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martes, 15 de noviembre de 2016

“La Patagonia Fusilada”, entrevista a Guido Barsi


Hace unos años me encontré con la literatura de Guido Barsi gracias a una crítica que hizo Hugo Zapata en su blog respecto a su primera novela gráfica. Luego de unas idas y vueltas, compré su obra y la reseñé en esta nota.

Un tiempo después, Guido volvió a contactarse para hablarme de su última producción gráfica, algo muy diferente a la ciencia ficción distópica que era Ahogo.

La Patagonia Fusilada” narra uno de los hechos más sangrientos y trágicos de la historia argentina. En el mes de noviembre del año 1921 el Ejército Argentino puso pie en tierras patagónicas, bajo el mando del Teniente Coronel Héctor Varela. 

El entonces presidente Hipólito Yrigoyen quería poner fin a una importante huelga de obreros que estaba deteniendo toda la actividad comercial de la zona. Ellos pedían que se cumplieran las condiciones que, de antemano, habían pactado con los patrones bajo la aprobación del gobierno.

Los militares fusilaron a prácticamente todos los obreros. La obra de Guido Barsi retrata este hecho histórico a través de cuatro episodios que tienen la particularidad de enfocarse en diferentes aspectos de la huelga y fueron ilustrados por diferentes artistas.

El primer capítulo (a mi parecer, el mejor logrado) muestra las condiciones de los obreros en las estancias y el trato que recibían. Esta primera parte me pareció soberbia en cuanto a narrativa y estética, un comienzo tan fascinante como atrapante. Los dibujos de Kundo Kruch son sencillos pero efectivos.


Los capítulos dos y tres (ilustrados, respectivamente por Mauro Sánchez y Pablo Romero) se enfocan en la huelga, tanto desde el punto de vista militar, como del de los obreros, y finaliza con el fusilamiento. Estas dos partes tienen un laburo estético y visual muy bueno también. Los dibujos de Mauro Sánchez se destacan por el nivel de detalle, y particularmente los Pablo Romero son agradables (seguí prefiriendo los de Kundo Kruch, sin embargo). Lo que sí noté es que acá la narrativa se torna un poco más caótica. Es difícil seguir quién es quién.

Por último, la cuarta parte funciona como un cierre de la historia. Con dibujos de José Flores (sinceramente, los que menos me gustaron) vemos las venganzas que se fueron sucediendo años después a manos de los anarquistas. Acá se pone especialmente en relevancia el tema principal de la obra (y de la historia Argentina): la perpetuación de la violencia, la sed de venganza y la impunidad.

Este cierre me pareció acertado pero me distrajo un poco el arte opaco, sin expresión. Quizás haya sido una decisión consciente, pero no la encontré especialmente interesante.

Sin embargo, la obra como un todo es muy memorable y creo que logra algo que no es poca cosa: tomar un hecho histórico y volverlo atrapante para el lector casual. 

Gracias a una elección de planos arriesgada, una narrativa cruda y un arduo trabajo de investigación, La Patagonia fusilada es una obra con valor, especialmente para tener este lamentable hecho en la memoria de todos los argentinos.

Para profundizar en el génesis de la historia, Guido se sumó a una entrevista vía e-mail donde respondió algunas de mis inquietudes. Se las comparto. No tiene desperdicio.


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ENTREVISTA A GUIDO BARSI

Guido, comencemos por el principio: ¿por qué los cómics y no otro medio de ficción? ¿De dónde proviene tu fascinación?

Creo que me enamoré de este medio porque es la unión de otras dos pasiones: el cine y la literatura.

La historieta es la unión perfecta de estos dos medios, tiene la capacidad visual de imaginar mundos sin las restricciones económicas y de formato que tiene el cine y potencia la narración con una velocidad que en general la literatura puede carecer.

Lo que me encanta de la historieta es la libertad que hay para las historias que se cuentan y que en otro medio podría suprimirse (censurarse) por la exposición que tienen esos medios a la sociedad en general. O simplemente mi fascinación por las historietas es porque me encanta leerlas.

