Si estás leyendo esta nota es porque estás siguiendo
la tercera temporada de Twin Peaks y seguramente ya viste las dos primeras (que
salieron en los años noventa).
Es más: como yo, probablemente estás confundido y
fascinado en partes iguales por la hermosa monstruosidad que es esta serie.
Esto significa que ya sabés quién mató a Laura
Palmer, qué le pasó a Dale Cooper
al final de la segunda temporada, qué es el Black
Lodge (la Logia Negra) y por qué esta serie –la madre de todas las series
de misterio– marcó una visagra en la forma de hacer televisión.
Creo que Twin
Peaks: El Regreso es el evento seriéfilo del año.
No sólo porque implica el regreso a la dirección de
David Lynch, un cineasta que
amo y que definió la manera de hacer surrealismo en el séptimo arte. No sólo
porque el final de la segunda temporada tenía una extraña predicción que se
terminó por cumplir:
“Nos veremos de nuevo en 25 años”.
Más bien porque es una serie absolutamente
diferente a todo lo que conocemos, donde el director tuvo vía libre para
mostrar exactamente su visión, recuperando a (casi) todo el elenco original y
alejándose al extremo de lo mainstream,
de lo popular y convencional.
Algunas escenas son un what-the-fuck violento, otras se estiran muchísimo más de lo
necesario. Hay diálogos rarísimos, una fusión de géneros a otro nivel y
personajes sacados del mismo universo lyncheando.
En serio, Twin
Peaks te pone a prueba constantemente porque tiene un ritmo super
aletargado y situaciones que prácticamente te invitan a que la dejes de ver. El
ritmo del show es hostilmente lento.
En algún punto, se trata de un experimento social
que te pone a prueba constantemente, como lo hizo en su momento el animé La
melancolía de Haruhi Suzumiya con el arco argumental Endless
Eight (donde, literalmente, repitieron un mismo episodio ocho veces,
durante dos meses enteros, poniendo al límite la paciencia de los
espectadores).
Hubo otras excelentes series en lo que va del año: Fargo, Better Call Saul, American
Gods, House of Cards, Westworld (de las mejores, lejos), pero
es ésta la que me tiene más obsesionado.
Por todo esto, voy a enfocarme en intentar resumir
y atar algunos cabos de lo que se vio en los primeros 8 episodios de Twin
Peaks: el regreso. Todavía no tuve posibilidad de ver el episodio nueve
que salió ayer.
(#Spoilers, duh!)
***
Las tres
grandes tramas principales
Lo que ha hecho de Twin Peaks un evento tan
importante es que las reacciones suelen ser viscerales. Lynch creó momentos de
verdadero horror en los primeros episodios (sangrientos, brutales) con la misma
naturalidad con la que armó extensísimas escenas de un humor bizarro que no
termina de cerrar.
Básicamente creo que hay tres grandes líneas
argumentales para seguir.
1.- La misión de Bob (El Dale Cooper Malo)
Hace unos 25 años que Bob está suelto, actuando en
una misión secreta como el doble de Dale y haciendo quién sabe qué.
El doppelganger
de Cooper, desaliñado, de pelo largo y mirada intensa, recluta a Ray y Darya
para obtener una información privilegiada en manos de Bill Hastings. Sabemos que se trata del director de un instituto y
que queda envuelto en un enigmático asesinato: el de Ruth Davenport, una mujer cuya cabeza aparece en su apartamento sin
uno de sus ojos, unida a un cuerpo desconocido.
En el bizarro episodio 8 vimos el origen de Bob, en
una de las horas más lisérgicas que la televisión alguna vez brindó.
Si bien no terminé de disfrutar el capítulo del
todo, esto es lo que me encanta de esta serie. Lynch convenció los ejecutivos
de Showtime para que le dieran vía libre en todo. Y este episodio es cine
puramente experimental, alejadísimo de todo lo convencional. Lento, casi todo
en blanco y negro, y al mismo tiempo complejo.
Las 05.29 hs del 16 de julio de 1945 fue el día que inició todo. En el
mundo real, ese día Estados Unidos realizó la primera prueba nuclear, haciendo
estallar una bomba atómica en pleno desierto. Oficialmente existía una nueva
forma de realizar asesinatos masivos.
Aparentemente, fue aquel estallido el que creó el
mal que hay en la Logia Negra, en
los bosques de Twin Peaks. Un mal compuesto por espíritus más allá de Bob. Se
vieron algunos de ellos en la película Fire Walk With Me (que es
esencial para atar cabos con esta serie). Además, el episodio 8 pareció mostrar
que alguien de arriba es quien maneja los hilos, una entidad todavía más oscura
y tenebrosa.
