Isaac Asimov acababa de cumplir veintiún años
y había terminado de redactar Anochecer,
un relato que sería esencial en su carrera como escritor. Había vendido un
puñado de textos en revistas, pero también le habían rechazado muchos otros.
Cuando el editor de la Astounding Science
Fiction Magazine, John Campbell,
le mostró de casualidad la cita de Emerson
con la que comienza la historia, a Asimov se le prendió la lamparita.
La historia apareció en la portada de la revista y
el mundo literario comenzó a tomar a Asimov con seriedad. De la noche a la
mañana, Anochecer se convirtión en un
clásico absoluto e instantáneo. Con el pasar del tiempo, fue incluido en casi
50 antologías, en todos los idiomas del mundo.
En esta nota vamos a desenredar
un poco los temas que trata la historia y su importancia dentro de la ciencia
ficción.
***
#SpoilerAlert: se revelan partes fundamentales de la
trama, incluyendo el desenlace del relato.
***
El cuento transcurre en el ficticio planeta de Lagash, ubicado en un sistema que contiene
seis soles. Debido a eso, el planeta está iluminado constantemente, y no conoce
la noche. En la Universidad de Saro, en el año 2049, los científicos están convencidos de que esa noche ocurrirá
un evento único: una extraña alineación de estrellas va a cubrir al mundo en
una oscuridad absoluta.
Su hipótesis es que cuando los habitantes de un
mundo que no conoce la oscuridad total se sumerja en la penumbra, el pánico y
el terror los volverán locos, a tal punto que la civilización como la conocen
desaparecerá.
En el medio de la crisis, un reportero escéptico
llega a la Universidad para presenciar el evento y redactar el peculiar suceso.
El debate entre la ciencia y la superstición en esta historia nos suena todavía
actual 70 años después.
En 1968,
la Unión de Escritores de Ciencia Ficción de América votaron a Anochecer (“Nightfall”) como la mejor historia corta escrita antes de 1965, en
los Premios Nébula. Fue incluida en
el Salón de la Fama de la Ciencia Volumen Uno, que comprende los años del 1929
al 1964.
La expansión
a novela
Durante los últimos años de su vida, luego de
continuar la Saga de la Fundación y
otras novelas fundamentales de su carrera, Isaac Asimov comenzó a colaborar con
autores nuevos, profundizando en historias cortas que él mismo había escrito.
Así, junto a Robert
Silverberg ampliaron Anochecer
para convertirlo en novela, en el año 1990.
Silverberg consideró al cuento, con leves cambios, como el nudo de la novela,
el capítulo dos. Agregó, siempre bajo la
supervisión de Asimov, los sucesos anteriores y posteriores.
El primer episodio de la novela (“Atardecer”) pone en contexto al lector a través de varios
sucesos aislados e introduce la idea de que el planeta, cada 2049 años, se
enfrenta a una inminente oscuridad.
En el tercer y último capítulo (“Amanecer”) ya es
de día, y han ocurrido los eventos que se narran en el cuento original. El caos
ha dejado un rastro colosal de destrucción y sólo a un pequeño grupo de
sobrevivientes. En los albores de una nueva civilización, se libra una lucha
por el control del planeta. Los dos bandos, de filosofías opuestas, son la
ciencia y la religión.
La ciencia
ficción dura en “Anochecer”
Uno de los aspectos más fascinantes del relato es
cómo los científicos de Lagash –un planeta
con seis soles en lugar de uno– alcanzan las mismas conclusiones sobre la
física y la astronomía que nosotros en la Tierra. Si bien están errados al
creer que son literalmente el centro del Universo y que la vida con un solo Sol
sería imposible, gracias a sus observaciones llegan a deducir la Ley de Fuerza Gravitacional que enunció
Newton:
«—Bien,
¿qué sabe usted sobre la ley de la gravitación?
—Nada,
excepto que su desarrollo es muy reciente, todavía no lo bastante como para
decirse que esté totalmente fundamentada, y que su fórmula es tan difícil que
sólo una docena de hombres en Lagash pueden presumir de entenderla.
—¡Venga,
hombre! ¡Absurdo, ridículo! ¡Mentira infame! Puedo resumirle la fórmula en una
frase. La Ley de Gravitación Universal estipula que existe una fuerza de
atracción entre todos los cuerpos del universo, fuerza que, entre dos cuerpos
dados, es proporcional al producto de sus masas partido por el cuadrado de sus
distancias.
—¿Eso es
todo?
—¡Es
suficiente! Llevó cuatrocientos años desarrollarla.
—¿Cómo tanto?
Tal y como usted lo ha dicho parece bastante simple.
—Porque las
grandes leyes no surgen por inspiración divina, sino que hay que pensar e
investigar duramente para encontrarlas. Ordinariamente se obtienen tras el
trabajo colectivo de muchos siglos de actividad científica. Después que Genovi
41 descubrió que Lagash tenía un movimiento de traslación alrededor del sol
Alfa y no al contrario (y esto ocurrió hace cuatrocientos años), los astrónomos
se pusieron a trabajar sobre esta base. Los complejos movimientos de los seis
soles fueron registrados, analizados y confrontados. Hipótesis tras hipótesis,
las conclusiones primarias eran confrontadas con las secundarias, rectificadas,
comprobadas las rectificaciones y nuevamente arriesgadas las hipótesis. Fue un
trabajo infernal.»
Ejemplos como éste abundan en un relato donde la
ciencia ficción dura es el enfoque principal.
