Un viaje improvisado tiene esas cosas. Mi idea
original era conocer Austria luego
de República Checa, pero estoy arriba de un bondi a Berlín, en Alemania. Dentro de cinco horas estaremos llegando a
nuestro destino con Fran, que fue quien me convenció de cambiar el itinerario.
El corazón de Europa, Praga, era uno de mis destinos más deseados en este
viaje, y afortunadamente no decepcionó en lo absoluto. Comencemos.
Día 18 21/02 – Un día de viaje en trenes y la primera noche en Praga.
Esa noche, todavía en Eslovenia, un flaco no
paraba de roncar. Juro que le tire cuantas almohadas, zapatillas y frazadas
encontré. ¡Qué bronca, la puta madre! Por suerte, salíamos temprano (7.30 hs ya
estábamos arriba).
Partimos desde mi querida Ljubljana hacia la ciudad de las cien torres en tren. Fran
consiguió una buena promoción que nos llevaba por 49 EUR. El primer tramo fue
bastante caótico porque tomamos un tren hasta cerca de Kranj y luego tuvimos que pasarnos a un colectivo (una parte de la
vía estaba en reparación). Desde ese colectivo nos subimos a otro tren y luego
tuvimos un nuevo cambio de trenes.
Cuestión que, entre cambios, terminé dejando “La insoportable levedad del ser” en uno
de los trenes, que encima era de una amiga. (¡Por suerte ya conseguí el
reemplazo!).
El tramo del tren desde Ljubljana a Viena fue
increíble, con asientos amplios y hasta wi-fi. Baños pitucos y puertas que se
abren solas. El tramo Viena-Praga
fue igual de cómodo para el tren ya no contaba con wi-fi. Llegamos a República
Checa a las 21 hs y caminamos hasta Ritchie´s
Hostel.
El hostel está muy céntrico, te atienden de
diez y las piezas son lindas. Tiene un problema importante que es el wi-fi, que
únicamente llega al área alrededor de la recepción. Su “área social” es muy
chiquita también. Por fortuna, es económico. Pagamos 50 EUR por 5 noches, y
está a solo unas cuadras del casco antiguo de la ciudad. Otra ventaja es que
ellos te cambian los euros por coronas (la moneda checa) a una buena tasa.
En seguida nos ubicamos y salimos a recorrer la
ciudad. La colorada de la recepción (una checa de nombre Adele) nos indicó un buen lugar para
cenar y algunos bares para salir. También nos facilitó un mapa de la ciudad con
muchísima información interesante. En el hostel cambiamos unos euros por
coronas. Ahí te cambian 1 EUR por 26 CZK. Es una tasa muy pasable. En la casa
oficial te cambian 1 EUR = 27,6 CZK, pero es mucho más cómodo hacerlo
directamente en el hostel, a cualquier horario y por la plata que uno quiera
cambiar.
La cuestión es que la plaza estaba muy avivada
porque justo llegamos en la víspera del año nuevo chino (está lleno de chinos
en Praga). Pasamos por el reloj
astronómico y llegamos a Dlouha, una
calle conocida por estar repleta de bares y restaurants. Comimos en Lokals, un restaurant muy conocido que
se llena de checos todos los días. Encontramos una única mesa disponible.
Pedimos en plato de salchichas caseras (80 CZK
cada uno) que estaban riquísimas y unas cervezas (60 CZK cada uno) muy buenas. República Checa es la principal
consumidora de cerveza del mundo y ellos son conocidos por haber sido
los primeros en crear la primera cerveza moderna. Al día siguiente, el chico
del tour nos iba a decir exactamente eso: hay dos cosas que no podés dejar de
hacer en República Checa: tomar cerveza,
y ver checas.
Luego nos pasamos a un barcito cercano (Repete, sí... el nombre es
perturbador). Yo probé por
primera vez la absenta (80 CZK). Es
una bebida alcohólica de un color verde debido a las hierbas que contiene (es
apodada Diablo verde). Se hizo
popular en Francia como la bebida inspiradora de los artistas y es conocida por
su efecto alucinógeno. Dicen que en grandes cantidades te hace ver hadas
verdes.
