“Batman: la
broma asesina” es, posiblemente, uno
de los comics más influyentes del universo de nuestro murciélago preferido,
y una novela gráfica absolutamente fascinante. Escrita por el brillante Alan Moore (de quien ya
reseñé su mágnum opus: “Watchmen”),
este comic ha inspirado al personaje que universalmente conocemos en el cine
como el Joker.
La historia, sumamente
oscura y controversial, revela una nueva perspectiva en el análisis del
bien y el mal (ya hablaré de eso). La
trama nos cuenta una interesante backstory
del Joker mientras relata como hiere (casi) mortalmente a la hija del
comisionado Gordon y captura a este para intentar
volverlo loco.
Por último, mi clásico #SpoilerAlert. Si no quieren conocer
detalles de la trama, están advertidos.
Se me hace imposible hacer el review
que quiero hacer sin develar ciertas cosas.
La reinvención
del Joker
“The Killing
Joke” –publicada por primera vez en 1988
y reeditada en el 2008– nos muestra
una posible versión de cómo el Joker
se convierte en “El Joker”, y al
mismo tiempo que nos relata cómo dejó paralizada a Bárbara Gordon (Batichica).
Gracias a la creatividad de Alan Moore, el villano se reinventa como un sociópata desquiciado. Esta es la novela que influyó
especialmente a Tim Burton y a Christopher Nolan en sus películas. Por
otro lado, DC Cómics decidió convertir esta historia en “canon”, aunque
oficialmente iba a ser una novela gráfica independiente. Hoy en día, “The
Killing Joke” es considerada (por fans y críticos) la obra más importante que alguna vez se escribió sobre Batman.
Si hay algo de atractivo en este villano (dentro de
la novela) es su visión nihilista del
mundo. Para quienes no lo tengan claro, el “nihilismo” es la corriente
filosófica que se apoya en la “negación
de los supuestos sentidos de la vida”.
No tiene que confundirse con “pesimismo” ni con “terrorismo”. Se refiere al
pensamiento, casi
existencial, que plantea el absurdo
de la vida misma: “carece de
significado objetivo, propósito, o valor intrínseco”. A pesar de que la
corriente ya existía en la
antigua Grecia (siendo representada por los “escépticos” de la época) se le dio forma y teoría a partir de los escritos de Nietzsche.
El Joker (en la novela) da cátedra sobre este concepto, y hasta lo lleva a la práctica. Su
plan es “probar un punto”, y ese
punto es (justamente) el
absurdo de la vida.
Un poco como vemos en “Unbreakable” (la maravillosa película de Shyamalan), el villano en realidad está buscando definirse; explora la forma de entender quién es, de hallar su propia identidad.
Un poco como vemos en “Unbreakable” (la maravillosa película de Shyamalan), el villano en realidad está buscando definirse; explora la forma de entender quién es, de hallar su propia identidad.
Algo que me encantó es que, al final, el Joker encuentra esa identidad y hasta hace las paces con ella (en esa impresionante escena final). Pero como Guy Pearce (en “Memento”) elige recordar las formas de cierta manera, elige tener un pasado de opción múltiple.
« I'm not exactly sure what happened.
Sometimes I remember it one way,
sometimes another...
If I'm going to have a past, I
prefer it to be multiple choice! »
-- The Joker
Así, se convierte en un
narrador poco confiable, que nos va sumergiendo, con él, en su infinita locura. El lector se
quedará siempre con el interrogante de lo que le sucedió al Joker, de si las explicaciones que
nos brinda son la realidad, o su
realidad.
Cada monólogo –y cada conversación de carácter filosófica que
el Joker y Batman tienen– es para analizar
en profundidad, al punto que es casi imposible no citar la obra entera. Algunas
de mis citas preferidas creo que
hablan por sí solas:
"... cuando tus pensamientos
discurren
por una vía que no te gusta siempre
te queda la locura.
La locura es la salida de
emergencia..."
"...
los recuerdos pueden ser desgraciados pero...
¿Podemos
vivir sin ellos?.
Nuestra
razón se basa en los recuerdos.
¡Si
no podemos enfrentarnos a ellos, damos la espalda a la razón..."
"Solo hace falta tener un mal día para que
el hombre más cuerdo que existe enloquezca.
Esa
es la distancia que separa al mundo del lugar en el que yo habito: Un mal día.
¿Tú
también tuviste un mal día, verdad?
Tuviste
un mal día, y eso te volvió tan loco como a todos los demás... ¡pero no lo
admites!
¡No
tienes por qué seguir fingiendo que la vida tiene sentido, que esta lucha sirve
para algo!..."
Lo que me lleva al próximo punto…
Las
temáticas de la historia
Alan Moore
expone al héroe y al villano como dos
caras de una misma moneda, sumamente parecidos. (“Solo hace falta tener un mal día para que el hombre más cuerdo que
existe enloquezca”). El tema más interesante que se indaga es la
posibilidad de que Batman esté tan desequilibrado
como los criminales que persigue, aunque manifestando esa locura de otra
manera. ("You had a bad day too,
once, didn't you?").
