Durante el verano de 2012, el animé como medio fue “salvado” por una historia que se
convirtió rápidamente en uno de los shows más populares de todos los tiempos: “Sword Art Online” (hoy en el puesto #2
de MyAnimeList.net, entre Death
Note y Attack on
Titan).
Es fácil entender porque SAO se transformó en un
preferido del público: desde el primer episodio, demostró una calidad de
animación sobresaliente, armoniosas coreografías de pelea y la amenazante
premisa de estar atrapado en un videojuego de RPG (role playing game). Por otra parte, el 80% de los fans de animé
están entre los 15 y los 25 años, un grupo más bien hormonal que busca acción,
comedia y fan-service por sobre un
argumento maduro y consistente.
Ahora bien, no lo voy a negar. Disfruté muchísimo
de Sword Art Online y especialmente
de su continuación (SAO II), pero también
soy consciente de sus grandes desaciertos.
En las segundas mitades de ambas temporadas se
visualizan los aspectos más flojos de la historia y se pierde el sentido de
peligro inmediato. La fórmula “harem”
(donde un héroe masculino es infinitamente poderoso y tiene a todas las
chicas), el desvergonzado fan-service,
el débil romance y los antagonistas acartonados son temas típicos de
criticismo.
Pero aún peor fue cómo SAO fue gradualmente perdiendo la mecánica
del RPG que lo hacía tan atractivo al principio.
Lo que no puede negarse es que SAO reavivó el gusto
por el animé en el público popular como antes lo habían hecho Death Note en el 2007 y Dragon Ball Z en los años ´90. Y
también popularizó la fantasía RPG: personajes inmersos (o atrapados) en un
mundo de fantasía con habilidades y mecánicas clásicas de un juego de rol, que
progresivamente consiguen nuevas habilidades, mejores armas y una mayor
protección.
Luego llegó Log
Horizon, en el otoño del 2013. Directamente opuesto a SAO, este animé
presentó visuales más simples y mucha menos acción, pero incorporaba mecánicas
de RPG más acertadas y precisas. A partir de ahí salieron una buena cantidad de
series del estilo, como la recomendable “Is
it wrong to try to pick up girls in dungeon?” (2015)… pero todas eran más de lo mismo.
Claro: hasta que llegó Grimgar of Fantasy and Ash (Hai to Gensou no Grimgar) en este 2016.
Grimgar es
un drama de fantasía producido por A-1
pictures (Sword Art Online, Erased, Your Lie in April). Son 12 episodios increíbles sobre un grupo de chicos
que se despiertan en un mundo fantástico (la clásica premisa). La diferencia es
acá se equilibra muy bien el conflicto argumental con la acción, tiene visuales
exquisitos y una mecánica de juego clara y consistente.
Lo genial de Grimgar
es que es una serie que toma riesgos en pos del argumento. Por ejemplo, no
tiene problema en matar a personajes queridos (y de formas inesperadas) para
generar un conflicto que ayude al grupo a crecer.
Cada personaje es muy rico y complejo, y todos
comienzan a aprender habilidades y a trabajar en equipo a medida que la
historia progresa. Creo que Grimgar
deconstruye al género de la fantasía RPG luego de la explosión súper adictiva
que fue Sword Art Online. Se centra
en la dura realidad de vivir en un mundo de fantasía donde la supervivencia del
más fuerte es la ley.
Un aspecto interesante de este animé es que no hay
verdaderos antagonistas. Las criaturas a las que los protagonistas se enfrentan
no son NPC (non-playable-characters) ni minions computarizados… son goblins y
lobos que tienen cultura, vida social, trabajos, que incluso no molestan a
nadie.
Esto hace que se plantee un dilema moral a la hora
de cazarlos. Y esto es algo que Grimgar trabaja muy bien: el grupo siente
verdadero remordimiento por tener que matar a estas criaturas para subir
experiencia y conseguir dinero. Los goblins, por ejemplo, no atacan a los
humanos, sólo se defienden y quieren vivir en paz.
De hecho, la serie no glorifica la idea de “vivir
matando criaturas” como otros animés. Acá, ese estilo de vida es riesgoso, poco
glamoroso, difícil y hasta incómodo.
El mundo de Grimgar es tan fascinante que da pena
que la serie sea tan corta (si bien se espera que puedan adaptar más partes del
manga). Los protagonistas se despiertan sin conocimiento de su vida previa,
adoptan una clase (ladrón, mago, cazador, arquero, dark knight, etc.) y forman
un equipo que, obviamente, comienza siendo altamente disfuncional.
No hay demasiada acción en la serie, y gran parte
de la historia avanza a través de conversaciones, pero cuando la acción
aparece, es frenética, y realista.
Es muy correcta la labor que hacen en la
serie para identificar las mecánicas del RPG, los pesos reales de las armas que
usan, la violencia que se precisa para verdaderamente perforar un cuerpo, la
adrenalina de sentir que una lucha es “matar o morir”.
También disfruté mucho que ningún personaje tenga
una historia previa a su llegada a Grimgar. Al no existir forma de escapar,
ellos aceptan que su vida será en ese lugar y nosotros (como espectadores)
llegamos a conocerlos a partir de ahí, de su forma de ser, de sus
interrelaciones con el resto del equipo. Y cada personaje tiene una
personalidad muy marcada.
Quise evitar un análisis más detallado para no
arruinar la trama, pero quienes no estén seguros de la historia, esperen hasta
el episodio 4, que es donde yo dije: “Ok, bien, este es un animé diferente”. Grimgar of Fantasy and Ash es un gran
animé de fantasía y RPG, distinto, maduro, temáticamente complejo y que
clasifica como uno de los mejores del año 2016.
► POSDATA LOCA: Muy buena reseña del
animé (sin spoilers) donde se refieren a algunos aspectos técnicos de la serie:
=>> Otros posts sobre ANIMÉ en el blog: “ANIMÉ
101: ¿Cómo comenzar a ver animé?”, “5
grandes animés del 2015”, “Fooly
Cooly: el delirio absoluto”, “¿Qué
es la Space-Opera? (¿Y por qué debería importarme?)”, “Erased
apunta a ser el mejor animé del 2016”, “El
dilema del erizo en Evangelion”.
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