La verdad es que yo no vi a ningún duende, pero
sí puedo afirmar que pega fuerte. La garganta te queda on fire durante un buen rato. Se comenta que muchos artistas del
siglo XIX como Oscar Wilde, Hemingway,
Picasso y Baudelaire se daban con este trago para sentirse creativos.
Incluso hay un mito que afirma que Van
Gogh estaba ebrio de absenta cuando se cortó el lóbulo de la oreja y se lo
ofreció a una joven prostituta.
Día 19 22/02 – El Walking Free Tour de Praga y el Beer Tour nocturno.
Desayunamos en el hostel. 90 CZK, todo lo que
puedas comer. ¡Vale la pena! Por la mañana hicimos el Walking Free Tour con los muchachos de White Umbrella (acá pueden encontrar su página web). Se juntan a las 10 a.m. en la
plaza principal (se los puede reconocer por sus paraguas blancos) y tienen
recorridos en español, italiano e inglés. El tour se hace caminando y tiene una
duración de 3 horas donde se ven muchísimas cosas de la ciudad. Al final del
viaje uno deja una propina a gusto.
La verdad es que este tour fue tremendo,
uno de los puntos más altos del viaje. Recomiendo a todos que sea lo primero
que hagan al llegar a la ciudad. El guía se llamaba Daniel, y era un español de Andalucía. El flaco era un fenómeno.
Mientras caminábamos nos contaba sobre los 41 años de Praga bajo el comunismo, de la Revolución de Terciopelo, de Mozart y su “inspiración” con las
checas, de Kafka y sus miedos, de
las particularidades del Reloj Astronómico, de la cerveza.
Lo mejor de todo es que Daniel te cautivaba con
sus historias, te hacía reír con sus bromas y hacía muy llevadero. Te explica
las ironías de la ciudad (un casino y un McDonald’s al lado del “museo del
comunismo”, por ejemplo), te muestra una de las 5 calles más costosas de toda Europa
(donde se ubican las grandes marcas como Hugo Boss), caminás por el barrio judío
y ves el cementerio con lápidas como salidas de una película de Tim Burton (todas dobladas), la Torre de
Pólvora (parte del Camino Real).
Daniel era una
Wikipedia viva. Te
explica todos los porqués y lo hace de forma muy entretenida. Caminás por la
ciudad nueva y por la ciudad vieja. Pasás por la universidad y por el teatro
donde Mozart expuso sus obras. Ves la estatua de Kafka montando a su peor pesadilla y las polémicas esculturas de David Cerny. Es increíble cuando Daniel
te explica (y te muestra) los lugares que fueron bombardeados por los Nazis, la
historia de la Iglesia Acorralada. Miles de curiosidades, grandes aspectos de
la historia Checa.
Es absolutamente
recomendable, y muy intenso. Su discurso final (cuando habla de cómo los
mismos checos recuperaron la ciudad de los Nazis) les juro que te pone la piel
de gallina, y los aplausos que recibió al final se extendieron por varios
minutos.
Por la tarde nos fuimos hasta la terminal para sacar
pasajes a Berlín en bus. Pagamos 35
EUR en Student Agency. No tenía pensado conocer Alemania en este viaje, pero
Fran me terminó por convencer. Creo que eso es lo lindo de no tener un viaje
demasiado armado. En la terminal también comimos un Burger King que cumple con las “tres B´s” (bueno, bonito y barato).
De vuelta en la ciudad, nos encontramos con un
local que promocionaba una realidad virtual de tipo flight simulator. Costaba 9 EUR el recorrido de 10 minutos, pero
convencimos a la checa que atendía de subirnos los dos por ese dinero. Nunca me
había subido a una realidad virtual, y la verdad es que es impresionante. Pudimos ver Praga desde las alturas y
es genial que movés la cabeza y la imagen de la ciudad se mueve con vos. Por
momentos hasta sentimos vértigo.
El domingo no podía terminar sin un tour más:
el Beer Tour que ofrece la empresa White Umbrella. Cuesta 250 CZK y ellos
te llevan a recorrer cuatro bares de cerveza tradicional y no pasteurizada
(Checa es el único lugar en el mundo donde se hace este tipo de cerveza con el
“verdadero sabor a lúpulo”, ya que no contiene ningún tipo de aditivos). Nos
tocó otro español (Anxo). En cada
lugar probás una cerveza diferente y el flaco (que sabía muchísimo) te va
contando curiosidades sobre esta bebida. La última, para mí, fue la mejor. Fue
la primera cerveza moderna del mundo, la Budweiser
Lager. (Pocos saben que Budweiser es originalmente checa).
