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miércoles, 29 de marzo de 2023

“Benjamín está empapado” (cuento infantil)


Este cuento infantil (el #62 publicado en el blog) representó también el regreso del podcast Cuentos de Luciano Sívori. Cuando Benjamín se despertó esa mañana, descubrió que su padre estaba pegado a su espalda... ¡y no quería bajarse por nada del mundo!

Versión narrada del cuento en este link.

 



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“Benjamín está empapado”

(Luciano Sívori)

 

Cuando Benjamín despertó esa mañana, se encontró sobre su cama completamente empapado. Pero no empapado de sudor, que sería lo más común en una calurosa noche de verano. Por supuesto que no estaba empapado de pis, porque ya era grande para hacerse pis en la cama. Tampoco estaba disfrazado de una papa, como algunos podrían llegar a pensar. No, estaba empapado porque su papá, Luciano, ¡estaba colgado en su espalda y no había forma de sacárselo de encima!

Verán. El papá de Benjamín era muy cariñoso y siempre le gustaba jugar con su hijo, contarle cuentos, bañarlo y darle de comer. Tanto disfrutaba de su compañía, que un día se le colgó en la espalda y decidió no salirse más. ¡Ni para ir al baño ni para nada!

A Benjamín el primer día esto le pareció divertido. Iban a lavarse los dientes juntos, miraban televisión apoyados sobre el sillón y salían a andar en bicicleta uno arriba del otro. Benjamín pedaleaba y Luciano, subido a su espalda, le decía para donde doblar.

Pero a la semana, vivir “empapado” ya no era tan divertido como al principio. Había momentos en los que Benjamín no quería que su papá le contara cuentos o jugara con él. A veces quería poder jugar solito o con su hermanito Mateo. Ir al jardín se había vuelto muy difícil porque su papá no quería bajarse de la espalda ni para el recreo, que era cuando Benjamín podía salir a jugar con todos sus amigos al patio.

Bruno, un compañero de Benjamín, le aconsejó sacudirse muy pero muy fuerte para poder sacarse a su papá de encima. No tuvo resultado porque Luciano, el pegajoso papá de Benjamín, ¡se agarraba más fuerte que una garrapata! A Sofía se le ocurrió que podrían hacerle cosquillas entre los veintiocho niños del jardín. Tampoco tuvieron éxito porque, ¿pueden creerlo? ¡El papa de Benjamín no sentía cosquillas en ningún lugar del cuerpo!

Esa noche Benjamín todavía seguía completamente empapado y la situación ya no le causaba ninguna gracia. Cuando Luciano le propuso contarle un cuento, Benjamín le fue muy clarito:

—Papá, lo único que quiero es que te bajes de mi espalda. ¡YA NO QUIERO ESTAR EMPAPADO!

Luciano se puso muy triste con las palabras de su hijo. ¿Cómo podía ser que ya no lo quisiera tener encima? ¿Acaso no le había enseñado a escribir, pintar y jugar videojuegos? ¿No habían disfrutado tantas veces de las olas en la playa y la pelota en el patio? ¿No habían sufrido juntos aquella caída que dejó un moretón? ¿En qué momento Benjamín había decidido que ya no quería tener a su padre cerca?

Entonces, el papá de Benjamín soltó un dedo, luego otro y finalmente un brazo entero. Poco a poco se fue desprendiendo de su hijo. Luciano se fue de la habitación con la cabeza bien baja y en silencio. Y éste normalmente habría sido el final de este cuento, sino fuera por el hecho de que Benjamín tuvo una genial idea. ¿Saben cuál fue?

Cuando Luciano se despertó esa mañana, se encontró sobre su cama completamente benjaminado. Pero no benjaminado de sudor o disfrazado de Benjamín. No, no. Estaba benjaminado porque su hijo, Benjamín, le había decorado todo su cuarto con un montón de dibujos de ellos dos jugando al fútbol, tirados en la arena y mirando juntos la televisión.

Al lado de su cama había una nota. Luciano se sentó sobre la cama y la leyó despacito:

—Pa, aunque no estés todo el tiempo en mi espalda, estás siempre en mi corazón.

 

FIN

 





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=>> Otros RELATOS DE MI AUTORÍA en el blog: “El bar de los sillones que se bifurcan”; “Nos miran desde abajo”; “Los girasoles”; “La insoportable realidad de los grupos de whatsapp”; “El lápiz mágico”; “Los malabaristas son (prácticamente) personas”.

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3 comentarios:

  1. ¡Un cuento magnifico, como todos los que públicas en el blog! Tuve que contener una carcajada con lo de «benjaminado», hubiera llamado la atención del resto de mis compañeros de trabajo si el que se supone que está rellenando tablas se excel de repente se comenzara a reír. Me has puesto en un aprieto jajajajaja. ¡Un abrazo desde Cuba!

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    1. ¡Hey! Muchas gracias. Es mi primer cuento oficialmente "infantil". Mi literatura a veces toca temas infantiles, pero siempre desde la perspectiva adulta. Acá realmente quise escribir un cuento que podría leerle a mis hijos (tengo dos, Benjamín y Mateo) por las noches.
      Qué bueno tenerte tan seguido por acá.
      ¡Saludos!

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    2. ¡Seguro que a tus hijos les encanta el cuento! Ahora que recuperé mi cuenta de Google me tendrás más seguido por acá. Jajajajaja

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