El arco argumental de Bob (todavía no sabemos bien
qué esta haciendo, o qué hizo en las últimas dos décadas) esta atado a la
mitología más grotesca de Twin Peaks.
En el libro The
secret story of Twin Peaks (escrito por Mark Frost, co-creador de
la serie) se hacía mención a Babalon,
la madre de todas las abominaciones.
Simultánemente, en el episodio 3 vimos al verdadero
Cooper huyendo de los insistentes ruidos que parecían ser de “la madre”. Una
escena surreal sincronizada con la de la caja de cristal del primer episodio en
el cual aparece una criatura que mata violentamente a dos jóvenes lujuriosos.
La cuestión es que Bob tejió algunas tramoyas, tuvo
un accidente cuando el verdadero Dale Cooper salió de la Logia Negra y terminó
en la cárcel, donde se mantuvo calmo porque (al parecer) fue siempre parte de
su plan. Cada vez que alguna cosa loca le pasaba (su socio Ray cae en cana, su
prostituta lo quiere asesinar, él tiene un accidente automovilístico o Ray lo
traiciona y le dispara) siempre sale airoso, como si todo fuera parte de un
cuidado plan escrito por un ente divino.
TL;DR, Bob ahora está sin compañeros (mató y se
deshizo de casi todos los que no le servían) y nosotros conocemos su origen.
Sin embargo, sus objetivos y planes siguen siendo un misterio. Parece servirle
a Jeffries (David Bowie en la
precuela Fire Walk With Me) aunque no
sabemos si es realmente él o no, porque sólo conversaron por teléfono.
2.- El escape de Dale Cooper y el insoportable
Dougie Jones
Durante los primeros dos episodios, el agente Dale Cooper todavía está en La
Habitación Roja. Finalmente es liberado (no sin recibir un extraño mensaje de un
árbol parlante, porque why the fuck not?)
y habla con Laura Palmer (quien le susurra
algo al oído y lo besa).
Antes de irse lo ve a Leland Palmer, quién le pide que encuentre a su hija. Después
empieza a caer hasta encontrarse sobre una misteriosa caja de cristal en Nueva
York y sale flotando antes de que un monstruo salga por detrás, persiguiéndolo.
El agente Cooper termina regresando al mundo de los
vivos a través de un enchufe. Sí, lo que leyeron. El problema fue que lo hizo
en otro doppelganger, el de Dougie Jones, quien toma el lugar de
Cooper en la Logia.
Antes de convertirse en una diminuta bola dorada, el
manco Mike (quien antes fue un aliado de Bob, pero ahora busca redimirse) le
dijo a Dougie: “Alguien te fabricó para
un propósito, pero creo que ahora eso se ha cumplido”. Pobre Dougie.
Recordemos que cuando Cooper regresa, ambos Coopers (Dale y Bob) vomitan algo viscoso y
amarillento (en una escena súper desagradable). Es acá donde Bob se siente mal
y vuelca con el auto.
La sustancia que vomitan parece ser garmonbozia, una
sustancia fabricada con miedo, dolor y tristeza de la que se alimentan los
habitantes de la Logia Negra. (Este concepto se dio a conocer en Fire Walk With Me).
El problema es que Cooper (en el cuerpo de Dougie) no
puede hablar ni pensar correctamente. Básicamente es un niño que está aprendiendo
a hacer todo por primera vez. Fue genuinamente divertido los primeros minutos,
pero ya con varios capítulos adentro, empieza a cansar bastante. Lo raro es que
nadie parece notar que Dougie es un infradotado mental.
Dougie termina en el Casino, donde una luz le
indica que máquina tragamonedas accionar para ganar el premio gordo. En su casa
lo recibe su mujer Janey-E Jones
(Naomi Watts), enojada y preocupada. Si bien parte del enojo se le quita cuando
ve la bolsa llena de guita.
La cuestión es que Dougie sigue por ahí, sin
entender nada de la vida, pero haciendo las cosas aparentemente muy bien. En el
laburo detectó a un flaco que estaba haciendo cosas turbias y hasta detuvo un
intento de asesinato. Sin embargo, aún no vimos de regreso del querido y
celebrado Dale Cooper.
3.- Todas las demás investigaciones
La tercera gran línea argumental está formada por
todas las tramas más chiquitas donde diferentes partes están investigando el
misterio.
Por ejemplo, en Twin Peaks Hawk sigue en contacto con la Dama del Leño, quien le tiró algunas
pistas proféticas. En una de las primeras escenas, le dice que “falta algo que está escondido y que tiene
que ver con Cooper”. Así que Hawk y el resto de los oficiales desempolvan
la investigación. Encontraron las páginas perdidas del diario de Laura Palmer (¡aunque les falta una!) y Hawk vislumbró la entrada a la Logia Negra.