El tour está muy bueno, pero no tuvimos suerte
con el grupo. Éramos ocho: dos parejas de españoles (gente grande, en sus 50),
dos flacos españoles (creemos que eran pareja) y nosotros dos. Como decimos en
argentino, un auténtico garrón.
Fue mala suerte, porque un grupo más joven habría hecho de la experiencia algo
bastante más placentero.
Antes de volver al hostel pasamos por un bar en
el que se escuchaba música en vivo. Dos flacos que sonaban muy bien estaban
tocando High n´ Dry. Apenás nos
sentamos empezaron a guardar las cosas porque era el final de su show. Fran
gritó desde lejos: “One more guys!” y
los pibes, riendo, respondieron: “One
more? You guys like The Beatles, right?”. Hicieron Come Together y tengo que decir que fue uno de los mejores covers
que escuché en mi vida. Mucho talento tenían ambos.
Por la noche eran los Oscar y quería verlos,
pero todavía no arrancaban. Por la diferencia horaria, iban a empezar alrededor
de las 2 am. Para hacer algo de tiempo, salimos a dar una última vueltita, esta
vez por Ciudad Nueva. El lugar, en
este caso, nos sorprendió para mal.
Resulta que por la noche Praga se convierte en
una suerte de mini-Amsterdam. Ciudad
Nueva estaba plagada de chulos, cabarets, casinos y luces rojas. Creo que fue
el único momento del viaje donde nos sentimos un poco incómodos. O sea: es
súper seguro, pero pasaban negros ofreciendo mujeres o marihuana. Nos
impresionó un poco. Quién habría dicho que Praga tenía una zona roja tan a la
vista. Liquidamos la noche con una buena pizza al paso y nos fuimos a dormirla.
Personajes bizarros / destacados del momento:
- Daniel,
el guía de White Umbrella. Un grande que me hacía acordar muchísimo a Mario
Ortiz, mi profesor de Literatura Contemporánea. Divertido, enciclopédico y
energético.
- Las
mendocinas, dos pibas que viajaban con la vieja e hicieron el tour de la
mañana con nosotros. Qué cómodo que se siente uno con otros argentos.
- Anxo,
el guía del Beer Tour. ¡Una enciclopedia sobre la cerveza! Aunque lo sorprendí
con una curiosidad que él desconocía de la cerveza Brahma.
- Los
asiáticos. ¡Están por todos lados! Hay un supermercado chino en cada
esquino, era el año nuevo chino y los turistas asiáticos eran como una
estampida.
- ¡Los
pimps de la noche! Se te acercaban y te susurraban: “Joints? Women? Wanna party?”. Emm... not with you, no.
Día 20 23/02 – El tour por el Castillo de Praga.
El lunes nos despertó con ganas de ser medio
ratones. Así que desayunamos barato: mate y pan con manteca. Por la mañana salimos
a un centro comercial a averiguar los precios de tecnología y celulares en
general. ¡Están baratos! Probablemente menos de la mitad de lo que cuesta en
Argentina. El problema es que teníamos muchas dudas de si iban a funcionar en
mi país, y no quería arriesgarme. Para agregar complicaciones, el checo común
no habla inglés para nada.
Praga es tan económica como todos me habían
dicho. Se puede conseguir cerveza en bares por 1 EUR o 1,5 EUR, el hostel nos
costó 10 EUR la noche y comer es muy barato. La tecnología no es la excepción.
Daniel, el muchacho del tour, nos contó que se puede “vivir” con 500 EUR (unas
13.000 coronas checas). En relación a Croacia
o a Eslovenia, me parece que los costos son similares. Pero sí es muchísimo
menos costoso que la sobrevalorada Italia.
Esa tarde hicimos el tour al Castillo de Praga con la gente de White Umbrella. Cuesta 250 CZK y nos llevó
una simpática chica española (Ana) a
las 15 hs. El tour está excelente, y Ana sabe muchísimo, pero no tuvimos suerte
con el grupo. Éramos solo cuatro: nosotros dos y una pareja de españoles.
