Uno de mis juegos de mesa preferidos es el
protagonista de este tercer episodio.
Aun hoy sigo jugando Monopoly con mi
hermanito menor.
Lanzado originalmente
en 1935, se trata del más popular
del mundo entero (más allá de, bueno, el ajedrez).
En la práctica, el juego involucra menos tiempo realizando transacciones de lo
que uno pensaría y, en proporción, mucho
más tiempo hiriendo de por vida las relaciones entre hermanos. Me animo a
decir –con humor, claro– que es una de
las experiencias más amorales de la historia del entretenimiento (más,
inclusive, que el
ingrato T.E.G.)
La historia oficial relata que, durante la alza de
la Gran Depresión (años 30 en
EE.UU), un vendedor desempleado (Charles
Darrow) le propuso la idea a los hermanos Parker. Sin embargo, algunos investigadores
han sugerido que el conocido juego de tablero tiene una
perturbadora historia de origen.
En 1904,
una tal Elizabeth Magie habría
patentado The Landlord's Game, con
exactamente la misma premisa. Al fin y al cabo, todo (hoy en día) es un remix, ¿no?
Una particularidad del Monopoly es que sus reglas tienden a ser muy flexibles. Las
clásicas reglas son extremadamente chatas, y han surgido algunas reglas “off-the-book”
que hacen de la experiencia algo mucho más ameno. Informalmente se conocen como
las reglas del Monopoly Deluxe. La
primera de ellas es, obviamente, “¿qué
hacemos con el casillero de Libre Estacionamiento?”. Esta es la controversia más fuerte. ¿La
solución general? Un lugar para acumular todos los impuestos pagados al banco, y
para que el alma afortunada que caiga allí los
retire en efectivo.
Algo interesante del Monopoly es el simbolismo que
guardan las fichas: en modelo original, el auto, el tanque, el jinete y el cañón,
todos representan a la clase alta;
mientras tanto: la carretilla, la bota, la planta y el dedal representan a los trabajadores, los obreros
asalariados. ¿Cuál suelen elegir
ustedes?
Otra marca de la extensa popularidad del juego es
la cantidad de spin-offs que tuvo: Star Wars Monopoly, Simpsons Monopoly, John Deere Monopoly (¿?), Scooby-Doo
Monopoly. ¡Cómo olvidar “El Estanciero”, la versión ampliamente conocida en
Argentina. Hay una variante de “Batman y
Robin Monopoly” (seguramente mejor que la película) y otra de los Beatles. Al parecer esta página
lista todas sus variantes. Fue actualizada este 1 de abril por última vez,
y el registro asciende a 2488 versiones.
Las referencias al Monopoly en
los Simpson abundan. En varios episodios se los ve jugando al clásico o
bien a variantes bizarras como el “Krabappelly”. En el célebre episodio donde Burns encuentra petróleo debajo de la
escuela ocurre este diálogo.
«Burns: — Tengo un monopolio que preservar.
¡Tengo la Compañía Eléctrica y la Compañía de Agua! Además del hotel en la
Avenida Báltica
Skinner: — Ese hotel apesta y su monopolio es patético.»
Cuando uno se lo pone a pensar, tiene poco de
estrategia per se y sí mucho de suerte. Claro que hay que
tener habilidad para reconocer un buen negocio, o realizar el canje correcto.
Pero, al final del día, hay que ser honesto: es tirar los dados, rezar para
pasar por la zona de la muerte y poder poner hoteles en tus preciadas
propiedades naranjas. Una maravilla.
► El punto
es probar que el capitalismo es siempre
destructivo e injusto (¿aunque si es injusto con todos, eso no lo hace
justo? Todos vamos a querer seguir jugándo para tener, algún día, la
posibilidad de quedarnos con todo lo de nuestros amigos. Hay algo de
perturbador en la necesidad de tomar turnos para torturarse uno a otro, ¿no?
¿Qué piensan del “Monopoly”? ¿Lo han jugado?
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=>> Otras notas relacionadas con grandes juegos de mesa: “Clue:
¿quién es el asesino?”; “T.E.G,
muy parecido a la guerra”; la complejidad narrativa en el cine de terror (sobre
SAW: El juego del miedo); El
ajedrez en la ficción: cine y literatura. <==
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