No sé si será el encierro o el
hecho de que voy recuperando mi costado lúdico junto a mi hijo de 3 años, pero
últimamente vengo pensando mucho en aplicaciones, viejos juegos de PC y joyitas
de los primeros celulares que fueron claves en aquellos gloriosos años noventa
(y principios del 2000). En esta nota quiero revivirlos, aunque sea por un
momento.
***
Tengo varias sagas
que componen este blog. Una sobre grandes horrores, otra sobre juegos de mesa y
hasta una donde discuto distintas técnicas narrativas. “La nostalgia ya no es
lo que era” es la sección donde escribo sobre cuestiones del pasado que me
hicieron feliz de niño.
Hablé sobre el Doom¸ el Tamagotchi, el Contra y
algunos hermosos videojuegos actuales para amantes del retrogaming.
Hoy le toca el turno a algunas cosas random más.
Los juegos del Nokia 1100
Tuve mi primer celular el primer
año de universidad, allá por el 2006. Era el inquebrantable Nokia 1100, la envidia del barrio
porque contaba con linterna. Se trababa de un celular de gama media (tirando a
baja) que competía con celulares mucho más potentes como el Sony Ericsson y el
BlackBerry.
Sin embargo, el destino quiso que
se convirtiera en uno de los más y mejores vendidos de la historia. Por lo
menos mi versión traía incorporados dos juegos: Snake (la famosa “viborita”) y el Space Impact, un shoot-em-up
horizontal que me cansé de dar vuelta.
Hoy los dos los podés encontrar
fácilmente en Internet o en la Play Store de Google, sea en sus versiones
clásicas o modernizadas. En aquella época, poder jugar con algo tan chiquito en
la mano era una locura para personas como la Tía Marta o el Abuelo Pepe. Yo,
por suerte, tenía mi Gameboy
Pocket, pero no podía llevarlo a todos lados, con lo cual recontra
zafaba con mi Nokia 1100.
Un dato de color: en un viaje en
colectivo puede conocer a una chica gracias a mis habilidades con la Viborita (pun not intended). La piba viajaba al
lado mío y miraba cómo jugaba hasta que me tiró un “yo soy buenísima con la
viborita”. Y mejor corto acá porque si no esto se va al carajo. Buenas épocas,
por cierto.
3D Movie Maker (3DMM)
Hace varias semanas que vengo
pensando en esta aplicación educativa y, por
obra del sincronismo, mi hermano Gastón
me mencionó que la había recuperado de un backup que tenía. Me lo mandó por
Drive junto al siguiente programa de esta lista.
Durante mis años de secundaria
tuve épocas donde experimenté creando producciones con Macromedia Flash (eran tiempos de Alejo y Valentina y el Mono
Mario) y también disfrutaba mucho de hacer contenido bizarro con el 3D Movie Maker (o “3DMM” para los amigos).
Este soft para mí era una locura. La
creación de animación en 3D era un proceso súper sencillo, permitiendo a los
chicos crear películas con facilidad.
Podías elegir entre 40 actores /
actrices disponibles, cada uno con varios disfraces y una cantidad variada de
acciones, así como muchos apoyos diferentes. El soft te permitía seleccionar
entre doce escenas, cada una completa con varios ángulos de cámara diferentes.
Me encantaba la Mansión Embrujada. Podías colocar textos y grabar las voces.
Con 3DMM, por ejemplo, en mi
segundo año de secundaria armé una película con la obra Las botas de Anselmo Soria. Era parte de un trabajo práctico de
Lengua donde teníamos que convertir la novela de Pedro Orgambide a otro medio
audiovisual. La profesora quedó tan fascinada que me puso un 10 y se lo mostró
a toda la clase. Yo me ligué otros tres meses más de bullying.
En casa también tuvimos el Nickelodeon 3D Movie Maker, una suerte
de spin-off que incluía a 12 actores únicos y 11 escenas de La vida moderna de Rocko, Ren y Stimpy y Real Monsters. Aunque no lo crean, el 3DMM sigue teniendo su propia comunidad activa en
Reddit.
Kai´s Power Goo
El otro programita que recuperó mi
hermano en un back-up y me envió. La capacidad de modificar regiones de una
imagen fotográfica y fusionar fragmentos de una foto sobre otra para crear
compuestos hoy es re común. Pero en los años ´90 era algo nuevo y emocionante. Kai´s Power Goo además hacía
que el proceso fuera muy divertido.