Subimos al castillo en tranvía. Recorrimos la Catedral
de San Vito, el salón principal, vimos el cambio de guardia real (lo tengo en
video). Ana nos relataba varias
anécdotas de reyes y de la República Checa. Al igual que Daniel, te cuenta todo de forma muy amena y dinámica. Sin embargo,
a diferencia de Daniel, le faltaba ese humor picarón que lo caracterizaba. Con
Fran estamos preocupados de habernos enamorado de nuestro primer guía. (Nadie
pudo hacernos sentirnos lo que él).
El pequeño Callejón
del Oro, donde está una de las casas donde vivió Kafka, es magnífico. La de él era la casita número 22. El callejón
está armado con bares, lugares de artesanías y museos, pero uno todavía puede
sentir lo que significó vivir en esas zonas tan pobres.
Ahí me compré “Un médico rural” (8 EUR), la antología
de relatos que Franz Kafka escribió allí. Se dice que en este callejón vivían
también los alquimistas, y al final hay una pequeña “torre de tortura” donde se
puede ver, entre otras cosas, una silla de pinches.
La guía nos contó historias del actual
presidente, querido por muchos y odiado por otros. Al parecer llegó borracho a
su primer acto presidencial (puede verse por Youtube). También pasamos por el
Muro de Lennon. Cuando te enterás de su historia y lo que significó para los
checos, se te eriza la piel. También pasamos por las escalinatas donde sucede una
escena de Tom Cruise en “Misión
imposible”.
(Nota al pie: sigo sin poder encontrar a un famoso, pero no
pierdo las esperanzas).
Debajo del Puente
de Carlos, Ana nos habló de la historia de un santo (el confesor de la Reina)
que se negó a revelar los secretos de ella al Rey y fue ahogado en ese puente.
Junto al Walking
Free Tour, este tour del Castillo es ampliamente recomendado. No es lo
mismo ver las cosas por uno mismo que cuando los guías (que saben una banda) te
cuentan las historias detrás. Empezás a ver cada cosa con otros ojos.
Volvimos caminando a Ritchie´s Hostel por el Puente
de Carlos, que atraviesa el río Moldava.
Las esculturas que se encuentran alrededor son espectaculares, y teníamos ganas
de volver a pasar de día. Pasamos por un Teatro
Negro y me tenté con Aspectos de
Alicia, la obra que estaban presentando. Lamentablemente, es carísimo. 35
EUR para el público común, y 22 EUR si sos estudiante.
Es una lástima, porque debe ser interesantísimo
y es muy típico de Praga. Es un estilo
de representación escénica muda que utiliza un escenario negro, luces y sombras
para crear un juego visual e ilusorio. Vi un fragmento de Aspectos de Alicia por Youtube y parece ser una experiencia
memorable. Desgraciadamente, mi presupuesto no me acompañó en esto.
Mientras tanto... en
el hostel...
Charlé un rato con una chilena que había estado
haciendo el clásico Working Holliday en
Nueva Zelanda (hoy está muy de
moda). Quería conocer Praga antes de viajar a Inglaterra, donde se encontraba
con un pibe que había conocido trabajando en las granjas.
Cenamos pan con jamón y queso (que
estratégicamente habíamos comprado antes) y probamos la Kofola, la coca-cola comunista que todavía se puede comprar en algunos
supermercados. A los checos no les gusta, ¡y con razón! ¡Es una de las cosas
más desagradables que probé en mi vida!
Por la noche charlamos con dos agradables
chicas de Georgia (un país que
recién me entero que existe). Resulta que son parte de un grupo de 16
georgianos que vinieron a Praga como
parte de un coro. De hecho, nosotros ya las habíamos visto cantar antes en el
desayuno del domingo y pensamos que eran musulmanes rezando.
Nuka y Ana, estas dos chicas, eran muy simpáticas. Cantaban con una
hermosa voz, eran fanáticas de Rebelde Way (sí, Rebelde Way) y bastante maduras
para su edad. Caminamos un rato con ellas y terminamos dando unas vueltas por
el Museo de Arte y Ciencia, que por
las noches tiene una iluminación extraordinaria. Fue muy interesante
intercambiar historias sobre las costumbres de nuestros respectivos países.