¿A quiénes (o a qué) considerás como influencias a la hora de escribir tus historias?

Trato de no asemejarme a otros escritores e intentar hacer (bien o mal) mis historias con mi propio sello y que estas historias a su vez tengan su propia identidad y no se parezcan a otras que escribí. Me gusta pensar que cada historia es única y que representa un estilo y una forma de pensar propia del autor que se da en ese momento justo en el que uno la escribe. Y que si uno toma un guion escrito hace un tiempo atrás ahora lo escribiría distinto a ese momento porque en ese tiempo uno fue cambiando y su manera de escribir también.

Por lo que trato que mis historias no sean influencias de otros autores, sino una especie de expresión de mi persona en ese momento. Claro que esto no se puede hacer con todas las obras, hay historias que lo permiten y otras que no.

Si me gusta, al leer otras obras, hacer el ejercicio de pensar como hubiese resuelto ciertas escenas si yo era el autor de esa obra. O de tomar la premisa de una obra y repensarla con mi propio estilo o ideas.

“Ahogo”, tu anterior historia que reseñé en el blog, era un relato de ciencia ficción distópica. ¿Qué se te dio por pasarte a un género más realista basado en un hecho histórico como fue el de la Patagonia Trágica?

Intento no encasillarme en un mismo género o idea y escribir todo lo que pueda. Al principio escribía obras de terror y suspenso y no salía muy lejos de ese género. A medida que fue pasando el tiempo fui eliminando esa barrera que me había autoimpuesto para empezar a explorar todos los géneros que tuviese ganas de escribir. Escribí historias de terror, suspenso, humor, drama, ciencia ficción, aventura, etc. Creo que me falta escribir algo del genero romántico, así que podría empezar a hacerlo, jaja.

Y aunque pareciera que son dos géneros extremos, creo que ambos se relacionan entre sí y son un campo en el que me permite, como autor, reflexionar e invitar a la reflexión.

Por un lado la ciencia ficción permite el juego de llevar al extremo situaciones actuales en el que podemos mostrar de forma irónica lo que pasaría si seguimos en el camino que estamos.

Y en el extremo opuesto aparece la historieta histórica que nos muestra la crueldad del pasado del que creemos tan lejano pero que sigue pasando pero con un nivel de violencia (física) mucho menor.

Con “Ahogo” me contaste que comenzaste con el capítulo cuatro, y luego fuiste armando el resto de la historia (que tiene un total de seis capítulos). ¿Te paso algo similar acá? ¿Cómo fue el proceso de concepción de la historia?

Hubo algo similar por el desarme de los capítulos a la hora de escribirlos, hubo un desarme parecido al que se dio en “Ahogo” que empezó por el cuatro y después fuimos haciendo los capítulos a medidas que iban apareciendo las historietas y después las ordenábamos.

Con “La Patagonia Fusilada” se dio lo mismo pero en esta oportunidad tenía bien en claro que orden cronológico iban a tener y qué iba a abarcar cada capítulo.

Lo primero que hice fue dividir la historia real en cuatro partes: una con la etapa previa de la huelga, la segunda y tercera con la segunda huelga de los obreros y la última con los sucesos acontecidos después de la huelga.


Una vez definido el espacio de cada capítulo en la historia real empecé a escribirlos. Comencé con el capítulo 3 que era el que tenía más claro en mi mente: quería contar el fusilamiento de los obreros desde el punto de vista de un soldado para dar la visión más cruel de todas, aquel que fusila solo porque le dan la orden.

Seguí con el primero para contar cómo los obreros vivían en las estancias y por qué se levantaron en huelga.

Luego el último, que es el más realista de los 4 ya que no utilicé a ningún personaje ficticio; sólo quería contar lo que realmente pasó luego de los fusilamientos y que ya era bastante interesante como para añadirle algo de ficción.

Y por último escribí el capítulo 2 contando el inicio de la huelga desde el lugar de los obreros, hice una primera versión que descarté por la que actualmente existe.

