Pocas cosas en la vida son más lindas que una noche
de vicio retro, dos joysticks y una birra bien fría. En esta nota: 5
recomendaciones de juegos modernos (aunque con estilo retro) que pueden jugarse
de forma cooperativa.
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L'heur de la nostalgie
En los últimos años, hemos visto un gran aumento en la nostalgia por los años ´80 y ´90. Parece haber un anhelo gigante por recuperar la magia de las primeras experiencias con videojuegos. Aquellas que llegaron (para los que estamos en los treinta) con los fichines o las consolas de 8 y 16 bits.
Los videojuegos modernos son experiencias inmersivas con gráficos de mucha calidad, mecánicas complejas, requisitos altos y jugabilidad envolvente. Y hay cosas muy geniales, como me lo demostró el año pasado en el que tuve una PlayStation 4 prestada. Pero para mí los juegos retro tienen todavía más atractivo.
Haciendo una estadística rápida, más de la mitad de mis horas de vicio las dedico a juegos actuales que aprovechan mecánicas recientes para adaptarlas dentro un paquete retro. De hecho, son el tipo de experiencias que más vengo disfrutando en los últimos años (como mencioné en esta nota del blog o también en esta otra).
El gaming retro tiende a ser divertido y relajante. Son juegos que suelen ir directo al grano, sin vueltas. En mi caso representan un descanso del estrés semanal y los tiempos difíciles, una opción familiar y cómoda para desestresarse… y mucho mejor si es con un amigo al lado.
Por eso, acá van 5 recomendaciones que pueden
encontrar fácilmente en Steam por
dos mangos y hacerte pasar un buen rato de vicio cooperativo.
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Xeno Crisis (2019)
Arranco poniendo toda la carne al asador. Hace poco estuvo mi hermano Francisco por Bahía Blanca y –entre otros varios juegos co-op que menciono después– le metimos largo y tendido a este nuevo juego creado con la tecnología de la mejor consola de todos los tiempos: la Sega Genesis.
Xeno Crisis es un juegazo de disparos en vista cenital (e ingrato como la mismísima mierda) que toma elementos de diferentes clásicos para construir una fantástica experiencia muy dinámica y retro.
Estoy seguro de que con un par de horas más habríamos logrado terminarlo con Fran. Fiel a la naturaleza de la Mega Drive, hay que darlo vuelta de una sentada y tener todos los sentidos bien atentos.
Lo interesante de este shoot-em-up es que todas las partidas son diferentes porque el mapa se va generando aleatoriamente, un aspecto roguelike que no era nada común en aquella época (de hecho, yo sólo recuerdo un juego de la Genesis que lo hacía: Fatal Labyrinth).
Otro aspecto que le agrega rejugabilidad es que, al terminar un nivel, tenemos la posibilidad de mejorar a nuestro personaje con upgrades permanentes. La moneda para conseguir estas mejoras son unas medallitas que están repartidas a lo largo del mapa.
El aspecto visual es fantástico y el control
funciona a la perfección. Con un stick movemos al personaje, mientras que con
los botones elegimos hacia donde disparar. Está definitivamente pensado para
dos jugadores, no sólo por el hecho de tener a dos muñecos pegando tiros, sino
porque cuando un jugador muere el otro puede resucitarlo.
Juanito Arcade Mayhem (2017)
Otra gran recomendación Co-Op es este juego argentino que se basa en el clásico Pang! de 1989. Reproduce la experiencia arcade, pero con un toque muy fresco, lleno de humor tonto y acción frenética.
El argumento importa poco y nada. Por algún motivo desconocido entramos al mundo de los videojuegos clásicos con nuestro amigo marciano (¡que no es de Marte!). Los enemigos son babosas circulares que van rebotando por la pantalla y que, al recibir un disparo, se separan en dos.
Al ir progresando van apareciendo nuevos tipos de enemigos y la cosa se pone re picante. Existe la posibilidad de revivir al compañero cuando muere y eso salva, muchas veces, las papas calientes. También al avanzar se pueden ir obteniendo mejoras permanentes, como la posibilidad de recargar el arma a lo Megaman.
Juanito Arcade Mayhem cuenta con 90 niveles separados en mundos que son un homenaje a los amantes de lo retro. El primer mundo, por ejemplo, está inspirado en Tetris y el jefe final (en el Nivel X… siendo un producto argento no creo que sea casualidad) es un Donkey Kong con el nombre cambiado. Más adelante aparecen niveles a lo Snow Bros o Arkanoid.
Al igual que en la recomendación anterior, el
apartado gráfico acá es absolutamente destacado. Está lleno de detalles y
parece que estamos viendo un dibujito en la TV. Los guiños a los clásicos y el
ritmo acelerado hacen que sea un gran juego para entretenerse con un amigo. Sí
admito que se vuelve un poco repetitivo, pero para matar unas horas recontra
va.