Personajes bizarros / destacados del momento
- Ana,
la guía que nos llevó al Castillo de Praga, con su divertida tonada española y
su frase de cabecera: “Laz cosas como zon”.
- La
chilena que había hecho Working Holliday en Nueva Zelanda. Siempre es bueno
encontrarse con un vecino.
- Nuka
y Ana, las georgianas del coro.
Resulta que Praga es un destino popular para la gente de Georgia.
Día 21 24/02 – Un día de descanso.
Hoy fue un día relativamente tranquilo. Nos
levantamos tarde, desayunamos tarde. Las chicas de Georgia tenían su concierto
y nos invitaron. Nuka me dijo el
lugar y la hora. Tenía muchas ganas de ir (cantan realmente bien las dos).
Salimos con bastante dejadez hacia Černý Most, un área residencial y de centros
comerciales. Para esto tomamos el metro. Dimos algunas vueltas, averiguamos
algo de tecnología y compramos un poco de ropa, además de almorzar unos buenos
pedazos de pizza. El centro comercial me hizo bastante acordar a los que conocí
en Panamá. Volvimos al hostel para
tomar unos mates y jugar unas partidas de ajedrez. Ya era tarde para llegar al
recital de las chicas de Georgia. Me lamenté por eso, pero era realmente lejos
y se complicaba.
Esa tarde yo quería ir a la Opera (daban Otello, de G. Verdi) así
que me fui solo para allá. La función era a las 19 hs y yo llegué sin ticket a
las 18 hs. Me habían dicho que si compras sobre la hora los podés conseguir
mucho más baratos (hasta un 70% más barato). Así que me arriesgué. Me salió
mal. Estaba todo vendido.
Volví caminando tranquilo por New Town y me encontré a una parejita
tocando la guitarra por monedas. Me acerqué. El flaco era argentino, un tal Pablo. Era cantautor y estaba en Praga
con una checa mostrando su arte. Ella no cantaba increíble, pero era realmente
linda, así que eso alcanzaba para que la gente dejara sus monedas. Con solo dos
canciones recibieron una buena cantidad de plata. Nos quedamos un rato largo
charlando con el argento sobre su forma de vida y sobre lo que significa vivir
en Praga. Me contó, por ejemplo, que
a los artistas callejeros no los dejan tocar en la plaza principal a menos que
toquen exclusivamente Jazz.
De vuelta en el hostel, fuimos con Fran a comer
goulash (comida típica de Rep. Checa)
a un lugar que ofrecía wi-fi y jazz en vivo. No tuvimos ninguna de estas dos cosas.
Igual era barato. Por 200 CZK comimos una entrada, plato principal (el goulash,
una especie de carne con salsa y guarnición) y un postrecito. Estuvo bien, pero
no nos pareció nada del otro mundo.
Volvimos a casa tipo 9. Fran iba a ver su
partido de la Champions League y yo tenía que organizar algunas cosas del
viaje, reservar el hostel en Berlín y revisar algunas cosas de mi vida en
Argentina.
En un momento pensamos en ir al tour de Kutna Hora, donde hay una conocida
Catedral hecha de huesos humanos, pero era caro (700 CZK). Era un lujo que no
nos podíamos dar. También tuvimos que decirle que no al Pub Crawl (un tour nocturno), pero salía 500 CZK (20 EUR).
Cuestión que a la noche compramos unas Pringles
y unas cervezas y colgamos en el hostel, charlando con la gente del lugar. Ahí
conocimos a una argentina (Soledad)
que recién llegaba. Tipo 11:30 me estaba por ir a dormir cuando Fran me
arrastró a salir. Dimos una vuelta, había algo de movimiento, pero no
demasiado. MUCHO FRIO.
Personajes bizarros / destacados del momento
- Soledad,
una argentina de 32 que (no sabemos cómo) parece de 22.
- El
flaco del chichón. Estaba prácticamente en coma alcohólico. Los amigos
trataban de levantarlo y se volvía a caer. Se pegó dos o tres palos bárbaros.
- El chileno piola (Rafael) que se reía del flaco del chichón. Obviamente nos reímos
con él. Buen momento de hermandad.
- El
grupo de franceses. Nos preguntaron adonde salir y les cantamos la posta,
como verdaderos checos. No sabemos cómo, pero una francesa adivinó que éramos
hermanos.