Asimov
históricamente se preocupó por concederle especial relevancia a los detalles
científicos y técnicos de la narración. Los eventos en Anochecer ocurren en un planeta imaginario, pero la historia
desarrollada es precisa, rigurosa y creíble en relación a los conocimientos
científicos y técnicos del momento. Esto hace que algo cómo lo que se describe
en el cuento sea teóricamente posible, en primera instancia.
Asimov,
Larry Niven (con “Mundo Anillo”), Robert
Heinlein, Arthur
Clarke y Hal Clement
son notables exponentes de este subgénero del sci-fi.
En contraposición, la ciencia ficción blanda no es
necesariamente de menor calidad. Simplemente admite muchas licencias en cuanto
al rigor científico. Ursula LeGuin, Phillip
Dick y Ray Bradbury
han escrito fenomenales obras de sci-fi blando.
Pánico y
locura en Lagash
Lo verdaderamente atractivo del texto es la
especulación que realiza Asimov sobre los efectos psicológicos de la oscuridad
sobre una civilización que la desconoce por completo. Si bien la gente de Lagash es tecnológicamente similar a
los humanos en la Tierra, no tienen
necesidad de sistemas de iluminación artificiales.
Este hecho resulta decisivo
cuando llega el climax del argumento.
El autor tuvo mucho cuidado a la hora de analizar
las consecuencias lógicas de una penumbra amenazadora, y construyó un entorno
completamente creíble. La historia es contada a través de los ojos de un
psicólogo y de un periodista, si bien los verdaderos protagonistas son dos
grupos con pensamientos opuestos: los fanáticos religiosos y los implacables científicos.
Hay quienes han teorizado que la caída de la noche,
y el ejército formado por los
supersticiosos representarían a los Nazis, pero Asimov siempre tuvo un estilo
de narración muy directo. Creo que el texto es un intento de indagar sobre la
eterna lucha entre el dogma religioso y el saber científico, pero no creo que pueda
llegar a conectarse con el nazismo de ninguna manera.
A lo largo de la narración aparecen, en esencia,
dos tipos de “fe”. Por un lado tenemos la fe en lo científico, en las leyes del
universo. Está basada en evidencia empírica y sujeta a constante revisión, pero
aun así hay cosas que los científicos creen sin tener pruebas fehacientes. Por otro lado, está la fe ciega del creyente,
del religioso.
Asimov condena al fanatismo religioso, pero también
le pega al grupo de científicos. Cuando llega el momento de la gran revelación,
en las últimas páginas, ellos se dan cuenta de que estuvieron muy errados.
La oscuridad, de por sí, resultó aterradora. Pero
nadie los preparó para las billones y billones de estrellas que aparecieron de
pronto en el cielo nocturno. Esto los llevó hacia una verdad devastadora (que
últimamente los condujo a la locura): son sólo una parte minúscula de un
universo vasto e incalculable.
La ironía les juega una mala pasada: no sólo la noche
los volvió locos, sino también las infinitas luces que se vislumbran en la
oscuridad.
«Aton,
en algún lugar, estaba gritando, lloriqueando terriblemente como un niño
asustado.
—Las
Estrellas… todas las Estrellas… nada sabíamos… nunca supimos nada. Pensábamos
en seis estrellas para todo el universo pero las Estrellas no podían verse y la
Oscuridad eterna eterna eterna y las paredes cayendo sobre nosotros que nada
sabíamos nada podíamos saber nada nunca nada…»
► "Anochecer"
es un relato que contiene todo por lo que Asimov
se haría conocido: una premisa fascinante, rigurosidad científica y un
acercamiento social hacia la ciencia ficción (de este aspecto voy a hablar en
un post en el futuro). Luego llegarían los robots, los Imperios y las
Fundaciones, pero los grandes temas de su literatura ya estaban conformados en
uno de sus relatos más antiguos y maravillosos.
«Si
las estrellas aparecieran sólo una noche cada mil años,
¿cómo
adoraría y se maravillaría el hombre?»
(Ralph
Waldo Emerson)
OFF-TOPIC:
¿Podría existir realmente un planeta como lo describe Asimov? Esta
nota resuelve el interrogante.
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=>> Otros posts sobre GRANDES RELATOS en el blog: “La
araña: el terror de Hanns Heinz Ewers”; “El
misterio de Marie Roget: la controversia de Edgar Allan Poe”; “Gritos
en el silencio, de Fredric Brown”; “El
color que cayó del cielo, de H.P. Lovecraft”; “Un
médico rural, de Franz Kafka”.
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Es una de las lecturas en que coincidimos.
ResponderEliminarEl gran acierto de este relato es presentar una situación cotidiana, como ver las estrellas, como algo extraordinario. Y tan extraño, que produce pánicos extremos, que traen como consecuencia la destrucción de la civilización.
Y es considerado como un hecho supersticioso. Sólo que hay quienes quieren tomar medidas para salvar la civilización actual, surgiendo un interesante conflicto.
También he leido a Philip Dic, con una ciencia ficción no tan pegada la técnico.
¿Es ciencia ficción dura la saga de la Fundación? Seguramente lo es con el planteo de la psicohistoria, la tecnología desarrollada por la Primera Fundación. Pero no tanto con los científico mentalicos de la Segunda Fundación.
Bien por comentar este relato.
Saludos.
Le debo un buen post a la Saga de la Fundación. Ya va a llegar, sin duda. Hay definiremos de qué tipo de sci-fi se trata. =P
Eliminar¡Gracias por darte un vueltón!