En Nueva York un pibe tiene un inquietante trabajo
que recuerda al contador en Lost (que había que resetear cada 108 minutos). Se
le pidió vigilar una caja de cristal que se graba 24 horas al día y donde se espera
que algo suceda.
Un día, se presenta Tracey a llevarle café y –una cosa lleva a la otra– terminan
haciendo cosas chanchas en el sillón. La caja se oscurece, de allí emana una
entidad extraña (¿Babalon?) y los descuartiza.
El FBI está investigando este asunto y otros tantos
más. Gordon Cole, Albert Rosenfield y, la nueva agente, Tammy Preston van en busca de Cooper,
sin saber que se trata de Bob. También se encuentran con la misteriosa Diane
(que tanto se mencionaba en la serie original, pero que nunca se había mostrado
en persona).
Hay muchísimas cuestiones dando vueltas (me dejé varias
cosas afuera). Lynch sigue presentando nuevas sub-tramas y resolviendo pocas.
Incluso se da el lujo de olvidarse de algunas durante varios episodios, y
cambiar radicalmente el estilo de un capítulo al siguiente.
Argentina en
Twin Peaks
Por cierto, el episodio 5 nos mostró que Buenos Aires es el lugar donde se halla
una misteriosa caja con la que Bob (El Cooper Malo) se comunica tras hacer
alarde de sus poderes sobrenaturales en la prisión donde estuvo detenido. ¿Por
qué? ¡Quién sabe!
Puede tener que ver con el personaje del fallecido
David Bowie, Phillip Jeffries. En Fire Walk With Me interpreta a un agente
que desapareció en un hotel porteño, allá por 1987. Reapareció dos años
después, diciendo que Cooper no era Cooper y que “no piensa hablar de Judy”.
Se amplía un poco (sólo un poco) la historia de
este personaje en The Missing Pieces (material
que quedó fuera de la precuela y se editó en el año 2014), donde reaparece por
un instante en las oficinas del FBI y, entre otras cosas, menciona el anillo
que es una constante intriga en la mitología de la serie.
Las Logias y
la Habitación Roja
Un breve comentario para refrescar la memoria. Las Logias
representan el clásico enfrentamiento entre el bien y el mal, la dualidad
inherente en todos nosotros, dos poderes antagónicos con epicentro en el pueblo
de Twin Peaks (“Colinas gemelas”, otra dualidad en ese título). Así, funcionan
como una metáfora del cielo y el infierno, la luz y la oscuridad.
Bob es una
de las entidades malignas que existe en la Logia Negra, mientras que el enano
bailarín es la metáfora literal del brazo que Mike se amputó. Mike era otra entidad que quiso ver la
luz y viajó hacia la Logia Blanca, en busca de redención. Por su lado, el gigante es un ser que vive en
la Logia Blanca y hace sus apariciones para ayudar a Cooper entre sueños (y frenar
el avance de Bob).
La Habitación Roja es una suerte de “sala de espera”
entre las dos Logias (¿un purgatorio?). También representa el lugar físico
donde las almas absorbidas por Bob quedan atrapadas en un espacio sin tiempo.
Palabras
finales
Si Twin
Peaks en su regreso va a ser tan influyente o disruptiva como lo fue en los
años ´90, todavía no podemos saberlo. Sí está claro que David Lynch no está
dispuesto a hacer una serie más del montón.
Fiel a su esencia surrealista y bizarramente
perturbadora, Twin Peaks viene demostrando que pueden hacerse cosas muy
diferentes cuando las manos no están atadas a los convencionalismos.
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No hay forma de seguir Twin Peaks si no empuja un poquito alguna obsesión. Muy buena nota. Aporto una mirada: la referencia a Argentina en el capítulo 5, ese lugar bajo una escalera, en un sótano, ese punto en movimiento permanente...si no es una referencia al Aleph, pega en el palo. Un abrazo!
ResponderEliminarMirá vos, che, una referencia bastante oculta que se me pasó por alto. Tiene sentido.
EliminarAgradezco la guía, ayuda para entender los capítulos que vi. Habría seguido pero cierta modo informar de ver series tiene sus mañas.
ResponderEliminarSañidps-
Sí, che, es una de esas series que precisan de un poco de ayuda desde afuera para cerrar todo. Yo leo bastante foros (reddit, etc) al respecto (#Obsesión).
Eliminarlpm.. que rebuscada !!
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