- Pablo y la checa
tocando en la calle:
es más fácil hacer dinero cuando sos agradable a la vista.
Día 22 25/02 – Un típico paseo
praguense, Jazz y mi aplastante victoria en el ajedrez.
Los días pasaron
volando en Praga.
Yo personalmente me quedé con ganas de más. En nuestro último día, todavía
seguíamos solos en una habitación de 6 personas que ya habíamos proclamado como
nuestra con cosas desparramadas por todas partes.
Tempranito, nos metimos en la cocina a tomar
unos mates. La georgiana (Nuka) me
robó un par de mantequitas y quesos para nosotros. Una genia. Somos tan tacaños
que no quisimos pagar el desayuno. Solo teníamos un pedazo de pan.
Todavía nos faltaba ver algunas cosas, así que
salimos a pie por una última vez. Primero visitamos la Dancing House, e intentamos entrar. Es un edificio poco tradicional
y deconstructivista que llama muchísimo la atención. También lo llaman Fred and Ginger en honor a la conocida
pareja de bailares estadounidense. El par de edificios, en efecto, hace alusión
a un sensual baile. Adentro hay algunas galerías de arte, oficinas y el Glass Bar en la cima. Es un bar con el
suelo hecho de espejos. Antes de entrar nos cruzamos a otras pibas de Georgia (ni siquiera conocía ese país,
y resulta que ahora están en todos lados).
Luego cruzamos uno de los tantos puentes y
terminamos caminando por la “Venecia de
Praga”. Una pequeña isla falsa que intenta reproducir la conocida
arquitectura veneciana. Ahí hay un museo de arte moderna (Kampa Museum) al que entramos gratis (sale 130 CZK, pero no había
nadie ahí para cobrarnos) y vimos figuras de lo más extrañas. La que más me
llamó la atención fueron los bebes del artista David Cerny. Si bien los cuerpos y las cabezas (todo hecho de
bronce) están bien proporcionados, los bebés no tienen rostro, en su lugar hay
un rectángulo hundido como si fuera resultado de un golpe.
Cruzamos por segunda vez el Puente de Carlos. Es mucho más vivo de
día, lleno de artistas haciendo caricaturas y turistas tomando fotos de los
santos que se levantan en los lados del puente. Almorzamos algo rápido en KFC
(¡tienen free refill!) y seguimos
hacia el barrio judío. Vimos una vez más el particular cementerio judío, las
varias sinagogas y la estatua de Kafka
montando a su peor pesadilla.
Caminando por Praga uno fortalece los músculos
del cuello, además de las piernas, de tanto levantar la cabeza para ver las
fachadas de los edificios y las sorpresas que lo esperan a uno en las alturas.
El paseo terminó en el Mercado Central (artesanías de Praga en la calle) donde compramos
algunos regalos.
A la tardecita nos tomamos unos mates con Fran y terminamos
nuestra Champion´s League de ajedrez
(gané 5-4, pero debo decir que se vivieron momentos muy intensos).
Por la noche salimos a escuchar jazz en vivo
junto a Soledad, y tomamos unas muy
buenas cervezas, que además eran súper económicas (26 CZK el medio litro de
cerveza tirada). Dimos un par de vueltas por la zona de bares y la vida nos
terminó llevando a KFC para comer algo rápido. Al final del día charlamos un
rato con unas francesas en el hostel que tenían la particularidad de estar siempre
(desde el primer día que llegamos) sentadas en el mismo sillón con sus
celulares. (Linda manera de disfrutar Praga... sobre gustos...)
Nos fuimos a dormir, no sin antes ordenar el
caos que había en nuestra habitación. Al día siguiente salíamos para Berlín,
nuestro próximo destino.
Impresiones generales de Praga
Praga es hermosa. No encuentro otro adjetivo que le
quede mejor. Ordenada y prolija, llena de vida, energética, económica, hipnótica.
Los checos no hablan demasiado inglés, pero son muy amables (y las checas son
muy lindas). Los amantes de la cerveza (como quien les escribe) no pueden no
conocer el lugar donde se gestó la primera cerveza moderna, y que tiene el
record de “mayor país consumidor de cerveza del mundo”.
