Autor: Philip Dick (USA)
Género: ciencia ficción
Leído: Agosto - 2012 (en un viaje de 20 minutos
en bus)
“Despertó...
y deseó estar en Marte”. Así comienza uno de los cuentos cortos más famosos
del americano Philip K. Dick,
publicado hace casi 50 años. Me encantó este relato futurista que fue luego
adaptado al cine en “Total Recall”
(1990) con Arnold
Schwarzenegger
y en la remake del mismo nombre protagonizada por Colin Farrell (que estuvo en
los cines hace muy poquito). ¡Personalmente todavía no pude ver ninguna de las dos!
Phillip Dick es 8 años menor que Ray Bradbury e
Issac Asimov (ambos nacieron en 1920) pero falleció mucho antes… en 1982, 20
años antes que Ray y 10 años antes que Isaac. #MindFuckedIKnow#. Sin
embargo, los 3 fueron contemporáneos y han redefinido el género de la ciencia
ficción como nadie lo había hecho antes. Los relatos de Dick han sido adaptados
a la pantalla grande en más de una ocasión. “Sueñan los androides con ovejas eléctricas” es la famosa historia
corta que inspiró a George Lucas para realizar “Blade Runner” en 1982.
La colección de cuentos cortos “The Minority Report” de 1956 fueron, también, fuente de inspiración para la película del mismo nombre (protagonizada por Tom Cruise). Otra historia de él es “A Scanner Darkly”, que tuvo su adaptación con Keanu #Conspiracy# Reeves en el 2006 en una cinta por demás interesante (especialmente por cómo está filmada)
La colección de cuentos cortos “The Minority Report” de 1956 fueron, también, fuente de inspiración para la película del mismo nombre (protagonizada por Tom Cruise). Otra historia de él es “A Scanner Darkly”, que tuvo su adaptación con Keanu #Conspiracy# Reeves en el 2006 en una cinta por demás interesante (especialmente por cómo está filmada)
“Podemos
recordarlo…” es una historia corta que se publicó en una revista de ciencia
ficción y fantasía en 1966. Muestra un universo donde las memorias reales se
mezclan de forma natural con las falsas. La trama sigue la vida de Douglas
Quail, un hombre de clase media-baja e ideas sencillas con un peculiar sueño:
poder visitar Marte. En realidad los viajes a Marte son algo natural en el
universo de la historia, pero demasiados caros para su propio status social.
Por ese motivo visita la empresa Rekall,
Inc., que ofrece memorias implantadas. Todo se descontrola cuando al
intentar implantar recuerdos de Marte en la mente de Douglas descubren que
“aparentemente” era un agente encubierto del gobierno al que le habían
manipulado la memoria por poseer secretos peligrosos.
Realmente es una linda historia para comenzar a
leer a este autor y tiene también un giro de tuerca final interesante. El
relato trata muchos de los temas que eran casuales en la bibliografía de Dick
como la paranoia y las drogas. De hecho, Philip Dick fue drogadicto gran parte
de su vida y se dice que estaba totalmente loco de remate sufría de
esquizofrenia.
¡Hasta la prox!
PD: para los pocos que se preguntan que ando
leyendo hoy en día. Me prestaron “La tabla de Flandes” (1990) de Arturo
Pérez-Reverte. ¡Por lo pronto viene siendo muy atrapante! =)
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