Y era re fácil de usar. Fácil como
Photoshop nunca fue, fácil incluso
como las versiones supuestamente fáciles de Photoshop nunca lo han sido. Tenía
una sala "In" para cargar archivos, una sala "Out" para
guardar y exportar, una sala "Goo" para hacer un licuado y una sala
"Fusion" para crear collages a partir de dos archivos.
Encarta 98
Los pibes de hoy no tienen ni idea
lo que era hacer tareas en la primaria y la secundaria. No había Google (¡se usaba Yahoo o Altavista!) ni Wikipedia. Sobre mitad de la secundaria
llegaron cosas mágicas como El Rincón
del Vago para tirarte una soga, pero antes de eso nuestro héroe tenía un
nombre: Encarta.
La Encarta 98 fue la sexta edición de la famosa enciclopedia
multimedia de Microsoft, la segunda publicada en español y una de las más
recordadas por la mayoría de nosotros.
Con los más de 30.000 artículos
(apoyados en gráficos, ilustraciones, mapas, etc.) ya no era necesario perder
toda la tarde en la Biblioteca transcribiendo textos de un libro para realizar
un trabajo de historia, biología o geografía.
La Encarta 98 existió en un
lugar interesante de la historia: entre el auge de Internet y la capacidad de
la computadora para manejar (en ese momento) grandes cantidades de datos.
Los
CD-ROM podían almacenar 700 MEGABYTES, lo que era increíble en comparación con
los berretas disquetes de 1,44 MB a los que estábamos acostumbrados. ¡La Encarta
era tan grande que ocupaba 5 CD-ROMs!
Mis alumnos de la Universidad (que
tienen entre 18 y 22 años) no pueden ni imaginar la escala en la que existen
los datos hoy en día. Apenas podíamos creer que toda una estantería de
enciclopedias estaba ahora en nuestra PC. Pasé horas y horas deambulando por
artículos aleatorios en la Encarta. El alcance del conocimiento era abrumador,
pero accesible.
Los juegos de Apogee
Lo mejor lo dejé para el final. Apogee fue la empresa de los ´90 por
excelencia. ¡Si habré jugado sus juegos! No metió clásicos como Sonic the Hedgehog o Super Mario pero sí tiene su lugarcito dentro
de la historia de los videojuegos.
Mis favoritos eran los Commander Keen (especialmente su cuarta
aventura), Rise of the Triad (tremendo
clon del Doom), Crystal Caves y
su contraparte (el Secret Agent), Wacky Wheels, Raptor: Call Of The Shadows (un muy buen
shoot-em-up), Hocus Pocus y el plataformero
Cosmo's Cosmic Adventure.
Más tarde, Apogee cambió su nombre
a 3D Realms, mejor conocido por las delirantes aventuras de Duke Nukem.
En 2013 sacaron para Steam un
compilado (The Apogee Throwback Pack),
que incluye 4 juegos por 120 pesitos argentinos: Blake Stone: Aliens of Gold, Blake
Stone: Planet Strike, Rise of the
Triad y un DLC, Extreme Rise of the
Triad.
Los dos títulos originales de Duke Nukem, que son aventuras run-and-gun en 2D, eran muy divertidos
también. Especialmente el segundo.
Jugar a través de todo este abandonware es como viajar en el tiempo. Con los conocimientos que tenemos hoy, es fácil identificar elementos sorprendentemente similares en el diseño de niveles y los tipos de enemigos.
Todos los juegos eran medio parecidos, como si la compañía estuviera diseñando videojuegos sin nadie mirando. Y era un poco así. Eran otras épocas, ¿no?
***
Posdata loca: Hoy es mi cumpleaños. ¡33 pirulos! O_o
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=>> Otras notas sobre NOSTALGIA el blog: “Capítulo 1: El Doom”; “Capítulo 2: El Tamagotchi”; “Capítulo 3: El Contra”; “Capítulo 4: Tres juegos para amantes de lo
retro”; “Rise of the Clones: 5 grandes clones del
Doom”; “Grandes juegos educativos de mi infancia”.
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Feliz cumpleaños atrasado!
ResponderEliminarRecuerdo haber jugado mucho a los del Nokia 1100 que en realidad va a ser recordado porque era la mejor linterna del condado. Ir de campamento o estar buscando algo a la madrugada ya no fue lo mismo con él.
Abrazos