Heavy Burger (2018)
Si Juanito era un arcade fácil de querer, Heavy Burger es un monstruo diferente. Se trata de un indie multi-jugador local que es un caos absoluto. Las partidas son cortas y salvajes. Dos equipos se enfrentan para tomar una bolsa de dinero y llevarla hacia uno u otro lado de la pantalla. En el medio hay obstáculos, rifles láser y ametralladoras.
Es un quilombo hermoso. De los 5 juegos que recomiendo en este post éste quizás el que menos nos enganchó con Fran en aquel finde largo de vicio que tuvimos, aunque de todas maneras creo que tiene su potencial… especialmente jugando entre cuatro amigos.
Heavy Burger
es uno de los juegos más extraños que haya conocido. El gancho es que hace uso
de la biblioteca de arcade de Data East para armar partidas cortas en diferentes
máquinas. El encanto se encuentra principalmente en la configuración tonta y, pese
a que a menudo todo es demasiado caótico para su propio bien, es ideal para matarse
de risa.
Blazing Chrome (2019)
Los tres títulos anteriores los jugué con mi hermano Fran en el último finde XL de junio. Estos dos juegos que restan los conocí una semanita de 2021 en la que me fui a Buenos Aires a “laburar” y, de paso, aproveché a ver a mi otro hermano, Tomás.
El primero de ellos me encantó y tengo ganas de volver a jugarlo. Blazing Chrome es, básicamente, un Contra Hard Corps en versión moderna. Mucha testosterona y tiros por todos lados. Como homenaje a los run-and-gun de los 16 bits, éste es uno de los mejores que he visto.
En Blazing Chrome sufrís y disfrutás por partes iguales. Es MUY difícil, pero también bastante justo. Permite elegir niveles de dificultad y es cortito, teniendo 4 niveles principales y uno final (con el boss rush incluido, también a lo Megaman).
Nuevamente destaca un apartado gráfico exquisito. Sin embargo, lo mejor es el control preciso de nuestros personajes. Tenemos habilidades para rodar, atacar cuerpo a cuerpo y cuatro tipos de armas combinables como ocurría en aquellos clásicos de la Genesis (por ejemplo, en Gunstar Heroes).
Digo que tengo ganas de volver a pasarlo porque,
cuando lo dimos vuelta con T-Boy, se nos desbloquearon nuevos personajes con
habilidades diferentes (¡que tienen sables laser!). Seguramente modifiquen
bastante la experiencia de juego y son una buena oportunidad para rejugar la
historia. La verdad que Blazing Chrome es un juegazo para
tirarse tranqui en el sillón con un amigo.
Micro Mages (2019)
Y de los 16 bits pasamos a los 8 bits con esta última gran sugerencia para 2 a 4 jugadores. Micro Mages es un juego de plataformas cooperativo, con magníficos gráficos pixelados y desarrollado para la consola NES original (o la Family Game en nuestro país).
El objetivo es llegar al tope de una torre mediante una escalada vertical que recuerda al Ice Climber. Lo más sorprendente es lo suave que funciona todo en esos míseros 40 Kilobytes de memoria (en este muy buen video los desarrolladores explican sus secretos).
Tanto la animación como los movimientos de nuestros personajes son muy fluidos, y esto es especialmente increíble cuando lo vemos corriendo con cuatro amigos jugando en simultáneo en la misma pantalla.
El modo multijugador es la forma ideal de jugar Micro Mages. Mientras al menos un jugador esté vivo, no perdés la partida. Los jugadores muertos se convierten en fantasmas y tienen la capacidad de ayudar a sus compañeros congelando a los enemigos. También pueden destruir cajas y cofres del tesoro con la esperanza de encontrar un hada o una pluma de gaviota mágica que los devuelva al juego.
Los valores de producción en Micro Mages son muy altos. Los gráficos están súper bien para sus 8
bits. Son vibrantes y detallados. La banda sonora es de calidad y se adapta
perfectamente al juego. El diseño de niveles está bien pensado para
proporcionar un desafío atractivo que sea a la vez equilibrado e interesante.
Realmente es un juego muy logrado.
¿Conocen otros juegos modernos, de estilo
retro, que tengan modo cooperativo? Siempre estoy buscando este tipo de
experiencias, ¡así que agradeceré sus comentarios!
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=>> Otros posts sobre RETROGAMING en el blog: “Demons of Asteborg y el resurgimiento de la Sega Genesis”; “Otros 5 clásicos de Sega Gensis que recomiendo”; “ADN Gamer: 10 videojuegos que definieron mi vida”; “Reseña de Deltarune: Capítulo 2”; “Grandes juegos de Family Game”; “Tres juegos para amantes de lo retro”; “Los mejores juegos Abandonware”.
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