En febrero de este año hice un recorrido
inolvidable por Europa. El viaje –absolutamente movilidazor– quedó
registrado en varias entradas de este blog que funcionan como una suerte de
diario.
Uno
de esos destinos fue Praga, una ciudad que me fascinó. Ahí, recorriendo el Callejón de Oro y la casita N° 22 (hoy,
una librería y mini-museo), terminé comprando una edición exquisita y en
español de “Un medico rural”,
pequeños relatos que el autor escribió en 1916
mientras vivía en ese mismo lugar.
Donde hoy reina el jolgorio de los turistas, Kafka encontró un escondite sencillo (pero
colmado de encanto) donde pudo dedicarse a escribir. En un momento hasta le
dijo a su hermana menor, Ottla,
quien le ayudó a encontrar la casita: “la
vida allí es algo especial, implica tener casa propia, cerrar al mundo, no la
puerta del cuarto, no la de la vivienda, sino la de toda la casa”.
Mientras tanto, el mundo del que Franz Kafka se recluía cerrando la puerta era más bien lúgubre: plena Primera Guerra Mundial. Para ese
momento él ya había escrito La
metamorfosis, pero solamente era conocido en un círculo de lectores muy
reducido.
La verdad es que su vida privada también pasaba por
momentos especialmente difíciles. Las relaciones con su padre seguían tensas, hasta
el punto que Kafka prefirió pasar la víspera de Año Nuevo solo, en su casita
del Callejón de Oro. Su primer matrimonio se había arruinado en 1914
y el segundo fracasaría antes de que terminara el año 1917.
Ese mismo año, además, ya le diagnosticarían tuberculosis pulmonar.
Es díficil decir cuál de los relatos de la
antología es más inquietante. Tienen todos un elemento en común: en algún
pasaje del texto, ya sea al principio o bien en un punto más avanzado de la
narración, surge una escena perturbadora (la llamada “paradoja Kafkiana”). El lector (nosotros) solo puede intentar
adivinar qué significa. Por mucho que nos esforcemos en clasificarlos , no
encajan en ningún molde interpretativo. La narración no coincide con el
contexto del mundo real, por lo menos en su totalidad.
► La antología se compone de 14 relatos breves de tres o cuatro carillas (a excepción de dos que
son más extensos y que, casualmente, son los más interesantes). En un último
apartado se presenta un texto de tipo expositivo que comenta sobre la gestación de la obra y su efecto.
Entre los 14 cuentitos, destaco especialmente 2 (que
resultaron mis preferidos) y algunos más que son llamativos por motivos que ya
voy a comentar.
#1. “UN
MÉDICO RURAL”
El primero que vale la pena mencionar es el que da
título a la antología. “Un médico rural” es un texto fácil
de contarle a un amigo, pero absolutamente onírico y cargado de metáforas como
para explicar en detalle. Todo trascurre como hecho del mismo material de las
pesadillas.
► Si
no leyeron “Un médico rural”, pueden
hacerlo en el siguiente link. Los próximos párrafos revelan algunos
detalles de la trama, así que #SpoilerAlert.
La cuestión es que un médico es llamado a mitad de
la noche para visitar a un enfermo que se encuentra grave. Sin forma de
llegar, de pronto surge alguien que le da dos caballos, quedándose a cambio con
la críada del médico (Rosa). Aunque
el pueblo está lejos, el médico llega casi sin darse cuenta. El paciente parece
estar sano, pero una segunda revisión revela una herida repugnante y llena de
gusanos. La historia sigue en ese estilo, con una contradicción constante entre
lo real y lo imposible.
El surrealismo, por supuesto, se pone en relevancia
con cada página. Resulta extrañísimo que el médico rural se encuentre de imprevisto
con caballos dentro de la vieja porqueriza; o que descubra la espantosa herida
del paciente al mirarlo por segunda vez. O bien, que, súbitamente, él mismo esté
acostado en la cama junto al enfermo. Cada análisis literario involucra una
interpretación diferente.
Algunos han atinado a decir que “cabalgar” es, en
realidad, “hacer galopar la pluma”, entonces la narración resulta un eufemismo
para hablar del arte de escribir. A
lo mejor las numerosas insinuaciones eróticas pueden ayudar a descifrar un poco
el texto. El blog https://vividordeotrasvidas.wordpress.com,
por ejemplo, tiene una teoría desopilante que encuentra una interpretación
anti-capitalista en el relato. Vale la pena chequearla.
La desenfrenada sucesión de metáforas convierte al
relato en una alegoría llena de símbolos. Desde un primer momento el concepto
de dualidad se pone en evidencia: dos pueblos (dos mundos), dos caballos, dos
veces que revisa al enfermo. La flor, como símbolo, es también motivo de
estudio. El enfermo tiene una flor, que es una herida (vale aclarar: una herida
sin curación posible, que solo debe soportarse)
y el mismo médico tiene su propia flor (Rosa). Nuevamente aparece la
dualidad como tema.
En el 2007,
el animador japonés Koji Yamamura realizó
un corto maravilloso. Tiene un estilo gráfico muy particular que captura todo
el ambiente opresivo y onírico del cuento. No tiene desperdicio.
► Franz Kafka - Un médico rural:
#2. “INFORME
PARA UNA ACADEMIA”
Mi cuento favorito de esta antología. “Informe para una Academia” es mucho menos surrealista que “Un médico rural”, pero me encantó. Acá la paradoja kafkiana aparece en el primer párrafo: un mono redacta un informe de cómo se forzó a sí mismo para convertirse en humano.
