Cuando vi de
chico “El lado oscuro del corazón”
–lo confieso– no me generó nada. No la entendí, no me cerró. Claro, no tenía la experiencia suficiente
para apreciarla. Recientemente volví a verla, con otros ojos, bajo la mirada de los formalistas
rusos, habiendo
estudiado la obra de Oliverio Girondo
y las técnicas de la vanguardia surrealista. Esta vez sí me voló la cabeza.
***
Dirigida
por Eliseo Subiela, se
estrenó el 21 de mayo de 1992.
El protagonista (Oliverio) es un poeta bohemio; recorre Buenos
Aires con sus amigos, es acosado por la muerte y busca a una mujer capaz
de volar (en el sentido más literal de
la palabra). En el transcurso se ponen en evidencia la poesía de Mario Benedetti, Juan Gelmán y, especialmente, de Oliverio
Girondo.
Los poemas se entremezclan con los lugares más impenetrables de la
cotidianidad argentina y uruguaya.
Aunque ya
pasaron más de veinte años del estreno de esta película, la historia sigue
siendo refrescante para volver a navegar por una serie de poemas exquisitos de tres poetas que, como piezas de
rompecabezas, se incrustan y dan forma a la historia y vida de Oliverio, un
poeta que se prostituye a través de las palabras.
En los
últimos veinte años, la relación entre cine y literatura se ha transformado,
favoreciendo el surgimiento de obras cinematográficas de mucho lirismo. “El lado oscuro del corazón” es una de
esas cintas que podríamos considerar cine-poesía.
Se destacan una serie de elementos interdiscursivos que actúan para arcar al espectador a textos poéticos y jugar con su sensibilidad. El espectador no solo ve, sino que además siente y vive la poesía en carne propia.
Se destacan una serie de elementos interdiscursivos que actúan para arcar al espectador a textos poéticos y jugar con su sensibilidad. El espectador no solo ve, sino que además siente y vive la poesía en carne propia.
Además, la
película pertenece al género del surrealismo. En efecto, en la vida de
Oliverio, cambiar alimentos por poesía, ver a Mario Benedetti recitando sus
poemas en alemán, arrojar a mujeres hacia el vacío con un botón en su mesa de
luz y conversar con la muerte
parecen ser cuestiones de un día cualquiera, común y corriente. Subiela nos
sumerge en un torbellino surreal de sensaciones en torno a la búsqueda del amor
soñado. Hay un interesante juego de intertextos
y paratextos que se alternan para
generar la comedia satírica. En este post voy a tratar de mencionar algunos de
ellos.
El intertexto poético
El mercado
inclina la balanza a favor de un cine efectivista, donde la técnica quede
reducida a grandes explosiones y escenas
visualmente impactantes, un cine-evasión en el cual el argumento se
construye a partir de mundos de fantasía más que por la construcción de
lirismos de la vida cotidiana.
“El lado oscuro...”, sin embargo,
presenta un relato de ficcional donde los conflictos y contradicciones se
construyen a partir de intertextos poéticos que hacen avanzar la narración y
agregar capas de profundidad a la historia. Subiela incluyó 23 intertextos poéticos en esta obra. (En el ensayo
que les adjunto al final pueden leerlos todos en detalle).
Las poesías
son, en esencia, un remake, porque
los actores las representan en las tramas y las ponen al servicio del
argumento. Un ejemplo es la escena donde los protagonistas (Oliverio y Ana) recitan dos poemas de
Mario Benedetti, cada uno de la boca de ellos. Oliverio está del lado
argentino, mientras que Ana está del lado uruguayo, separados por el mar. Él
propone, suplica, insiste. Ella rechaza, deshace, niega.
La yuxtaposición de
imágenes genera en el espectador la sensación de que están muy cerca uno de
otro, que pueden verse frente a frente.
Oliverio
utiliza poemas de Girondo (más que nada de su libro “Espantapájaros”) para conocer mujeres y, últimamente, también para mandarlas a volar. Los de
Benedetti, en cambio, le sirven al director para presentar los pensamientos y
puntos de vista del protagonista respecto a la vida.
“Te propongo construir
un nuevo canal
sin esclusas
ni excusas que comunique por fin
tu mirada
atlántica
con mi natural
pacífico”.
un nuevo canal
sin esclusas
ni excusas que comunique por fin
tu mirada
atlántica
con mi natural
pacífico”.
(Mario Benedetti, Nuevo canal interoceánico)
La poesía de Oliverio Girondo
Oliverio
Girondo es, posiblemente, el poeta más celebre que alguna vez tuvo Argentina.
Sus textos ponen en evidencia la
condición material que tiene el lenguaje. Él nunca se casó con las formas
que le generaron éxito (nunca repite su fórmula). Con cada uno de sus 6 libros
experimenta cosas diferentes.
Su primer
poemario (“Veinte poemas para leer en el
tranvía”, 1922) tiene una nitidez rotunda y está pensado para experimentar
con cuestiones de la urbanización moderna más brutal, para leer en un trayecto
corto, ruidoso. Su último libro (“En la
masmédula”, 1953) desarrolla los mecanismos más remotos del lenguaje.
Girondo se pone a experimentar con la lengua 30 años después de los futuristas
rusos. Aunque ya no forma parte de la vanguardia, de alguna manera replica (o
piensa) en procedimientos que serían
análogos a los que presentaron los futuristas.
