Hace un tiempito, el gigante del streaming cerró su
cuarta serie Marvel: Luke Cage.
Y en general tuvo un muy buen recibimiento por parte de la audiencia y la
crítica.
Se trata de otro de los tantos contenidos originales de Netflix, una
empresa que poco a poco se fue convirtiendo en productora, manteniendo
simultáneamente los derechos de distribución de sus contenidos. Controla no
sólo las series que podemos ver, sino también la única forma de verlas
(legal, claro).
Puede que Friends se
lleve a varios canales de cable o a otros servicios de streaming, pero House of
Cards u Orange is the New Black
van a quedar para siempre en Neflix.
Así, la compañía logró una importante ventaja de
integración vertical: produce y distribuye, controlando todas las etapas del
producto hasta que llega al consumidor final (nosotros).
En esta nota voy a
hablar un poquito respecto a eso, y en particular de su especial estrategia de
marketing.
Un cacho de
historia
A lo mejor vivís en un tapper y no sabés qué
demonios es Netflix. No hay problema, hagamos un breve repaso.
Netflix
es un servicio que –oh, sorpresa– arrancó allá por 1999. Al principio era un
servicio de subscripción para alquiler de DVD´s, donde uno pedía por Internet y
te mandaban el DVD por correo. En el año 2007
agregaron la posibilidad de streamear
videos vía Internet como valor agregado al servicio.
Por supuesto, y como muchos sabemos, en los
próximos 3 o 4 años los alquileres de DVD´s empezaron a caer drásticamente, a
medida que el acceso a Internet se volvió más barato y rápido. Netflix
rápidamente evolucionó para convertirse en el prominente servicio de entretenimiento por streaming
que hoy conocemos.
En otras palabras: Netflix fue el servicio de
alquiler de DVD´s que terminó por matar al alquiler de DVD´s. ¡Quién lo habría
dicho!
En el frente televisivo, la principal competencia
de Netflix es Hulu, ambos
empeñados en lograr colocar las mejores series clásicas entre sus librerías.
Por ejemplo, Hulu tiene la exclusividad de los reruns de Seinfeld,
mientras que Netflix lo tiene con Friends.
En los últimos años (desde el 2012 en adelante) Netflix preparó una estrategia contundente donde
empujó hacia contenido original y exclusivo. El resultado fue un gran éxito
para la empresa y un salto en popularidad impensado. House of Cards, una de las figuritas estrellas, fue la primera
serie directo-a-streaming que ganó un premio Emmy.
Hulu, Amazon y Yahoo! también tienen hoy sus servicios de streaming. Pero,
¡vamos!, ¿quién va a pagar dos servicios diferentes? Nadie quiere hacer
eso. Netflix la viene jugando bien, haciendo contratos exclusivos con Dreamworks Animation (el reboot de Voltron) y con Marvel Comics (Daredevil,
Jessica Jones, Luke Cage, el venidero Iron
Fist).
Por otro lado, debido al incremento en la
popularidad del animé vía streaming (Crunchyroll
siendo el líder), Netflix también comenzó a lanzar su propio contenido
original: Knights of Sidonia, The Seven Deadly Sins, Ajin, etc. No es su principal fuerte,
pero es un comienzo.
Aunque... hey... está
todo Robotech en Netflix.
Ahora piensen en esto: Netflix es tan popular
que representa un tercio de todo el tráfico de Internet en Estados Unidos entre
las 7 pm y la 1 am. ¡Un tercio! La gente está viendo más Netflix que porno.
Para el 2014,
Netflix ya llegaba a 40 países alrededor del mundo. En el 2015 anunció que llegaría al resto de los lugares. Hoy hay apenas
unos pocos rincones del mundo sin acceso al servicio de streaming más grande
que conoció el mundo.
Los 13
episodios de las series de Netflix
El hitazo Stranger
Things pegó fuerte en la cultura popular, convirtiéndose en una de las
series del año. Y tuvo sólo 8 episodios. Sin embargo, la gran mayoría de las
series originales de Netflix tienen todavía 13 episodios, el standard de la
industria de la televisión desde hace años.