Todo es muy barato (especialmente en
comparación con Italia) pero no se
engañen. Se puede hacer un viaje barato, o tan caro como uno quiere. Yo me
quedé con ganas de ir a la ópera, al
Teatro Negro de Praga, a Kutna Hora y al Pub Crawl. Para hacer todo eso habría necesito más tiempo (quizás
dos días más) y alrededor de 150 dólares extra. Además, hay muchísimos otros
lugares para conocer alrededor del Corazón de Europa.
Creo que sería un buen lugar para vivir, y
todos los locales con los que charlé estaban bastante a gusto. Creo que ir en
invierno fue una suerte. El frío fue
duro, pero soportable. Tuvimos temperaturas de -4° que se sentían en los
huesos, pero me contaron que inviernos anteriores habían llegado a -20°. Por
otro lado, todos están de acuerdo en que Praga en verano es un caos de gente.
Hay mucho para hacer en la ciudad: museos
exóticos (hay museos de cera, de torturas, medievales, de espejos), muchos
bares de comida típica, shows callejeros (está repleto) y una buena cantidad de
lugares para visitar. Es una ciudad para perderse entre sus callecitas y,
sorprendemente, es muy fácil ubicarse. No recomiendo estar solo uno o dos días.
Conocí a mucha gente que estaba así, de pasada. No se llega a conocer nada en
profundidad y hacés todo a las apuradas. Lo mejor (lo que recomiendo) es
planificar una estadía de, por lo menos, tres o cuatro noches. Solo así uno
puede llegar a entender cómo funciona la ciudad y qué secretos esconde.
Un lugar al que volvería sin dudarlo.
Consejos generales
-
Viajar en tren es costoso, pero se
pueden conseguir buenos descuentos preguntando por anticipado. Nosotros
conseguimos el tramo Ljubljana-Praga
por 49 EUR, sacando con una semana de anticipación. Otra buena opción es viajar
en Bus con Student Agency, que hace
tramos internacionales a muy buen costo.
- Ritchie´s Hostel está muy céntrico,
te atienden de diez y las piezas son lindas. Tiene un problema importante que
es el wi-fi, que únicamente llega al área alrededor de la recepción. Su “área
social” es muy chiquita también. Por fortuna, es económico. Pagamos 50 EUR por
5 noches, y está a solo unas cuadras del casco antiguo de la ciudad. Otra
ventaja es que ellos te cambian los euros por coronas (la moneda checa) a una
buena tasa (1 EUR = 26 CZK).
-
Una de las grandes ventajas de los hostales es que son atendidos por locales. Ellos siempre van a poder darte consejos
sobre lugares para comer y beber, o distintos recorridos. Además, los hostales
siempre tienen mapas y folletos a disposición para el turista.
- Hay
solo 2 o 3 casas oficiales de cambio en Praga que no cobran comisión.
Preguntar a un local o a la gente del hostel para saber cuáles. Una de ellas
está bien céntrica, a pocos metros de la Old Town Square. En Ritchie´s Hostel
te cambian a una tasa muy pasable (1 EUR = 26 CZK). En la casa oficial te
cambian 1 EUR = 27,6 CZK, pero es mucho más cómodo hacerlo directamente en el
hostel, a cualquier horario y por la plata que uno quiera cambiar.
- Nunca
cambies dinero en la calle. Hay varios marroquíes que te ofrecen tasas
increíbles y te terminan dando dinero bielorruso que no vale absolutamente
nada. Como uno nunca vio una corona en su vida, puede caer en la trampa
fácilmente. Siempre cambiar en las casas oficiales (hay 2 o 3 en todo Praga que
realmente no cobran comisión) o directamente en los hostels.
- Lokal
es un muy lindo restaurant en Praga para cenar cocina típica. Se encuentra
ubicado en la calle Dlouha
(literalmente: Long Street) y tiene
platos tradicionales a un muy buen precio. Los chechos van muchísimo a comer
ahí, y el lugar está bastante lleno, lo cual es una garantía de su calidad.
- No
pueden irse de Praga sin probar absenta aunque sea una vez. La bebida es
muy fuerte (y se dice que tiene efectos alucinógenos en grandes cantidades)
pero es una de las marcas registradas de la ciudad. Hay varios bares que
preparar específicamente este particular trago.