“El lado
oscuro del corazón” presenta, principalmente, textos de “Espantapájaros” (1932), cargados de
energía sexual. Espantapájaros habla en una lengua muy sucia, desliza imágenes
que incorporan el humor y lo grotesco, explora lo onírico (en relación al
surrealismo y el existencialismo). Explora
lo cotidiano, lo convencional, como objeto de estudio. Para penetrar esa
realidad (y desmenuzarla), para desmontarla y recomponerla, emplea el humor y
la ironía, y una irreverencia absoluta hacia todo orden establecido.
► Les dejo las OBRAS COMPLETAS de Oliverio Girondo en PDF: http://goo.gl/k87Aq2
“No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de
higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento
afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible
- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no
sepan volar”.
(Oliverio Girondo, Espantapájaros)
Con Girondo
se pueden hacer ensayos extensísimos, y a decir verdad: se han hecho. Su literatura
quiere ser un antilenguaje, en tanto ruptura con la sintaxis convencional del
idioma y exacerbado empleo de neologismos, palabras que con un prefijo cobran
nueva significación y mayor capacidad de sugerencia.
Pero esta “rarificación” del lenguaje no pasa por ser una experimentación más, sino que responde a una exigencia formal vinculada con los propósitos mismos que mueven a Girondo: se trata, precisamente, de acabar con todas las formas establecidas.
Pero esta “rarificación” del lenguaje no pasa por ser una experimentación más, sino que responde a una exigencia formal vinculada con los propósitos mismos que mueven a Girondo: se trata, precisamente, de acabar con todas las formas establecidas.
La postura surrealista de “El lado oscuro
del corazón”
En esta
película, Subiela incluye una serie de escenas con toques claramente muy
bizarros. La primera (y más notable) es el hueco en la cama de Oliverio (Dario Grandinetti), por el cual él
puede deshacerse de las amantes que no vuelan. Las conversaciones con su madre
también tienen un tinte bizarro (ella es personificada como una vaca).
Nacha Guevara hace el rol de la muerte, una muerte muy peculiar que se “lleva” a las
personas vacías de amor, pero que tiene la delicadeza de dejarles terminar sus
últimos capuccinos. En una asombrosa escena en un tren, Olivero intenta
seducirla (constantemente intenta seducirla) y hasta la hace dudar de la
existencia de Dios.
Otro elemento
maravilloso en la película son las conversaciones del protagonista consigo
mismo, amordazado en el closet. Y también encontramos muchos simbolismos
sexuales (singularizaciones referidas a lo
erótico) como cuando
Oliverio se mete dentro de Ana (al hacer el amor para primera vez) o la vagina
de entrada al taller de Gustavo. Todos estos elementos cargan de una sustancia
alegórica a una película que, de por sí, pone al significante por encima del
significado, una narrativa que se interesa por poner de relieve algunas cuestiones filosóficas y existencialistas.
Palabras finales
“El lado oscuro del corazón” es una de
las grandes gemas escondidas del cine argentino. Tiene una excelente dirección
de actores, una exquisitez visual que se nos ofrece en el relato y promueve una
serie de estados emocionales interesantes a través de textos poéticos, escenas
surrealistas e íntimos primeros planos. Una obra maestra para ejemplificar al
cine-poesía y una entrada valiosa para
el género del realismo mágico.
Reflexiva,
hipnótica, cautivadora. Una historia de amor épica que combina el humor con la
pasión por lo cotidiano. Es, ciertamente, una de las mejores cintas de Eliseo
Subiela y la recomiendo totalmente.
► DE YAPA: Excelente artículo para seguir investigando sobre el cine y la poesía en “El
lado oscuro del corazón”: http://goo.gl/ZF2Un7
► DE YAPA (2): Por suerte, Youtube siempre nos salva para poder ver películas argentinas inconsegibles completas:
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Otras temáticamente relacionadas con este post: “La borra del café” (de Mario Benedetti), “El cuervo: la poesía gótica de Edgar
Allan Poe”, “Cuna de gato” (novela de Kurt Vonnegut) y “Técnicas narrativas (V): el cadáver
exquisito”.
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Qué flor de entrada!! Confieso que no la vi nunca, yo era muy chica en esa época. Ahora estoy obligadísima, la verdad que tu reseña me pareció muy muy interesante y me dieron ganas de verla. Y por cierto, todo el comentario sobre Girondo me viene bárbaro como excusa porque me estoy obligando a leer más poesía.
ResponderEliminarY por cierto, el surrealismo es mi vanguardia favorita <3
Saludos!
¿Sabés que a mí me pasa lo mismo? No me sale "leer" literatura porque sí. Por suerte, haciendo algunas materias de Letras (de hobby) me obligan a leer (por ejemplo, me obligaron a leer algunos poemas de Girondo y terminé leyendo las obras completas). Qué sé yo... creo que uno no debería obligarse a leer nada, pero también tiene que tener la suficiente amplitud mental para animarse a cosas diferentes. ¡Mirate la peli!
EliminarInteresante, de Oliverio leí bastante hace unos 10 años, pero como no vi la película me la agendo y paso a leer completa la entrada y comentar. Estas intertextualidades me encantan, como en "Hombre mirando al Sudeste" que Subiela hace referencias continuas a "La invencion de Morel"
ResponderEliminarNos vemos luego!
¡Buen dato! Leí "La invención de Morel" hace poco, y la peli la vi hace mil años. Creo que le debe otra miradita para captar estas intertextualidades que comentás.
EliminarMe gusto, me movio las fibras mas sensibles la pelicula y el analisis que has dejado aqui me hizo comprender al poeta y un poco mas a la poesia de Girondo, aunque no he estaba esforzandome para entenderla siempre ha sido un gozo para mi su poesia y la siento, lo mismo que Benedetti. La pelicula la he visto muchas veces en youtube,
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