Páginas

viernes, 28 de diciembre de 2012

“La historia repetida” (cuento)


Autor: Luciano Sívori
Género: romance / intriga

En un post anterior les mostré el primer cuento que me animé a publicar en mi blog. Hoy les presento el segundo. Forma parte del taller literario online que ofrece la gente de Literautas.com, un curso gratuito, original y por demás interesante.

Este mes la propuesta fue un relato de menos de 750 palabras con la condición de mostrar una historia basada en un vuelo retrasado en Navidad. Me parecía poético que el cuento tratara sobre Año Nuevo (dada la fecha que se aproxima) así que lo adapté. 



Afortunadamente gustó y obtuve muy buenas críticas y un par de buenos consejos para mejorarlo.  Uno de mis correctores anónimos mencionó: “Tienes la capacidad de jugar con el lector, de distraerle invitándole a creer lo que quieras para terminar rompiéndole los esquemas con el sorprendente final”. Esta frase inspiradora me quedó grabada, y bajo esa opinión les comparto mi texto:


“La historia repetida”

–  Y ahí estaba yo… 31 de Diciembre, atrapado en el aeropuerto de Santa Cruz. Eso es en Bolivia – aclaró el abuelo Diego, mirando con ternura a Sofía.

Jorge refunfuñó. Era aquella historia fantástica de nuevo. Había oído a su padre hablar de ella tantas veces que ya la conocía de memoria. Claramente, nunca había sucedido… era imposible. ¿Por qué tenía que relatar ese mismo suceso en cada ocasión familiar? Se dignó a seguir escuchando, aunque ligeramente irritado. Esta vez el anciano dirigía el relato hacia su nieta, que lo escuchaba con atención.

–Lo único que quería era regresar a casa – continuó, emocionado –. El vuelo se había cancelado así que sólo había dos opciones: buscar un hotel y salir al día siguiente o esperar 6 horas para un vuelo de madrugada. Fuera como fuera, iba a pasar Año Nuevo en un país extraño y solo, completamente solo.

La tetera comenzó a chillar indicando que el agua ya había hervido. Jorge se levantó a preparar el café preguntándose, por milésima vez, si su padre realmente creía su propia mentira. Diego notó el desinterés de su hijo y comentó, en voz alta, que su nieta ya estaba grande para entender. Sofía no le quitaba los ojos de encima, absorbida por las palabras del anciano.

– Es curioso: un aeropuerto es un lugar de encuentros felices, pero a mí me abrazaba una inmensa soledad. Pero entonces ocurrió lo impensado. Allí estaba, sentada sobre una de las butacas, la mujer más hermosa del mundo: tu abuela.

Jorge regresaba a la mesa con café y unas galletas mientras su viejo seguía hablando, con unos ojos ya un poco vidriosos por los recuerdos de aquella noche.
– Dicen que cuando uno conoce al amor de su vida, Sofía, el mundo se congela por completo. Y es cierto. A mí me pasó, lo único que escuchaba eran mis propios latidos del corazón. Allí había un par de monjas con sus rosarios en las manos. Un muchacho, de no más de 25 años, tomando la cartera de un distraído señor mayor, que hablaba desesperadamente por teléfono. 5 segundos antes había habido mucho movimiento: y ahora la escena era una fotografía hermosa. Miré hacia mis alrededores, sin entender demasiado, y comencé a acercarme a tu abuela. Ella tampoco se movía… pero me miraba. ¡Oh, sí! Me miraba.

Corrió una brisa, una bocanada de aire fresco que ingresaba por la ventana semiabierta. Sofía seguía mirando a su abuelo con una postura tan inmóvil como los protagonistas de su historia.