► Si
no leyeron “Informe para una Academia”, pueden hacerlo en
el siguiente link. Los próximos párrafos revelan algunos detalles de la
trama, así que #SpoilerAlert.
Un simio es cazado en su entorno natural. Mientras
viaja en barco, enjaulado, hacia Europa, se desespera por buscar una salida.
Por eso toma la decisión de comenzar a copiar (imitar) a los humanos. Comienza
a escupir como los marineros, tomar ron de la botella y hasta en un momento
dice “hola”.
Esta necesidad de escapar es la que inicia su proceso de evolución que termina por impresionar a toda la comundiad científica. No busca la libertad (no como la conocemos nosotros) sino más bien poder moverse fuera de la jaula, adonde fuera.
El final es tremendo.
Aparte de ser capaz de
hablar, el simio ha conseguido adquirir la cultura propia de un europeo promedio,
los vicios del ser humano, y hasta tiene una mona acobachada en su casa que
utiliza para quitarse sus instintos más animales… al
mejor estilo “Rebelión en la granja”. Magistral.
Parece que es un relato que se presta a interpretaciones, pero no parece tan difícil de desentrañar. Nos habla de la selección natural y del precio que se paga por sobrevivir, por ser el más fuerte. Expone la temática de la adaptabilidad y de cómo las situaciones extremas son las que te sacan de la zona de confort. A su vez, es una sátira hacia los estilos de vida salvajes de los humanos. Quizás, de alguna manera, somos tan animales como un similio enjaulado en altamar.
#3. OTROS RELATOS DESTACABLES
Dentro de la antología, subrayo también "Preocupaciones
de un padre de familia", donde aparece el monstruo Odradek, un afable ser animado que
parece hecho de hilos. Está
online en este link.
Por su parte, "Ante
la ley" (relato incorporado luego a la novela “El proceso”) funciona como una suerte de
parábola. Un campesino espera ante la puerta de la Ley a que El Guardián lo deje pasar, pero esto no
pasa nunca.
El último que
me llamó la atención fue “Un fraticidio”; quizás el relato
más oscuro. Es una de las historias más gráficas y violentamente descriptivas
que leí de Kafka. Está inspirada (probablemente) en la historia de Caín y Abel y pueden
leerlo acá. Schmar es el asesino y Wese la víctima. También aparece un
personaje (Pallas) que resulta alarmante, incluso hasta incómodo. Es un
observador pasivo que es testigo de todo el drama (y podría haberlo evitado)
pero en su lugar elige no hacer nada.
Y con esto nos vamos. ¡Hasta la próxima!
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=>> Otros posts sobre KAFKA y el SURREALMISMO en el blog: “Kafka, o cómo
transformarse en algo infinito”; “Dormir al Sol, de
Adoldo Bioy Casares”; “Las 5
transformaciones más memorables de la literatura”; “[EUROPA 2015] –
Praga: la ciudad de las cien torres”; “Casa tomada, de
Julio Cortázar”; “El dinosaurio,
microrrelato de Augusto Monterroso”.
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Opino que el corto animado es un tanto fallido. Me refiero a que el animador puso excesivos enfasis en las locuras visuales que podía hacer, descuidando la historia, que no las necesitaba.
ResponderEliminarEl relato es de por si extraño. ¿Cual es el próximo de llamar al médico? Sospecho que transferirle la enfermedad, para el enfermo se libre de ella. O para extender al contagio. Tal vez con el proposito de castigarlo por curar enfermedades o por hacerlo con negligencia.
¿Que pasa con Rosa? Kafka no lo decía, pero lo insinuaba, tal vez caiga víctima del ser rústico, que usa a los caballos para alejar al médico. ¿Una clase de pacto faustico? No muy ventajoso para el médico.
Preocupaciones de un padre de familia, figuró en El libro de los seres imaginarios, con el título de Odradek. Y la preocupaciones es que Odradek viva más que él.
Ante la ley es un curioso relato en que el personaje pregunta demasiado tarde por que nadie más trató de entrar en la ley.
Interesante entrada.
Saludos.
¡Interesante aporte! Llamativo que no te haya gustado el corto animado. A mí me pareció magistral y perturbador. ¿Qué pasa con Rosa? Es lo que todos querríamos saber. Hay que abrir una petición abierta: ¡Justicia por Rosa! 99 años sin Rosa. ¡Justicia! ¡Justicia!
EliminarUn saludo.
antes que nada, que bueno leer hoy una entrada de Kafka.... estimulante....
ResponderEliminary para opinar tengo que leer esos realtos si aún no los leí, no tengo tan buena memoria porque tanto a él como a Cortazar y Poe, leo todo desordenado y nunca se que leí je....
pero serían mis 3 favoritos sin dudas.... con Verne quizá... bueno, listo.... salu2.....
Este blog es así, azaroso, bizarro, despreocupado. Igual no es la primera vez que menciono a Kafka. =P
Eliminar¡Gracias por pasarte!
Leí a Kafka en la adolescencia, y hace un par de meses me topé con un libro que recopilaba escritos de él inconclusos o inéditos, y tienen la misma magia que los que llegó a terminar y/o editar.
ResponderEliminarMe gustó el corto, se llega a captar la locura de los personajes. Quizás el Demiurgo tiene razón en que se pierde un poco la historia, pero siendo Kafka quizás el clima es lo que importa. Y eso está muy bien logrado.
Informe para una academia no lo recordaba. Excelente!
Abrazo!
PD: Cada vez que leo a Kafka una nube negra, densa se posa sobre mi cabeza.
"Cada vez que leo a Kafka una nube negra, densa se posa sobre mi cabeza". ¡Nada más lejos de la realidad! Jaja.
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