El procedimiento clásico siempre fue consistente:
grabar un episodio piloto, ser seleccionado, grabar otros doce episodios, y
luego completar la tirada para tener una primera temporada de 20 a 24
episodios. Ahora: esto no tiene sentido para Netflix, una empresa que no tiene
necesidad de estirar sus temporadas, ni de generar publicidad en el medio. Más
considerando que todos los episodios los tiran de una, listos para hacer binge-watch.
HBO hace rato que se pasó a hacer series de 10 episodios.
Lo mismo hicieron otras cadenas de televisión. Es verdad que una tirada de diez
episodios no garantiza ningún éxito (todos queremos olvidarnos de la segunda
temporada de True Detective), pero
definitivamente parece ser un número redondo para no estirar demasiado una
historia. Es más fácil contar un argumento sólido y claro.
Netflix hizo algunas movidas para acortar sus
series, pero las de Marvel –indudablemente el peso fuerte– siguen siendo piezas
de 13 episodios. Y varios están de acuerdo al mencionar que varios capítulos
terminan sobrando. No importa qué tan bueno e interesante sea tu personaje
principal: dale dos o tres capítulos donde no tiene nada que hacer y el ritmo
se siente detenido.
Temporadas más cortas permiten que los productores
puedan atraer a grandes estrellas, que pueden comprometerse a sólo un par de
episodios. También le permite a una cadena meter más shows en un mismo periodo
de tiempo. Netflix está buscando esto, quizás con cierta lentitud. Quiere tener
una variedad lo suficientemente grande como para gustar a todo el público. Un
menú de géneros y estilos variados, donde todos tengan un favorito.
Algo me dice que los próximos shows de Marvel van a
ser más cortitos. Es más barato y más sencillo de producir. Aunque también es
cierto que parece ser la gallina de los huevos de oro. Sí, Netflix ha hecho
algún contenido original muy olvidable (como algunas de sus películas) pero las
series han sido casi todas aclamadas por la crítica.
La
estrategia de marketing de Netflix
Entonces: resumamos un poco la estrategia de
marketing del gigante del streaming. Primero, están abiertos al cambio, a transformarse.
Cuando vieron que el alquiler de DVD´s estaba muriendo, supieron adaptarse a lo
que se venía. Y mal no les fue.
Por otra parte: piensa en sus clientes, el cliente
es el foco. Netflix hace un análisis metódico de la información proveniente de
sus usuarios. Pasó con House of Cards,
por ejemplo. La historia es relativamente conocida: usaron sus conocimientos
sobre las preferencias de sus clientes para lograr desarrollar un producto con
el menor margen de riesgo. Cuando salió esta serie, Kevin Spacey era una de las
estrellas más queridas por el público, y la serie que garpaba era el thriller
político. Mis compañeros de Altapeli.com hablaron
al respecto en esta nota.
En tercer lugar, Netflix supo entender que “el
contenido es el rey”. Gracias a una transición muy rápida, pasó de ser una
plataforma con los mejores contenidos audiovisuales del mundo a empezar a lanzar
su propio contenido. Como sabemos, crear contenido de calidad es no insultar a
sus consumidores, darles valor, apreciarlos, entenderlos. Así, logró una
integración vertical como pocas veces se ha visto.
Queda por ver cómo se sigue moviendo el mundo, y si
Netflix sigue tomando decisiones acertadas para adaptarse al cambio. Por lo
pronto, parece que las cosas le están yendo muy bien.
………………………………………………………………………………………………….
=>> Otros posts sobre SERIES DE TV en el blog: “Las
mejores series canceladas en su primera temporada”; “Grandes
series de mi vida – Parte 3”; “Awake,
una gran serie que nunca viste”; “5
motivos por los que Seinfeld es mi serie favorita”; “Breaking
Bad: 5 motivos de su éxito y un análisis del final”.
………………………………………………………………………………………………….
► Podés seguir las nuevas notas y
novedades (además de humor y críticas de cine) en mi fan-page: http://www.facebook.com/sivoriluciano. Si te gustó, ¡compartilo o dejá un comentario!
Sigo sin entrar a ese submundo... Pero me río ahora de los que me cargaban porque me gustaban los comics je 🙋
ResponderEliminarTanto como medio como por las series, se trata de algo innovador.
ResponderEliminarY me gusta que adapten comics a series.
Me gusta el comentario de JLO.
es lo mejor me la paso viendo las series netflix es muy economico
ResponderEliminar