– Me acerqué y le dije una tontería… algo del estilo “también se canceló tu vuelo, ¿no?”. Era un estudiante de Ingeniería, no un poeta… fue lo que me salió. Todo el mundo en aquel aeropuerto volvió a moverse y ella me mostró una sonrisa radiante. Era todo lo que necesitaba. Me senté y comenzamos a hablar. Toda la noche. De alguna extraña forma, siento que el tiempo se detuvo para mí también en aquel aeropuerto, y que nunca salí de allí – suspiró, reclinándose hacia atrás –. Y gracias a esa noche mágica, un año más tarde nació el ingrato de tu padre – finalizó burlón.

Un hombre con la edad de su viejo, reflexionó Jorge, cuenta tantas historias que termina creyendo todas y cada una de ellas. Era una metáfora preciosa, pero no había motivo para ilusionar a una niña de 9 años sin razón.

– Bueno basta, papá – comentó finalmente –. Estamos en el 2218. Sí: colonizamos Marte, y hasta podemos comunicarnos con la mente. Pero nunca nadie, en la historia de la humanidad, logró detener el tiempo… y mucho menos al ver al “amor de su vida”.

Diego, furioso, estaba por responder cuando de pronto se quedó congelado. Alguien intentaba ingresar a su cabeza. “Tranquilo abuelito, yo sí te creo”, dijo una voz femenina dentro de él. Observó a Sofía con sorpresa y se quedó sin palabras. No tenía idea que ella ya pudiera hablar con la mente. “No le puedo contar a papá… se enfadaría conmigo si supiera que yo también puedo hacerlo. Detener el tiempo. Quizás se saltó una generación, o tal vez papá no conoce el amor como vos y yo. Mirá, dejame mostrarte”.

Las agujas del reloj se detuvieron y Jorge se paralizó, con el café en la mano y sin siquiera pestañear. Diego, aún con sus 75 años encima, se incorporó de un salto. Su cuerpo entero temblaba de emoción. Miró a su nieta y sonrió. Sonrió con la boca, con los ojos, con la nariz, con todo.


FIN


Link al cuento anterior: "Un ruido en un cajón" (aventura / intriga)

=> El mes que viene sale otro cuento, mientras tanto los invito a seguir mis novedades a través de mi página <=


¡Feliz Año Nuevo para todos! Definitivamente, el 2013 va a traer muchas sorpresas. =)

8 comentarios:

  1. Muy bueno... me gusto... espero el proximo !
    Saludos..

    ResponderEliminar
  2. Muy bonito cuento, Luciano.
    He seguido el enlace desde literautas porque me ha picado la curiosidad.
    El giro del final me gusta mucho. Desde que aparece la fecha, 2218, lo que es una narración sencilla se convierte en casi ciencia-ficción. Me ha gustado mucho.
    ¡Ánimo para el siguiente!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias, Carme! He subido algunos cuentos más, espero que puedas leerlos también. La ciencia ficción me fascina así que es muy común que encuentre la forma de plasmarla en mis escritos... quizás te interese este post que cuenta de una de mis influencias más grandes en mi forma de escribir:

      http://www.viajarleyendo451.blogspot.com.ar/2013/01/influencias-literarias-i-la-dimension.html

      ¿Que has escrito para Literautas? Me gustaría leer algo.

      ¡Saludos!

      Eliminar
  3. Un texto realmente bueno. Me gusta mucho la mezcla entre el pasado y el presente y el toque fantástico de poder parar el tiempo y la telepatía... genial.

    Felicidades.

    Nos leemos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola! Gracias, me alegro que te haya gustado. Espero que puedas seguirme leyendo (publiqué algunos más). Cada tanto doy vueltas por tu blog tmb, recuerdo que te corregí el cuento del "cartero loco" que me gustó bastante.

      Acordate de seguirme en mi página para enterarte de novedades:

      https://www.facebook.com/sivoriluciano

      ¡Saludos!

      Eliminar
  4. Me gusto mucho el cuento creo que tu forma de escribir logra romper con las estructuras con las cuales hemos aprendido, no cambies seguí sorprendiéndonos.Nati.

    ResponderEliminar
  5. Felicitaciones una vez más. Ojalá en un futuro puedas publicar con éxito tus historias.

    ResponderEliminar