Algo loco de “La Patagonia fusilada” es el hecho de que cada una de sus cuatro partes está dibujada por alguien diferente. Contame un poquito el motivo de esa decisión y qué desafíos representó para vos.

Se trató de una decisión puramente práctica. Cuando nació la idea de contar estos hechos sabía que se trataba de una historia de casi 100 páginas y es un número muy alto de páginas para pedirle a un sólo dibujante sin poder pagarle y sin tener la certeza de que se iba a publicar.

Por lo que opté por dividir el esfuerzo y hacer historias separadas que cuenten la historia global de los fusilamientos.

El desafío fue hacer historias independientes que retoman donde dejo la anterior, sin repetir los personajes o lugares porque no quería que los dibujantes estén obligados a dibujar algo que ya había dibujado un compañero. Quería que cada parte fuese independiente de la otra o que su relación sólo se diera por los hechos que se cuentan.

Fue una linda experiencia y estoy muy contento con el trabajo que se hizo al trabajar con distintos dibujantes; tengo muchas ganas de volver a repetirlo.

Como escritor de cómics, seguramente leés bastantes. ¿Qué le recomendarías a aquel ajeno a este tipo de literatura?

Recomendaría que se acerque al género sin ninguna idea previa y que lea con el mismo entusiasmo que lee un libro o mira una película o escucha un CD.

Si la historia o el dibujo tienen algo que me interese, me pongo a leerlo y si tampoco tiene algo llamativo, también lo leo. Trato de no ponerme restricciones para disfrutar de una obra, de esta forma me encontré con grandes obras de la historieta que tal vez no hubiese leído porque no me gustaba el dibujo o porque la historia parecía simple y detrás de esas “desventajas” encontré obras que me encantaron.

Mientras uno tenga menos preconceptos de la obra que va a leer, le das más espacio a que te vuele la peluca.

¿Marvel, DC o ninguno de los dos?

Me dan lo mismo, jaja. Hace muchos años que no leo algo actual de estas dos industrias, más que nada porque me da pena que teniendo los autores que tienen y la capacidad económica de hacer lo que quieran están siempre haciendo lo mismo: la muerte de tal y después su resurrección, o la ampliación de una saga hasta el infinito o que haya que leer 300 números para poder seguir una saga y más de la mitad es puro relleno.

Sacando esto de lado, creo que me quedo con Marvel. Tiene personajes e historias más sombrías y oscuras, más reales (que es lo más me llama la atención).

¿Cuáles son tus próximos proyectos? ¿En qué estás trabajando ahora?

Estoy haciendo un poco de todo, no con el nivel que me gustaría por falta de tiempo para sentarme, pero sí intentando que vean la luz. Algunos de estos proyectos son: la comedia de ciencia ficción “El Transmutador” con Pablo Fernández que sale en Subcultura y Nueve Grullas, “El Resto de los Dioses” con dibujos de Ink-ID que se publica en la revista HB, la adaptación de “Los 7 Locos” de Roberto Arlt que estamos haciendo con Kundo Krunch para que sea publicada por Ediciones RyR.

Y después distintos proyectos que espero que vean la luz el año que viene o dentro de poco.



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► Quienes estén interesados en su obra, pueden contactar a Guido por alguno de estos medios.

Facebook (Guido Barsi): https://www.facebook.com/guido.barsi

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2 comentarios:

  1. Interesante. Recuerdo la película "La Patagonia Rebelde", y tengo un libro con fotos e historias de algunos de los participantes de las huelgas.
    Los dibujos parecen simples pero efectivos, me gusta el de las ovejas. Tiene algo de manga.
    Buena entrevista, otra de las facetas en las que te destacás eh. La próxima te presento también como "gran entrevistador"

    Abrazo!

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    1. Se tiene que venir la entrevista a Frodo y su pasión por las cartas encontradas en la calle. Es una hobbie tan particular como fascinante, jajaja.

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