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miércoles, 8 de enero de 2014

“Cuna de gato”, una novela de Kurt Vonnegut


Mientras que algunos piensan que la existencia humana va a terminar con un silencioso (y casi melancólico) suspiro, muchos son los autores que imaginaron al fin del mundo como una catástrofe de proporciones planetarias. Uno de ellos es el escritor Kurt Vonnegut, quien falleció en el 2007.

Sus trabajos (en su mayoría de ciencia ficción) se hicieron conocidos por un tono satírico, deprimente y anti-autoritario. Sus experiencias sirviendo en la Segunda Guerra Mundial lo perturbaron considerablemente (como a Sartre y a tantos otros). La temática de pos-guerra y el posible fin de la humanidad se convirtieron en los tropos más universales de su obra.

El siglo XX, en cuanto a la literatura, podemos estudiarlo como una reacción directa frente al Holocausto, la Guerra Fría, la bomba a Hiroshima y las masacres humanas. Con tanta muerte, dictaduras y desapariciones, cada autor encontró su forma de contrastar sus ideas con esta nueva realidad, y muchos se rebelaron ante las ideas clásicas y preconcibas, rompieron toda regla literaria tradicional y se atrevieron a contar otra cara de la historia a través de sus escritos.

A partir de allí surgieron las escuelas de vanguardia (el futurismo, el surrealismo, etc.), la ciencia ficción de carácter distópico o las nuevas formas de hacer literatura de autores como Georges Perec, Francis Ponge y Bertolt Brecht

Kurt Vonnegut no fue la excepción, y en 1963 concibió una obra maravillosa llamada “Cuna de Gato”, y que es motivo de esta nota.

Cuna de Gato, una novela corta plagada de humor tragicómico y satírico, relata -en forma de diario- las experiencias de Jonás, un joven periodista que busca escribir un libro que responda a un interrogante particular: ¿qué hacían las personas importantes de América cuando estalló la bomba de Hiroshima? Las respuestas las encontrará en Félix Hoenikker, uno de los supuestos padres de la bomba atómica, y sus excéntricos hijos.


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A partir de ahora van a encontrar #SPOILERS debido al análisis de la obra, por lo que les recomiendo no continuar si no desean enterarse de la trama. En todo caso, dejo la maravillosa novela para que la lean:

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Les comparto “Cuna de Gato” (1963) de Kurt Vonnegut en versión en PDF: http://bit.ly/1bQMX6t

Jonás no está interesado en los detalles técnicos de aquel fúnebre día, sino en el aspecto humano de la bomba, en las pequeñas historias, en la experiencia palpable del testimonio. Por supuesto, nada en la novela es cierto, pero no por eso menos llamativo.

El libro funciona como una búsqueda incansable que termina en la pequeña isla caribeña de San Lorenzo y se articula en episodios muy cortos y de relativa autonomía, en el sentido de que cada uno cierra con una idea distinta, muchas veces filosófica, otras veces de tipo existencialista. Se lee muy rápido y es adictivo, lo cual juega mucho a su favor.

Uno de los grandes aciertos de la historia es que se las ingenia para presentar personajes absolutamente delirantes (pero atractivos) y generar cierto misterio que se va dosificando con habilidad. Los encuentros y diálogos que Jonás mantiene con cada uno de los personajes son siempre memorables y nos invitan a la reflexión. Entre sus encuentros (casi azarosos) se destacan el de un vendedor de lápidas que entiende qué funciona mal en este mundo, un fabricante de bicicletas, una madre obsesionada con los nacidos en el estado de Indiana, un médico que pretende salvar en esa isla todas las vidas que no salvó en Auschwitz, un enigmático enano enamorado de una rusa y –por supuesto– “Bokonon”, el inventor de un culto religioso que transmite sus enseñanzas mediante calipsos. 

Cada personaje es completamente absurdo, como toda la trama que nos va enredando en una maraña de delirio absoluto, casi surrealista, a medida que todos se concatenan en la isla de San Lorenzo.

Al parecer, el difunto Felix Hoennikker ha depositado su última (y peligrosa) invención (el “hielo nueve”, capaz de convertir el agua en agua automáticamente) en manos de sus tres hijos, sin conocer que la sustancia es capaz de acabar con la vida en la Tierra. 

Por supuesto, ese invento acaba con el mundo, lo cual es inevitable sencillamente por el hecho de que, habiendo sido inventado, se le debe dar uso (¿igual que la bomba atómica?). Un ejemplo excelente de la célebre técnica conocida como “pistola de Chejov”.

El título de Kurt Vonnegut hace referencia al conocido juego de habilidad con hilos. Lo llamativo del juego es que, mientras el jugador crea su cuna de gato, el espectador no puede ver ni una cuna ni un gato. Por ende, este juego no es más que un enredo de hilos sin sentido, muy parecido al mundo en el que vivimos. Al mismo tiempo, una cuna de gato era lo que Hoenniker hacía mientras estallaba la bomba atómica y funciona como leitmotiv de la historia.

Uno de los aspectos más interesantes de la obra es, sin duda, el bokononismo, esa religión bizarra inventada para promover la alienación de todo un pueblo mediante distintos métodos: el abuso indiscriminado de la mentira (“nada de lo que Bokonon afirma es cierto”), la idea de la causalidad y el destino y el regreso al “barro” del que todos provenimos. 

Vonnegut creó nuevas palabras, cantos, calipsos, partes de un libro que nunca existió y hasta un nuevo lenguaje.

En realidad, la historia pone de relieve que el bokonismo no es más que un intento enmascarado para mantener las cosas “en equilibrio” dentro de San Lorenzo: Bokonon se esconde en el interior de la isla y se dice que está siendo cazado. Mientras tanto, cada dos años, uno de los habitantes es ejecutado por practicante. El culto afirma todos nosotros somos organizados por dios en un “plan divino” en grupos llamados karass, alrededor de objetos importantes conocidos como wampeter (en este caso: el hielo-nueve) para poder alcanzar la divinidad. Los miembros de un karass pueden no conocerse, pero sus acciones se van solapando de formas extrañas y bizarras para, juntos, trabajar últimamente por un propósito que pueden nunca llegar a conocer.

Bokonon también nos enseña que uno nunca debe declinarse ante las sugerencias de extraños, ya que sos las direcciones de la “danza de Dios”. Considerando la innumerable cantidad de cultos que han surgido (la Cienciología, entre otros), esta religión parece tener muchísimo más encanto.


Debajo del humor de Vonnegut, hay una soberbia exploración de los peligros inherentes al combinar la estupidez humana con la falta de ética en el uso de tecnologías con capacidad para destrucción masiva. El hielo-nueve y todos los personajes de “Cuna de gato” son una invitación a la reflexión más profunda, un camino que nos hace transitar hacia las profundidades del absurdo kafkiano y de las posibles formas en que nos estamos autodestruyendo.

Sinceramente, una novela extraordinaria, de lectura muy amena y una calidad literaria sobresaliente. ¡Sin desperdicio! Si pueden leerla, no lo duden un segundo. ¡Hasta la próxima!

4 comentarios:

  1. Muy bueno tu analisis de la novela. Me dan ganas de leerla nuevamente! de hecho estuve prácticamente un año con frases bokononistas en mi cerebro desde que la leí. Gracias x tu comentario en mi blog. Saludos. Vic

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    1. Ja! El bokonismo me pareció re interesante. Lo re admiro a este Vonnegut, hizo una novela increíble... me imagino que si la leés de nuevo vas a descubrir bastantes cosas nuevas!

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  2. Alguien por acá con ganas de un boko-maru? :)

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