Durante la historia lo vemos pelear con sus demonios internos y con una necesidad (casi imperiosa) de odiar a alguien que apenas conoce; este ha sido el leitmotiv principal del Batman de Nolan, ¿o no? Moore, de hecho, comentó en una entrevista: «Batman y el Joker son reflejos uno del otro.»
Durante la historia lo vemos pelear con sus demonios internos y con una necesidad (casi imperiosa) de odiar a alguien que apenas conoce; este ha sido el leitmotiv principal del Batman de Nolan, ¿o no? Moore, de hecho, comentó en una entrevista: «Batman y el Joker son reflejos uno del otro.»
Moore se destaca por controlar minuciosamente cada viñeta y cada solapa. Al igual que en
Watchmen (o quizás: debido
a la influencia de Watchmen) el juego simbólico está presente en todo
momento. El comic tiene, prácticamente, el mismo estilo en el uso de las
viñetas y diversas técnicas de
representación gráfica: el uso detalles significativos para la trama,
especial atención al entorno (planos secundarios), pistas escondidas, cameos
(en una viñeta se lo ve a Harvey “Dos
Caras” Dent), etc.
Una marca registrada del autor, por ejemplo, es
comenzar y finalizar la historia del mismo modo, como cerrando un círculo (las gotas de agua en el suelo, la lluvia). Las primeras palabras “Había dos hombres en un loquero” es
también el principio del chiste que cuenta el Joker al final. Un buen chiste
(de hecho) que tiene un obvio
paralelismo con ambos protagonistas.
Algo que me llamó la atención es la escena del
tiroteo a Bárbara. Hay nudismo explícito
y es muy cruda; me sorprende que Moore
haya logrado pasar esos dibujos en un comic de superhéroes de DC.
Unas palabras
finales sobre el final
El final, ese
final tan asombroso como perturbador, ha generado controversia entre los
fans. Batman y el Joker comparten un momento íntimo, riendo, comprendiendo
ambos sus realidades. Y entonces: ¿qué
sucede realmente? ¿Rompió Batman su
única regla y le partió el cuello a su archienemigo? La escena esta tan
bien lograda que queda abierta al debate (aunque se ha demostrado que,
efectivamente, el
Joker no muere en manos de Batman). Aun así, es obvio que Alan Moore quiso plantar la semilla de la duda, y
lo logró… (de hecho, el título cobraría un nuevo sentido de ser cierto).
El desenlace me encantó porque resuelve muchas
cuestiones, aunque sin hacerlas obvias.
El chiste del Joker es una
analogía increíble: es desesperanzador que un demente intente tratar de
salvar a otro demente. Es un pensamiento tan
cierto, tan profundo, que Batman no puede evitar reír ante el absurdo.
► Seguir analizando esta novela
gráfica maravillosa sería arruinar su
magia, que (creo yo), cada uno de vivir a su modo. Mi intención es que esta
nota sirva de disparador. “Batman: la
broma asesina” es una novela gráfica imperdible, con un guión
extraordinario y una serie frases que ya han pasado –por lo menos
para mí– a la historia de mi vida.
Leerla, realmente, se convierte en una verdadera experiencia memorable que nos invita a no considerar el mal como algo natural, mientras nos envuelve en la psicología de dos protagonistas que bien podríamos ser nosotros mismos.
Leerla, realmente, se convierte en una verdadera experiencia memorable que nos invita a no considerar el mal como algo natural, mientras nos envuelve en la psicología de dos protagonistas que bien podríamos ser nosotros mismos.
Buen análisis, amigo. Has conseguido que quiera recuperarla tras muchos años.
ResponderEliminarUn saludo, y enhorabuena también por el artículo sobre Watchmen.
Gracias, querido! La idea es esa... inspirar a gente a leerla o releerla!
EliminarMe estás dando cualquier cantidad de ideas para trabajar con mis alumnos este año!!!! Gracias Luciano y muy buena tu lectura como siempre
ResponderEliminarJa! Es un poco la idea, que mis textos sirvan para ALGO! Igual, ojo... ¿de qué año son tus alumnos? Es medio perturbadora esta novela gráfica para los más chicos.
EliminarHola Luciano, recién he visto la pelicula "Batman: the killing joke" y me parecio magnifica. No es algo que yo hubiera buscado intencionalmente, pero cai en una recomendacion que hicieron en la biblioteca en la que busco documentos. Me imagino que todavia es mejor el comic (por tu nota), que bueno no es mi genero favorito... tal vez tenga que darme una oportunidad...
ResponderEliminarSorry por la falta de acentos (teclado complicado)
Saludos!
¡Buenas! Sí, la película es bastante fiel al comic original, si bien le agrega toda una subtrama adicional para Barbara Gordon. Qué bueno que la peli te haya direccionado hasta el blog. Hay mucho Batman por acá si te interesa.
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