados por un asesino enmascarado. La película se estrenó el fin de semana del 19 de junio de 2023 y ahora se está desarrollando una secuela.
Es claramente una parodia de las películas de terror ambientadas en cabañas y también del tipo de cine que popularizó el fenómeno de Saw: el juego del miedo. Busca utilizar esto para comentar sobre el tratamiento de los afroamericanos en las películas de terror.
Presenta, analiza y satiriza numerosos tropes diferentes que involucran a personajes negros en la ficción, incluidos, entre otros: el negro muere primero, el error de separar a la pandilla, policías racistas e inútiles, brutalidad policiaca y, por sobre todo, la idea del negro más negro entre un grupo de negros. “The Blackest Black”.
Por cierto, un estudio que revisó 50 películas de terror protagonizadas por actores negros concluyó que en sólo el 10 por ciento de las películas se cumple que el asesinado primero es un personaje negro. En fin, moving on…
El conflicto se dispara cuando los protas descubren una sala de juegos oculta. En ella hay un juego de mesa súper racista que tiene como pieza central una caricatura negra ofensiva y arcaica. Pronto, los amigos se enfrentan a un juego de trivia racista de alto riesgo donde una pregunta respondida incorrectamente podría costarle la vida a alguien.
Nunca llega a dar miedo realmente, sino que es principalmente una comedia. Por momentos, el director Tim Story logra que los chistes salgan como tiros rápidos y certeros. Hay varios gags que están buenos y me hicieron reír bastante.
Aunque a veces también hay un esfuerzo desmedido en aplicar el humor observacional sobre los estereotipos negros, tanto dentro como fuera del género de terror. Y acá es donde sufre un poquito más porque quiere ser más seria o inteligente de lo que realmente es.
Es una comedia agradablemente tonta con ocasionales destellos de ingenio. Por supuesto, parte del humor está específicamente en sintonía con referencias culturales fuera de mi experiencia. En ese sentido, la película quizás funciona mejor para otro tipo de público.
Si sos un fan
incondicional del terror, probablemente The
Blackening te resulte un mamarracho. Ahora, si bajás las expectativas y
buscás reírte un rato, me parece que puede andar. Está disponible en HBO MAX.
The Blackening (2023)
La génesis de la parodia de terror
Cuando la gente piensa en “comedia”, rara vez la asocia con “terror” y viceversa. Sin embargo, ambos géneros van tan bien juntos como mate y bizcochitos. Y pensándolo bien, hasta tiene mucho sentido.
Ambos géneros consisten, en esencia, en generar tensión continuamente y luego liberarla en un estallido repentino. La razón por la que funcionan tan bien juntos es porque el espectador necesita “respiros” entre los gritos y las risas sin parar, y uno puede pasar fácilmente al otro.
Dentro de este subgénero encontramos las llamadas “parodia de terror”, que se burlan específicamente de algún elemento preexistente. Los buenos ejemplos de parodias de terror abundan. Un primer caso es Zombieland (2009), que encuentra mucha comedia en su ángulo post-apocalíptico donde los extravagantes supervivientes aprovechan al máximo un mundo roto.
Freaky (2020) jugó astutamente con la idea de intercambiar cuerpos cuando un gigante asesino enmascarado (Vince Vaughn) queda atrapado en el cuerpo de una chica de secundaria (Kathryn Newton). Acá hallamos mucha comedia, si bien también sangre a mansalva y asesinatos excesivos.
En su momento disfruté mucho de The Final Girls (2015). Me parece el ejercicio definitivo en las películas slasher posmodernas y conscientes de sí mismas. Max (Taissa Farmiga) quedó huérfana recientemente y se ve absorbida, junto con sus amigos, por la película de terror clase B que su madre protagonizó dos décadas antes.
The Final Girls (2015)
Lo mismo podría decir de las dos películas de Happy Death Day (2017 y 2019) y cómo se burlan del concepto de loop temporales a lo Groundhog Day. Tanto la primera como su secuela hacen cosas inteligentes y subversivas con la fórmula. El viaje de Tree Gelbman para descubrir quién intenta matarla nos lleva a un misterio legítimamente interesante, al mismo tiempo que experimenta un arco de personaje gratificante.
Por supuesto que
dentro de las recomendaciones de parodias de terror, no puedo dejar de
mencionar a la franquicia de Scary Movie.
Hay cinco entradas oficiales en la serie que fueron cada vez peores, aunque la
primera continúa siendo un clásico absoluto. En todo caso, son una pieza
icónica de la cultura pop y las dos primeras todavía tienen mucho encanto.
El caso de Cabin in the Woods (2012)
La lista es grande. No querría dejar de mencionar Tucker & Dale Vs. Evil (2011), Willy's Wonderland (2021), la excelente Shaun Of The Dead (2004), Bodies Bodies Bodies (buenísima propuesta de 2022) y What We Do In The Shadows (2015).
Aunque si hay una en la que quiero detenerme un poquito más es Cabin In The Woods (2012), quizás la mejor parodia de terror alguna vez concebida.
Cabin In The Woods es una valiente e implacable carta de amor al género de terror. Nunca compromete su visión, que culmina en uno de los actos finales más surrealistas que jamás haya visto. Todo comienza en un territorio muy familiar cuando un grupo de adolescentes se escapa a una cabaña aislada durante el fin de semana.
El grupo comienza a sospechar que hay una actividad siniestra en marcha, pero el género pronto se derrumba al revelarse que una agencia gubernamental mueve los hilos de estos (y quizás de todos) ataques de terror estereotipados. Esta metaversión del terror logra ser igualmente divertida y aterradora al mismo tiempo.
Lo curioso de Cabin in the Woods es que se convierte en una parodia del género en su conjunto, del acto de ver sufrir a estas personas. La historia da un giro hacia una intensa metaficción. El espectador se entera de que un grupo de adolescentes necesita sufrir a manos de un monstruo de terror cada año, o las deidades antiguas destruirán la Tierra. Los sacrificios deben seguir ciertos criterios, cada uno de los cuales es un trope importante del género de terror.
Las referencias a casi todas las franquicias de terror importantes, desde payasos asesinos hasta una serpiente gigante y una entidad demoníaca torturada similar a Pinhead, aparecen en el laboratorio subterráneo donde se orquestan estos horrores.
Esto conduce a uno de los finales más satisfactorios, con los monstruos arrasando el laboratorio, matando a los que son esencialmente espectadores y directores sustitutos.
También vemos varias referencias a las representaciones del género
de terror en otros países, con pantallas que muestran rituales japoneses y
discusiones sobre una misión en Suiza que salió mal. Esta película es una
parodia de terror perfecta y todos los fanáticos del género deberían verla.
Este post estuvo basado en eventos reales… que
nunca ocurrieron.
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=>> Otros posts sobre CINE y TERROR en el blog: “SAW: la complejidad narrativa en el cine de terror”; “The Babadook es una nueva tendencia en el cine de terror”; “Dark Gathering y el escaso animé de terror”; “Grandes horrores: el circo del terror”; “El género slasher a través del tiempo”; “Grandes horrores: los espejos”.
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La parodia es algo sumamente díficil, porque exige un apego al género parodiado. Y a la vez, los elementos burlones.
ResponderEliminarCabin in the Woods es magistral. Funciona como una película de terror. Y usa los clichés, los estereotipos, como el de la rubia tonta y abierta a deseo, lo que es un riesgo mortal.
Se da en película de vampiros. Como Drácula Muerto pero feliz, de Mel Brooks, con Leslie Nielsen. O clásicos como El joven Frankenstein.
Interesante entrada.