- En Praga hay muchísimos Walking Free Tour
para hacer. Personalmente recomiendo el de White Umbrella, que tienen salidas todos los días a las 10 hs.
Todos los chicos son unos genios y son una Wikipedia viva. Hacen que la
caminata sea muy entretenida y te cuentan detalles fascinantes de la historia
de República Checa. Al final del tour uno pueda dejar la propina que considere
adecuada.
- El Beer Tour de White Umbrella te lleva
a recorrer cuatro bares tradicionales. Cuesta 250 CZK y sale todos los días
a las 19 hs. En cada bar probás una cerveza diferente, y mientras tanto te van
contando curiosidades varias de esta popular bebida.
-
Praga es muy segura, pero por las noches
se convierte en una suerte de mini-Amsterdam, especialmente alrededor de
Ciudad Nueva. Ahí se pueden ver varios cabarets, chulos y gente ofreciendo
drogas. No hay nada de qué preocuparse, aunque tampoco es la zona más linda
para andar de noche.
- Praga
es tan económica como todos me habían dicho.
Se puede conseguir cerveza en bares por 1 EUR o 1,5 EUR, el hostel nos costó 10
EUR la noche y comer es muy barato. La tecnología no es la excepción. Daniel,
el muchacho del tour, nos contó que se puede “vivir” con 500 EUR (unas 13.000
coronas checas). En relación a Croacia o
a Eslovenia, me parece que los costos son similares. Pero sí es muchísimo
menos costoso que la sobrevalorada Italia.
Eso sí, no esperen que el checo común hable inglés.
-
El tour al Castillo de Praga, con la
gente de White Umbrella, es otra de
las visitas obligadas. Cuesta 250 CZK y nos llevó una simpática chica española
(Ana) a las 15 hs. El tour
está excelente, y Ana sabe muchísimo.
- Praga
es un excelente lugar para ver Opera, pero es muy difícil conseguir entrada.
Me habían dicho que si compras sobre la hora podés conseguir tickets mucho más
baratos (hasta un 70%). Así que me arriesgué. Me salió mal. Estaba todo
vendido. Si realmente tienen ganas de ir, saquen entradas con anticipación.
- El
teatro negro de Praga es costoso, pero es una de las atracciones
específicas del lugar que ofrece la ciudad. Si sos estudiante podés conseguir
tickets por unos 22 EUR (en lugar de los 35 EUR normales).
- El
tour a Kutna Hora es costoso, pero interesante. Entre otras cosas, es
posible visitar la Catedral hecha de huesos humanos. El tour cuesta unas 700
CZK, pero uno puede tomarse un tren (300 CZK ida y vuelta) y conocer el lugar
por sí mismo.
- El
jazz es una constante en Praga, y muchos bares ofrecen shows en vivo para
disfrutar de esta música junto a una buena cerveza.
- Praga
es una ciudad para pasear a pie. Más del 80% de las zonas turísticas están
bien concentradas. Para algunos desplazamientos se puede usar el tranvía o el
tren, que están perfectamente señalizados. En los hostel reparten folletos en
todos los idiomas para manejarse en transporte público sin problemas.
- No
recomiendo estar solo uno o dos días en Praga. Conocí a mucha gente que
estaba así, de pasada. No se llega a conocer nada en profundidad y hacés todo a
las apuradas. Lo mejor (lo que recomiendo) es planificar una estadía de, por lo
menos, tres o cuatro noches. Solo así uno puede llegar a entender cómo funciona
la ciudad en todas sus formas.
………………………………………………………………………………………………….
=>> Post
anteriores de [EUROPA 2015] en el blog: “Parte I: Mi itinerario”, “Parte II: la eterna llegada a Roma”, “Parte III: Tres días lluviosos en Roma”, “Parte IV: Tres días mágicos en Florencia”, “Parte V: V is for Venice”, “Parte VI: Eslovenia, maravillosa y exótica”, “Parte VII: La magia de Zagreb”, “Parte VIII: El largo adiós a Ljubljana”.
………………………………………………………………………………………………….
► Podés seguir las nuevas
notas y novedades (además de humor y críticas de cine) en mi fan-page: http://www.facebook.com/sivoriluciano. Si te
gustó, ¡compartilo o deja un comentario!